Fútbol

El asombroso trato de favor hacia un árbitro de mal recuerdo para el Barça

Soto Grado, el árbitro que más ha perjudicado al Barça, seguirá un año más en Primera pese a pasar la edad establecida

BarcelonaLa Federación Española (RFEF) ha publicado las listas arbitrales donde certifica los ascensos y descensos de los colegiados nacionales. Los movimientos de este año han tenido un altísimo componente político puesto que el presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), Luis Medina Cantalejo, ha sido cesado de sus funciones.

Curiosamente, la única decisión que no tomó Medina antes de que lo echaran es la continuidad de César Soto Grado. El árbitro riojano encaraba su último curso en Primera ya que llegaba a los 45 años a finales de temporada y la RFEF jubila a los colegiados que sobrepasan esta edad para dar paso a las nuevas generaciones. Solo ha habido dos excepciones a la norma: Antonio Mateu Lahoz y Carlos del Cerro Grande, porque ambos estaban preseleccionados para el Mundial de Qatar 2022 y formaban parte del Grupo Élite de la UEFA.

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El caso de Soto Grado es diametralmente opuesto. Aunque está muy bien valorado en la competición doméstica, la UEFA no cuenta con él y sus participaciones en Europa son anecdóticas. En ese contexto, no había ningún motivo para otorgarle una bola extra pero el veterano colegiado ha sabido mover los hilos entre bastidores para tener un asiento en la partida la próxima temporada. De hecho, su forma de actuar indignó a Medina Cantalejo, que le retiró la final de la Copa del Rey que debía dirigir a Sevilla entre el Barça y el Real Madrid.

El balance de Soto Grado con el Barça es muy negativo para los intereses azulgranas: 6 victorias, 3 empates y 5 derrotas en 14 partidos. Son un 43% de victorias, muy por debajo del 65% que tiene el Real Madrid bajo sus órdenes: 15 triunfos, 6 empates y sólo dos derrotas en los 23 partidos arbitrados.

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Nuevo descalabro al arbitraje catalán

Con la lista de ascensos y descensos publicada, se evidencia que el arbitraje catalán sigue acumulando decepciones: el igualadino Rubén Ávalos Barrera no seguirá el próximo año en Segunda División. Como ningún catalán subirá de categoría, la temporada 2025-26 habrá un único representante en la élite: Víctor Garcia Verdura (Primera). La presencia de colegiados catalanes en la élite ha ido menguando en la última década pese a ser la federación con más licencias. El punto de inflexión se produjo en 2021, cuando el madrileño Velasco Carballo va retirar en Medié Jiménez el mismo año que Estrada Fernández colgaba el silbato.

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El mandato del sevillano Medina Cantalejo ha dejado una retahíla de ascensos a Andalucía y este año ha colocado en Primera División a un árbitro principal, Guzmán Mansilla, y también a un asistente. La federación de Navarra también está de enhorabuena ya que tendrá un nuevo colegiado en la élite (Galech Apezteguía) y otro en la división de plata. Por su parte, La Rioja ha conseguido un hito muy meritorio: atesorar a dos árbitros en la máxima categoría gracias a la continuidad de Soto Grado y el ascenso de Sesma Espinosa, aunque es una federación que sólo cuenta con 250 licencias.

El árbitro del Real Sociedad B - Nàstic paga caro su error

Abraham Domínguez Cervantes había sido designado por la vuelta de la final del play-off entre el filial de la Real Sociedad y el Nàstic. Dirigir el partido más importante del año en Primera RFEF garantiza el ascenso siempre y cuando no se cometan errores graves. La máxima damnificada es Andrea Peña, el asistente que anuló un gol del Barça por un fuera de juego inexistente en el clásico que se disputó en Montjuic, platos rotos. La trascendencia mediática de ese error originó una rebelión de los clubs contra el nivel de los árbitros y desde la Liga F se pidieron cambios radicales de cara a la próxima temporada.