De lavar equipaciones y preparar meriendas a ganar un Balón de Oro como entrenadora
La resiliencia de Amalia Valverde se convierte en una inspiración para las nuevas generaciones
BarcelonaCuando Amalia Valverde era pequeña siempre veía los partidos de fútbol con una libreta en sus manos para tomar notas. Su pasión por el juego le llevó a convertirse en jugadora profesional, llegando a competir en la Primera División Femenina de Costa Rica. Con los estudios de preparación física en el bolsillo, inició una exitosa trayectoria como entrenadora. Sus inicios no fueron sencillos. "He tenido experiencias buenas y otras malas, pero de todas he aprendido", reconoce.
"He vivido situaciones de todo tipo. Cuando empecé a ser entrenadora, tenía que ayudar en la parte administrativa, preparar las meriendas de las jugadoras, limpiar las equipaciones o ir a buscar las pelotas que se perdían", recuerda. Su determinación le llevó a no rendirse e ir escalando en un mundo del fútbol muy masculinizado. Uno de sus últimos logros fue llevar la dirección técnica del Monterrey mexicano. Fue entonces cuando la Liga BBVA MX Femenil la premió con el Balón de Oro gracias al título en el Torneo Clausura.
"El deporte femenino se encuentra siempre con muchos obstáculos y tengo la sensación de que la mujer siempre debe demostrar algo más que el resto. Cuando empecé a entrenar, tuve la oportunidad de entrenar un equipo de alto rendimiento y siempre me preguntaban si estaba preparada. A mis compañeros hombres no les preguntaba lo mismo. Se les contrataba lo mismo. supervisada. Cuando el equipo no juega bien, siempre se cuestiona más nuestro trabajo.
"El deporte femenino es diferente al deporte masculino. La mujer tiene unas consignas sociales diferentes. Siempre creí que en la región donde me crié era un poco más acentuado, pero cuando tuve la oportunidad de viajar por el mundo y relacionarme con otros profesionales me di cuenta de que es un tema global que se reproduce en un mundo. Ser deportista en una mujer claro que pueden ser madres y ser profesionales de alto rendimiento", opina Valverde, que hace unas semanas participó en el International Women in Sport Congress de Barcelona.
La gestión que debe hacer una entrenadora no es sólo deportiva. "Si hablamos de liderazgo, la mujer está condicionada por muchas cosas porque debe tener en cuenta muchas cosas que los hombres ni se plantean. Cuando eres entrenadora, la gente piensa que sólo estás delante de 20 o 25 jugadoras, pero en realidad tienes que coordinar a muchas más personas porque tienes un cuerpo técnico, una organización del club... Tienes que tomar algunos momentos y debes ir en cambio, debes ir. otros, flexible. El reto es mayúsculo", recuerda.
Un camino de futuro
Valverde tiene claro que su experiencia puede ser de gran utilidad. "Tengo la sensación de estar construyendo un camino para el resto de mujeres que vendrán detrás de nuestra generación. Espero que las chicas que lleguen ahora se encuentren con un itinerario más sencillo", explica la entrenadora.
"La determinación es la clave. Tenemos que creer siempre en el hecho de creer. La vida es como un partido que dura 90 minutos y pueden pasar muchas cosas. Nos pueden decir que no muchas veces, nos pueden cerrar puertas, pero las situaciones cambian. El fútbol siempre ha sido un deporte masculino, pero las mujeres también nos podemos decir la nuestra. personas que nos dirán que no", advierte Valverde.