BarcelonaLa historia de Takefusa Kubo (Kawasaki, Japón, 2001) empezó gracias a un folleto que vio en su país, cuando solo tenía ocho años. Ponía que el mejor jugador de un campus de verano jugaría un torneo con el Barça. Solo verlo, se emocionó con la oportunidad y se esforzó hasta conseguirlo. Así, casi un año después, fue seleccionado como miembro de la escuela del club y participó en un torneo celebrado en Bélgica, acompañado por su familia.
Con 10 años cumplidos unos meses antes, cambió de continente y de cultura para perseguir su sueño de ser futbolista. Una prueba en La Masia fue suficiente para que en el club azulgrana vieran el potencial de un jugador que estaba llamado a hacer cosas importantes. Kubo llegó al fútbol base del Barça dos años después de maravillar en el campus de verano que hizo abrir los ojos a los técnicos del club.
Àlex Gómez fue el primer entrenador que tuvo Kubo en Barcelona. El técnico remarca al ARA la competitividad del japonés desde el día que llegó: "Las ganas que tenía de triunfar en el mundo del fútbol eran muy grandes. Era consciente de que el Barça le había brindado una oportunidad única y del primer entrenamiento hasta el último iba al 200%. No había pausas, no había calma, siempre iba al límite de sus posibilidades, tanto en los partidos como en los entrenamientos".
En su primera temporada completa en el club, la 2012-13, ya demostró lo que se esperaba de él: fue el máximo goleador de la liga con 74 goles en 30 partidos. Unos números escandalosos que solo reafirmaban el acierto de fichar a la joven promesa japonesa. Así, cada año fue subiendo categorías dentro del fútbol base del club, desde alevines hasta el infantil, pero solo cuatro años después recibió la peor noticia posible: no podía volver a jugar con el Barça hasta que cumpliera la mayoría de edad.
La FIFA sancionó al club por varias transferencias de jugadores menores de edad, entre las cuales estaba la de Kubo. Estos futbolistas ya no podían volver a jugar con el club hasta que cumplieran 18 años y, por este hecho, Kubo tuvo que marcharse de Barcelona, para que su carrera futbolística no se parara, después de estar un año entero sin jugar, e hizo las maletas hacia Japón. Cuando debutó en la Primera División japonesa, con 15 años, no escondió que deseaba volver a Barcelona una vez cumpliera la mayoría de edad.
El regreso de Kubo
Después de cumplir 18 años y de especularse un posible retorno al Barça, como él habría deseado, la negativa del club azulgrana de pagarle cerca de un millón de euros de ficha hizo que se fuera al eterno rival, el Real Madrid. Kubo, sin embargo, no ha jugado nunca con el equipo blanco y se ha marchado cedido cada año sin acabar de explotar. Mallorca, Villarreal, Getafe y Mallorca en una segunda etapa es el historial del jugador. Ahora, la Real Sociedad es la siguiente parada del japonés.
"Kubo ha estado muchos años impregnándose del estilo de La Masia y necesita también una cierta libertad de tres cuartos hacia adelante. Creo que algunos clubes no se lo han dado, sobre todo el Villarreal, puesto que no le supieron encontrar sitio", explica Àlex Gómez. El Villarreal fue la peor experiencia para el jugador: llegó cedido en el mercado de verano y en el de invierno ya tuvo que marcharse al Getafe, y disputó pocos minutos a las órdenes de Emery. "Estoy convencido de que en la Real Sociedad encontrará su sitio, porque es un equipo que juega bastante atrevido, le tienen que dar cierta libertad de creación", concluye Gómez.
Desde la Real había dudas del estado del jugador, puesto que los precedentes no eran muy buenos. Pero desaparecieron enseguida: Kubo está muy implicado desde el primer día, ha encajado muy bien en el equipo, y el entrenador, Imanol Alguacil, está encantado con él. Además, el equipo donostiarra también está encantado en el aspecto comercial, puesto que con Kubo en sus filas está teniendo mucha repercusión en Japón.
La etapa en Mallorca
Luis García Plaza fue el entrenador del japonés en su segunda etapa en el Mallorca. Para los que han vivido las dos etapas de Kubo, Plaza se encontró un jugador diferente, más maduro. El actual técnico del Alavés piensa que la Real Sociedad es el equipo perfecto para este jugador: "Es un equipo que le va muy bien a sus características, puesto que intenta tener la pelota, dominar... Ojalá sea el club perfecto para que acabe de explotar. Estuve casi un año con él y estuve muy contento de haber trabajado con él", explica al ARA el entrenador madrileño.
El Madrid ha decidido cambiar el modus operandi con las operaciones de Kubo y ha vendido el 50% de los derechos del jugador a la Real Sociedad. El japonés disputará su segundo partido con el club donostiarra precisamente contra el Barça. El japonés ha empezado con muy buen pie en su nuevo destino y, después de dar la victoria a su equipo en el primer partido contra el Cádiz con un gran gol, intentará demostrar, nuevamente y después de unos cuántos años, que el club azulgrana se equivocó al no volverlo a fichar después de maravillar en Barcelona cuando tenía poco más de 10 años.