BarcelonaCuando llega el tramo final de temporada, los árbitros aguardan con expectación las listas de ascensos y descensos que determinarán su futuro. La incertidumbre es el sentimiento más predominante, puesto que los informes que reciben durante el año pueden quedar en papel mojado junto al criterio del presidente del CTA, Luis Medina Cantalejo. Esta temporada el andaluz ya ha dictado sentencia y tanto los beneficiados como los damnificados conocen ya su futuro más inmediato.
La primera consecuencia es que Javier Iglesias Villanueva no volverá a silbar en Primera División pese a su notable temporada. Para entender esta decisión debemos remontarnos al curso pasado: Medina prometió a los árbitros específicos de VAR que tendrían continuidad, pero a falta de dos jornadas los integrantes de la sala VOR vieron las orejas al lobo por culpa de una filtración del CTA en Florentino Pérez, a quien se le aseguraba que ese grupo de colegiados serían despedidos. Esto ocasionó que los árbitros del VAR denunciaran su situación contractual, entre ellos Nacho Iglesias Villanueva, hermano mayor de Javier.
El otro colegiado que tampoco seguirá en la máxima categoría es Jorge Figueroa Vázquez. Medina Cantalejo ha tenido la deferencia de contactar con él para anunciarle las malas noticias. Un trato diametralmente opuesto al que ha recibido Javier Iglesias, que no sólo ha perdido la categoría por razones políticas, sino que se ha enterado de ello por los medios de comunicación.
Lo ocurrido esta temporada no tiene precedentes en el mundo del arbitraje. A finales de cada temporada era habitual que algunos nombres sonaran con más fuerza para promocionar de categoría, pero este año el modus operandi del CTA ha cruzado los límites de la ética: directivos del comité arbitral han llamado personalmente a algunos periodistas para pedirles que filtren el nombre de los colegiados que van a perder la categoría o que van a ascender. A modo de ejemplo, el andaluz Quintero González se enteró de su ascenso a Primera por un periodista. El otro que sube es Cordero Vega, que pitó el Espanyol-Oviedo de play-off. Durante toda la temporada los directivos se han obsesionado con bunquerizar al comité. Se prohibió transmitir cualquier tipo de información e incluso se incautaron teléfonos móviles en reuniones presenciales.
Pero también hay una noticia alegre: la palentina Marta Huerta ha hecho historia al convertirse en la primera mujer que dirigirá partidos en el fútbol profesional masculino en España. Lo sorprendente es que el CTA no ha contabilizado su ascenso como uno más, sino que ha especificado que sube de categoría gracias al programa de élite del arbitraje femenino. La UEFA ya advirtió a la RFEF de que no era coherente que Huerta pitara a Primera RFEF cuando en el ámbito femenino tenía consideración de mundialista. Con este ascenso recorta distancias con la francesa Frappart, la inglesa Welch y la italiana Ferrieri, que ya han debutado en la primera división de sus países.