Todo lo que puede ir mal va peor en la visita del Girona a Vigo
El empate de los gerundenses deja una factura muy elevada con las lesiones de Romeu y Blind
GIRONATenía que ser el día para que el Girona se reivindicara como equipo, pero en Balaídos ha ampliado a cinco la racha de partidos sin ganar (1-1). También debía ser el día de Míchel, que normalizó el once tras los últimos experimentos fallidos, con un toque personal incluido, como la presencia, por primera vez, de una pareja de centrales zurdos, y acertó haciendo los retoques adecuados a medida que se han desatado los contratiempos. Pero la cosa tiene un límite y el hombre no puede solucionarlo todo. También iba a ser el día de Yangel Herrera, llamado a liderar el centro del campo y que parecía que daría los tres puntos con su gol. También el de Van de Beek, cuestionado por su poco protagonismo y que ante el Celta ha coleccionado un buen puñado de minutos, obligado por la mancha oscura de la jornada, las malditas lesiones. Pero no fue así.
El empate deja una factura muy elevada en forma de bajas. Tanto Oriol Romeu como Daley Blind, autor de una deliciosa asistencia en la jugada que ha adelantado a los gerundenses, se han retirado del campo en un par de acciones en las que muscularmente han dicho suficiente. El calendario sigue condicionando al equipo gerundense, que todo lo que ha ganado por un lado lo ha perdido por el otro. El miércoles vuelve a haber Champions y aún tendrá que disputar una nueva jornada de Liga antes de un paro de selecciones necesario. Cuando en verano por los pasillos de Montilivi comentaban, con la boca pequeña, que les asustaba el exceso de compromisos, era por alguna razón.
Con el punto y tal y como ha ido el duelo, el Girona puede sentirse satisfecho. El equipo se pelea por no entrar en la primera minicrisis de una temporada que será exigente. Y lo hace como siempre que ha tenido que enfrentarse a un problema, con solidaridad y compromiso colectivo. Nada de desesperarse o de echar la toalla. El Girona ha ido a por el triunfo desde el principio, en el que ha disfrutado de un par de llegadas de Yangel y Abel Ruiz suficientes para generar un gol que se ha negado a llegar durante demasiados días. A pesar de no marcar gol, el equipo ha insistido hasta encontrarlo.
Con las bajas de Romeu y Blind lo mismo. Todo el mundo se ha unido, haciendo un sobreesfuerzo mental y físico que comportaba una recompensa bestial. Especialmente en los momentos en los que el Celta ha dado un paso adelante, alentado por Iago Aspas. Pero el fútbol no ha vuelto a ser para echar cohetes y el sacrificio no ha bastado. El símbolo gallego ha empatado el partido y si no le ha dado la vuelta quizá sea porque le ha faltado tiempo.
Disponer de 9 puntos y de una posición cómoda permitirán afrontar el dilema de las rotaciones con un cierto margen. Se abre un escenario delicado, especialmente si las bajas de Romeu y Blind son de larga duración.
Celta 1-1 Girona
- Celta: Guaita, Javi, Carlos Domínguez, Marcos Alonso, Carreira (Hugo Álvarez, 46'), Moriba (Aspas, 65'), Damián (Sotelo, 65'), Mingueza, Pablo Durán, Borja Iglesias (Douvikas, 58') y Alfon (Williot, 58'). Entrenador: Claudio Giráldez.
- Gerona: Gazzaniga, Francés, Krejci, Blind (David López, 54'), Miguel, Romeo (Van de Beek, 14'), Yangel (Solís, 72'), Iván Martín, Tsygankov, Danjuma (Bryan Gil, 72') y Abel Ruiz (Portu, 72'). Entrenador: Míchel Sánchez.
- Goles: 0-1 Yangel Herrera (38') y 1-1 Iago Aspas (81').
- Árbitro: De Burgos Bengoetxea (Comité Vasco).
- Tarjetas amarillas: Hugo Álvarez (78').
- Tarjetas rojas: Ninguna.
- Estadio: Abanca Balaídos, 21.347 espectadores.