Una lluvia de millones para pulverizar la columna vertebral del Girona

GeronaLas últimas horas en los despachos de Montilivi fueron intensas. Míchel podría perder tres titulares de golpe: a la marcha ya concretada de Miguel Gutiérrez, que deja al menos nueve millones en la caja gerundense, se podrían añadir las despedidas de Ladislav Krejci y Yangel Herrera. Una situación de fuerza mayor con la Liga ya comenzada (con derrota y un serio toque de atención), que hace temblar la estructura deportiva y que obligará a rehacer a la plantilla superado el mes y medio de mercado y cuando faltan diez días para que la ventana se cierre definitivamente.

Con los problemas sabidos de límite salarial que sufre la entidad, la aparición del Wolverhampton con un maletín lleno de billetes es aceite en una lámpara. El equipo inglés suspira por Krejci, el central checo que el pasado año costó otros 8 millones unas variables que podrían subirse a los 12. La oferta se eleva casi a los 30 millones, prácticamente la totalidad de la cláusula de rescisión. El Girona ni quiere ni es capaz de decir que no, porque esta operación le soluciona muchos quebraderos de cabeza.

Lo que ya no ve con tan buenos ojos es el adiós de Yangel Herrera, pese a que el futbolista sí querría continuar su trayectoria en otro sitio. Quien se ha interesado es la Real Sociedad, pero con la venta de Krejci, el conjunto rojiblanco puede hacerse más fuerte en las conversaciones y pedir un importe similar al de la cláusula, de 25 millones. La Real Sociedad, conociendo las necesidades de Míchel, que quiere un delantero a toda costa, quieren aprovechar las negociaciones para incluir a Umar Sadiq, que lo tenía medio hecho con el Valencia. Perder a Miguel, Krejci y Yangel Herrera de una manchada en pleno final de agosto sería un batacazo tan doloroso como inesperado para un club que debería inventarse soluciones de emergencia.

Àlex Moreno, ocho años después

El Girona tiene ligada la llegada del lateral izquierdo Àlex Moreno, a quien ya quería en el 2017 para la primera aventura del club en Primera División. Entonces tenía 24 años y ahora tiene 32. Pero no supondrá ninguna gran inversión, ya que antes se desvinculará del Aston Villa, con lo que solo tendrá que pagarle el salario. Será el quinto refuerzo del verano, y por ninguno de ellos se habrá pagado traspaso.

A partir de ahí, la maquinaria continuará activándose en la búsqueda del centrocampista que desea Míchel. No vendrá Claudio Echeverri, totalmente desentendido de la posibilidad de aterrizar en Montilivi pese a las sugerencias del Manchester City. Gusta Azzedine Ounahi, cuyo jugador marroquí del Marsella Luis Enrique dijo estar enamorado deportivamente después de que le eliminara del Mundial en aquel Marruecos-España decidido en los penaltis.

Los esfuerzos también se repartirán en el eje central, debilitado con el adiós de Krejci, y, sobre todo, la delantera, con el interrogante de Sadiq sobre la mesa. Y aún puede haber despedidas de futbolistas menos importantes, como Solís o Miovski, que no encuentran ningún comprador dispuesto a pagar el precio fijado por el Girona. Míchel, que lo único que pidió era tener la plantilla lo más definida posible a principios de pretemporada para trabajar en condiciones, tendrá que reformular muchas cosas con la competición en marcha. Un percance más para un club que había trabajado muy bien en los últimos años, con un plan definido, pero al que la temporada de la Champions le ha acabado debilitando con un patrón de improvisación al que no está acostumbrado.