Los árbitros pierden el miedo y muestran la primera roja en Florentino

BarcelonaLa expulsión de Jude Bellingham en El Sadar puede marcar un antes y un después en la relación de los jugadores del Real Madrid con los árbitros. Se han tenido que disputar 24 partidos de Liga, tres de Copa del Rey y dos de la Supercopa de España por presenciar la primera expulsión a un madridista por una falta de respeto a la autoridad. El equipo blanco tenía el partido encarrilado este sábado con el 0-1 ante Osasuna hasta que Bellingham le espetó a José Luis Munuera Montero un "Fuck you", tal y como describe el acta del partido. El árbitro andaluz no dudó y le plantó la tarjeta roja en las narices. El inglés reaccionó con incredulidad ante el inesperado castigo y enfiló el camino hacia los vestuarios.

El lenguaje utilizado por Bellingham para dirigirse a los árbitros no es ninguna novedad, porque ya se había dirigido con las mismas palabras al asistente del derbi madrileño que se disputó hace una semana. En esa ocasión, el equipo de Soto Grado no tomó ninguna medida disciplinaria contra el centrocampista. La expulsión de un jugador del Madrid por una falta de respeto al árbitro es algo aislado, teniendo en cuenta la serie de reacciones de Vinícius que han decidido tolerar.

Unos árbitros atemorizados ante la insolencia de Vinícius

El carácter de Vinícius ha sido un quebradero de cabeza constante y los árbitros no se han atrevido a responder con contundencia a las reiteradas protestas del brasileño, han preferido mirar hacia otro lado para mantener un perfil bajo. El monstruo se ha hecho mayor y las desconsideraciones del delantero han ido a más, sin encontrar réplica en forma de expulsión.

Vinícius empezó a destaparse durante la temporada 2022-2023. En un Madrid-Almería aplaudió tres veces a Cuadra Fernández tras recibir la amarilla y en Vallecas se dirigió al cuarto árbitro para decirle irónicamente que estaban haciendo un "increíble partidazo". En el Madrid-Barça de Copa del Rey, tras ser amonestado por Munuera Montero, le señaló con el dedo a escasos centímetros de la cara, antes de ser apartado por Benzema. Su descontento se puso de manifiesto en el campo de Osasuna, cuando decidió abandonar la fila de su equipo durante el saludo inicial para no tener que apretar la mano de los árbitros.

En la temporada 2023-2024 no cambió ni un ápice su sello y Montjuïc fue el escenario del encontronazo más destacado con el colectivo arbitral. Cuando se dirigía a la banda para ser sustituido por Lucas Vázquez, ralentizó la sustitución y recibió la advertencia del asistente. Esto enfureció a Vinícius, que reaccionó con un "No me toques, que estás loco". En la visita del Espanyol al Bernabéu, Vinícius se rió de una decisión del árbitro, que precisamente era Munuera Montero. El brasileño vio la tarjeta amarilla por protestar, al igual que sus compañeros Mbappé y Bellingham.

Este año, los episodios polémicos no han tenido freno. En el tiempo añadido del Madrid-Alavés, Vinícius se mofó con una carcajada provocada del cuarto árbitro pese a haber visto la amonestación previamente. En Vallecas se encaró con Martínez Munuera llamándole y gesticulando con vehemencia hasta que Arda Güler le sujetó. En Mestalla agredió a Dimitrievski y el VAR avisó a Soto Grado para revisar la acción. Cuando el colegiado le mostró la roja, Vinícius perdió los papeles y fue reducido por Rüdiger y un ayudante de Ancelotti.

Una carta envenenada y un cambio de tendencia

La durísima entrada de Carlos Romero en Kylian Mbappé que no fue sancionada con roja removió los cimientos del Santiago Bernabéu y Florentino Pérez abrió la caja de los truenos. El Madrid envió una carta a la Real Federación Española de Fútbol en la que denunciaba que el sistema arbitral era corrupto y dudaba de la honorabilidad de los colegiados.

El equipo blanco situó a los árbitros en el centro de la diana, y lo que ha conseguido, contra todo pronóstico, es dar la vuelta a la tendencia: antes de la carta se habían pitado 10 penaltis a favor y ninguno en contra del Madrid; desde entonces, hacia favor y dos en su contra. En el capítulo de expulsiones, los blancos habían sufrido dos rojas, pero también habían visto cómo tres rivales abandonaban el terreno de juego antes de tiempo; tras el comunicado, la única expulsión se la llevó Bellingham.

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