Un nuevo estadio para el Girona: Montilivi podría tener los días contados

GIRONAEl crecimiento del Girona FC le ha obligado a transformarse sobre la marcha. Seguramente, más rápido que no preveía. También demasiado lentamente, teniendo en cuenta las urgencias y necesidades que el club ya tenía antes de subir a Primera, un escenario multiplicado por mil por disputar competición europea. En plena bienvenida a 2025, la sombra de un nuevo estadio empieza a alzarse. Y planea una duda: ¿abandonará Montilivi o continuará? Nadie aclara nada.

La entidad espera presentar en breve un proyecto de campo nuevo. La actual presenta unas carencias importantes y no se ha realizado ninguna gran reforma en los últimos años que ayudara a solucionar su deterioro, más allá de unas actuaciones mínimas de mantenimiento. Cabe recordar que Montilivi es propiedad del Ayuntamiento de Girona, que le cedió al club con una concesión hasta 2068 y una serie de obligaciones de mejora, con el asterisco que las condiciones de obra podían cambiar según las necesidades y la categoría. En medio ha habido un descenso en Segunda y una pandemia. Pero también una Champions, lo que ha supuesto que las retráctiles instaladas no se puedan ocupar y la capacidad de asistencia disminuya.

El club probó el pasado verano la opción de hacer allí una reforma, que consistía en desmontar la grada temporal de la portería norte y preferente y construir una nueva, pero las estrecheces del calendario y las condiciones geológicas hicieron que el Girona se quedara con plegada brazos. Éste podría ser uno de los motivos más importantes a tener en cuenta para tomar la decisión final de quedarse o marcharse. En palabras del presidente Delfí Geli en Televisió de Girona, ya les condiciona. "No avanzamos con el estadio en cuanto a actuaciones inmediatas, porque estamos preparando un proyecto de un nuevo campo. Estamos muy bien en Montilivi y no queremos movernos, pero hay que tener otras opciones preparadas para cualquier problema". que pueda surgir".

Encuestas a abonados del Girona para el nuevo estadio

La puerta abierta a marchar es evidente. "El proceso no es corto, hay muchas exigencias: cómo debe ser, qué obligaciones tenemos, dónde debemos emplazarlo… No sólo depende del club, también es cosa de las instituciones. Tiene que haber buenos accesos, buenos aparcamientos y que la gente pueda llegar bien", añadía. De hecho, el club lleva días realizando encuestas telefónicas entre los abonados para captar su opinión. Unos socios que lamentan el estado actual de Montilivi y los problemas logísticos y repetitivos en el tiempo que se derivan cuando se acercan a ver un partido: las malas condiciones de las gradas cuando llueve, con charcos considerables; las colas para acceder, con pocos turnos de entrada y que a menudo fallan, lo que les obliga a ir con un margen de tiempo considerable si no se quiere correr el riesgo de perderse algunos minutos; o los pocos recursos en cuanto a bares y aseos y su estado, que podría mejorarse bastante.

Como la parte deportiva funciona como una balsa de aceite, el Girona, que recibe el sábado al Sevilla (14 horas, DAZN), lucha por repetir presencia europea la próxima temporada, con lo que volvería a chocar con la normativa de la UEFA. "Si el año que viene nos clasificamos para la Champions, no hay margen de actuación. Entre otras cosas, debemos plantearnos dónde competiremos mientras se construye, si es que se hace en el mismo sitio, porque deberíamos trasladarnos durante un tiempo. Si definitivamente nos vamos a otro sitio, significa que puedes utilizar Montilivi hasta el último día. Debemos tomar la mejor decisión para el Girona", concluía Geli.