Primera División

Girona y Espanyol regalan un derbi precioso pero sin goles

Gerundenses y blanquiazules ofrecen un espectáculo de primer nivel en Montilivi en el que el gran ganador es el fútbol

GeronaSi alguien esperaba que Girona y Espanyol mantuvieran las formas, se equivocaba. El derbi catalán fue un regalo para los ojos de los aficionados: un duelo abierto en el que pudo ocurrir cualquier cosa. De hecho, es incomprensible que acabara sin goles (0-0). Las revoluciones fueron al límite, con situaciones locas de ida y vuelta que hacían saltar los corazones de un lado y otro. No hubo ningún tipo de tregua. Con ese empate, el Girona abandona provisionalmente el último puesto y el Espanyol mantiene la buena dinámica.

Los gerundenses olvidaron las dudas en el vestuario, los blanquiazules no se fiaron del favoritismo que se le suponía. Fue una partida de ajedrez entre Míchel Sánchez, en una posición débil debido a los malos resultados, y Manolo González, el creyente por el que su parroquia se lanzaría por un precipicio, si fuera necesario. El de Vallecas sacudió el esquema y se protegió con un 3-5-2; el de Folgoso do Caurel, valiente con una alineación ofensiva que ya intuía lo que acabaría viéndose, daba claras instrucciones de ir al trabajo y buscar la profundidad y el juego directo con los que quería atacar los puntos débiles de la frágil defensa local.

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Fue el Espanyol quien, desde la autoridad que le da ocupar posición de Liga de Campeones, tuvo las ocasiones más claras en el primer acto de una función excepcional. Se topó un montón de veces con Gazzaniga, el portero con más personalidad que ha pasado por Montilivi. Cuanto más cuestionado ha sido, mejor respondió. También ha ayudado verle las orejas al lobo con el fichaje de Livakovic. Pero el croata tendrá que esperar.

Gazzaniga, sobre todo, se hizo mayor ante Dolan y Roberto. El duelo entre el ariete andaluz y el brasileño Vitor Reis fue la gran lucha del derbi. Roberto, bregado en mil batallas, gana en experiencia y picardía al central, que apenas está dando sus primeros pasos en la élite, pero que no sólo no se arrugó, sino que se quitó la mala fama que le acompañaba de estar demasiado verde y tierno. Reyes, ayudado por el hecho de que Míchel le situó a Francés y Blind justo a los lados, muy cerca, supo interpretar muy bien cuándo dar un paso adelante, cuándo no darlo y cómo intimidar al punta del Espanyol. Roberto, al mismo tiempo, ofrecía soluciones para que Pere Milla aprovechara el espacio que él no podía ocupar. Es un equipo muy bien trabajado, el perico.

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Al otro lado, el Girona, cuya imagen sale reforzada esta semana, entendió deprisa que o reaccionaba o el Espanyol, que salió mejor, se le zamparía. Había que igualar el impulso y resulta que lo multiplicó. Por dentro o por fuera, los gerundenses generaron bastantes situaciones de peligro en las inmediaciones de Dmitrovic. El serbio voló para desviar un disparo de Iván Martín desde la frontal y tapó bien un dos contra uno, ya en el segundo tiempo, entre Portu y Vanat, en el que fue fundamental el sacrificio defensivo de Dolan. Más tarde el guardameta casi se hizo un lío con los pies, pero sus compañeros le salvaron los muebles. Como al principio, rechazando con eficiencia disparos del propio Portu y de Ounahi. El marroquí, contagiado de su gran partido en la Catedral, volvió a enseñar que tiene talento de sobra por ser diferencial. Aún debe pulir que en algunas situaciones se guste demasiado.

Ningún incidente en la grada

El derbi era precioso, el tiempo volaba y en las gradas todo el mundo disfrutaba. Ningún incidente en lamentar entre los aficionados, que más allá de cuatro gritos tuvieron un comportamiento exquisito. Los suplentes calentaban en la banda quietos, porque no podían apartar la vista del césped. El Girona pareció salir mejor del descanso, pero el Espanyol en ningún momento dejó que lo creyera demasiado: Romero, en dos internadas muy seguidas, flirteó con el gol, pero no estuvo acertado. También Pere Milla, de nuevo. Tan significativo como el sprint final local. Ninguno de los dos conjuntos defendió el punto, lo que les honra. Lo que defendieron es el prestigio del fútbol catalán: es un lujo tener un espectáculo de máximo nivel como éste en nuestro país.

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Girona 0-0 Español

  • Gerona: Gazzaniga, Rincón (Asprilla, 69'), Francés (Arnau, 78'), Vitor Reyes, Blind, Álex Moreno, Witsel (Solís, 86'), Iván Martín, Ounahi, Portu (Bryan, 69') y Vanat (Stuani, 7). Entrenador: Míchel Sánchez.
  • Español: Dmitrovic, El Hilali, Calero, Riedel, Romero, Polo Lozano (Terrats, 87'), Urko (Expósito, 65'), Dolan (Pickel, 65'), Pere Milla (Kike García, 86'), Puado (Jofre, 75') y Roberto. Entrenador: Manolo González.
  • Goles: Ninguno.
  • Árbitro: Francisco José Hernández (Comité Extremeño).
  • Tarjetas amarillas: El Hilali (35').
  • Tarjetas rojas: Ninguna.
  • Estadio: Montilivi, 11.488 espectadores.