El Girona pierde la inspiración (y los puntos) en Mallorca
Tercera derrota consecutiva de los gerundenses lejos de Montilivi, que en Son Moix vuelven a proyectar una imagen más floja de lo habitual
GIRONASin inspiración en la cabeza ni la fluidez de piernas que suele acompañar al Girona, los puntos tenía que quedarse el Mallorca (1-0). Lejos de Montilivi, los gerundenses comienzan a tener frío y encadenan tres derrotas consecutivas que le han alejado del Real Madrid a siete puntos y le obligan a estar más pendiente del retrovisor de lo que quisieran. Perder todavía no significa nada en su lucha por la Champions, aunque el depósito de gasolina comienza a vaciarse.
Viendo el panorama existente en clave rojiblanca, Javier Aguirre, el técnico del Mallorca, detectó deprisa que acertó. El entrenador mexicano quizá nunca descubra la fórmula de la Coca-Cola, pero sabe cómo explotar cosas tan básicas donde otras se ahogan inexplicablemente. Sin rastro de una posible resaca por su clasificación en la final de Copa, en la que por el camino, precisamente, se cargó al Girona en los cuartos de final, pidió a sus hombres que hicieran lo que saben hacer: replegarse detrás en dos líneas bien juntitas, presionar bien arriba la salida de pelota catalana, y no complicarse la vida intentando salir al contragolpe siempre que pudieran.
Misión completa, ejecutado de maravilla el plan y el Girona, espeso, haciendo el resto. De ni una ocasión con cara y ojos hasta el tramo final dispuso el equipo de Míchel, que llamó a Juanpe para cubrir la baja de David López y sorprendió situando a Solís en el centro del campo. Las combinaciones, lentas e inexistentes, acababan siempre de la misma forma, rechazadas por cualquiera que vistiera una camiseta balear. Y no hablamos de la construcción de juego, en la que Gazzaniga, aparte de repartir mini infartos en forma de recortes en el interior del área que hacían dejar de respirar, tan sólo encontraba la luz enviando pelotazos a campo contrario, donde Dovbyk hacía lo que podía intentando bajarlas. Salió bien, el ucraniano, porque era de los pocos que se deshacía de unos intensos marcajes cuerpo a cuerpo. Insuficiente para que el juego coral se asomara, eso sí.
Porque si cualquiera quiere aprender a desactivar a Savinho, que esta semana, como su compañero Yan Couto, ha sido llamado por Brasil para el próximo paro de selecciones, que repase la actuación del uruguayo Gio González, que en ningún momento se separó del delantero. De hecho, podríamos poner la mano en el fuego que le debió sentir el aliento. Perdido el desequilibrio y los cambios de ritmo de Savinho –Tsygankov, al otro lado, tampoco intervenía–, el Girona es mucho menos Girona, que tampoco podía presumir de capacidad de asombro. Menos aún después del gol encajado.
Copete marca y salva el empate
Fue Copete, aprovechando una serie de desechos tras un lanzamiento de esquina, quien superó con claridad a Gazzaniga. El 1-0 fue revisado por el VAR, porque previamente hubo una mano de Larin, que la tiene enganchada al cuerpo en el instante del contacto. Como las decisiones arbitrales son a menudo una ruleta, esta vez tocó cruz y el gol subió al marcador. Pero el Girona no puede quejarse por eso. Sí puede hacer autocrítica y pensar porqué no lo hizo mejor.
Antes del remate de Copete, el Mallorca ya había generado peligro como para adelantarse. Un centro de Dani Rodríguez había picado en el larguero, mientras los gerundenses apenas se dejaban ver por el área de Rajkovic. Un cabezazo de Iván Martín, muy tierno; otro de Èric Garcia, por encima del larguero; y un remate de Solís sin malicia fueron el currículo de un equipo que se descomponía cuando los locales lo cogían a contrapié. Antonio Sánchez hizo daño varias veces, pero lo que más dolía era comprobar que aquello no iba bien.
Tampoco en la segunda parte, en la que el Girona dio un paso adelante a medias entre la inercia y la convicción. Portu tuvo un par de claras, el goleador Copete salvó lo que parecía el empate de Savinho, que se había encontrado un balón sin propietario, y Rajkovic desvió un disparo final de Yan Couto. Demasiado poco.
Mallorca 1-0 Girona
- Mallorca: Rajkovic, González, Valjent (Nacho Vidal, 55'), Raillo, Copete, Lato, Mascarell (Samu Costa, 77'), Antonio Sánchez (Manu Morlanes, 55'), Dani Rodríguez (Darder, 68'), Larin (Abdón, 68') y Muriqi. Entrenador: Javier Aguirre.
- Gerona: Gazzaniga, Yan Couto, Éric Garcia, Juanpe, Miguel, Aleix Garcia, Solís (Stuani, 77'), Iván Martín (Portu, 55'), Tsygankov, Savinho y Dovbyk. Entrenador: Míchel Sánchez.
- Goles: 1-0 Copete (33').
- Árbitro: Hernández Maeso (Comité Extremeño).
- Tarjetas amarillas: Valjent (37'), Míchel Sánchez (45+3'), Lato (59'), Mascarell (73'), Abdón (76) y Darder (90+3').
- Tarjetas rojas: Ninguna.
- Estadio: Son Moix, 17.779 espectadores.