Barça

El Barça se ilusiona con la Liga gracias a un gran Lewandowski

El conjunto de Hansi Flick se sitúa a tres puntos del Real Madrid en el regreso del polaco al once, que hace un 'hat trick' ante el Celta

09/11/2025

BarcelonaEl Barça se va al paro de selecciones con una sonrisa de oreja a oreja. El equipo suma un triunfo vitamínico (2-4) en Balaídos que le permite situarse a solo tres puntos del Real Madrid, aprovechando el tropiezo de los blancos en casa del Rayo (0-0). Era importante no fallar en el feudo del Celta, una plaza que se les ha atragantado en numerosas ocasiones a los azulgranas. Esta vez, en un partido que tuvo dos caras –una primera parte de jolgorio y descontrol, y una segunda de dominio absoluto de los catalanes–, acabaría con final feliz. Especialmente para Robert Lewandowski, que firmaría un hat trick en su regreso a la titularidad.

El ritmo del primer tiempo sería de rock'n'roll desde casi el primer minuto. De hecho, sólo habían pasado tres cuando el Celta ya encontró la brecha en la defensa del Barça. La jugada acabaría siendo invalidada por fuera de juego de Duran y, de hecho, Balde había despejado el balón casi bajo palo. Los azulgranas reaccionarían al susto con el primer gol Lewandowski. Sería desde el punto de penalti. Unas manos de Marcos Alonso, de esas que en el campeonato español se silban desde la entrada del VAR, permitieron al polaco volver a probar el sabor del gol en una noche en la que acabaría copando las portadas. No hizo un buen lanzamiento y casi se lo detiene Ionut Radu, pero el Barça conseguía adelantarse.

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La alegría inicial, sin embargo, duraría poco: el equipo volvería a hacer higo en defensa. De un mano a mano fallado por Rashford se pasó, sin tiempo para parpadear, a una contra del Celta con todas las facilidades del mundo que finalizaría Carreria superando a Szczesny. Con el empate, el Celta logró hacer temblar las piernas de los azulgranas un puñado de minutos. El Barça necesitaba recuperar las pulsaciones y volver a morder. El premio era demasiado goloso: no se podía derrochar la oportunidad de aproximarse al frente de la mesa. El partido desembocaría en un intercambio de golpes acelerado en el que los catalanes rozarían de nuevo el gol en una acción envuelta. Fermín remataría primero, Rashford conectaría un buen disparo al rechace que escupiría el palo y, sin mucho ángulo, Lewandowski acabaría chocando con Radu. Esa acción sería el renacimiento de un Barça que mejoraría notablemente.

El conjunto de Hansi Flick consiguió neutralizar las contras del Celta, presionando mejor y, en consecuencia, recuperando más balones a campo rival y desactivando las oportunidades locales de correr a espaldas de la defensa. Con más control y más aseados, los azulgranas pudieron hacer lucir más talento. Así llegaría el segundo gol, con un gran centro desde la banda izquierda que embocaría a Lewandowski ante Radu. Tuvo algo de fortuna, el polaco, porque su remate al primer toque salió centrado pero entró por debajo de las piernas del guardameta del Celta.

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Volverse a adelantar en el marcador parecía que daría una paz ansiada por los azulgranas, pero aún debería volver a sufrirse un poco más. Un ex del Barça y un ex del Espanyol se asociaron para volver a rasgar de nuevo la joya de los de Flick. Una carrera por la banda derecha de Ferran Jutglà fue suficiente para coger la defensa a contrapié y Borja Iglesias, que dio un pasito atrás para colocarse en la frontal totalmente libre de marca, conectó un buen disparo en el que Szczesny pudo haber podido hacer algo más. Tocaba volver a remar, tocaba avanzar de nuevo en el marcador. Hacerlo pasaba por buscar a Rashford, de los atacantes más animados de los azulgranas. Nueva asistencia del británico, que esta vez recogió a Lamine Yamal después de que Ilaix Moriba desviara ligeramente el pase.

El Barça firma una gran segunda parte

El ritmo acelerado de la primera parte, ejemplificado con un marcador alocado de 2-3 en sólo 45 minutos, se detendría con el descanso. Tras pasar por el vestuario, el Barça cambiaría "el espíritu de lucha" que había reclamado Hansi Flick en la previa –y después del doloroso empate en Brujas– por el control. Con el marcador a favor, bajar las pulsaciones favorecía mucho más a los azulgranas, que supieron, esta vez sí, anular a su rival a base de mantener el balón. El Barça se gustaba manteniendo la posesión, dominando, sin arriesgar en los pases, desgastando a su rival y, sobre todo, sin sufrir en defensa. La segunda parte tendría un dueño y señor absoluto: un conjunto azulgrana que firmó de los mejores minutos del curso y que acabaría abonando con el cuarto gol.

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Repetirían los protagonistas, esta vez a balón parado. Centro de saque de esquina de Rashford y gol, golazo, de Lewandowski, con un remate de cabeza que ayuda a entender por qué forma parte de los mejores delanteros de la última década en Europa. La diana hacía justicia –Lamine Yamal pudo hacer el quinto, pero se topó con el palo–. El Barça se marchó de Balaídos feliz, reconectando con la Liga y con su fútbol. Todos menos De Jong, que acabaría expulsado al ver la segunda amarilla en el último minuto.