Griezmann no es Messi, pero...: los apuntes en caliente del Athletic-Barça

BarcelonaEl Barça empató y gracias en San Mamés contra el Athletic Club. Una reacción final liderada por la dupla neerlandesa formada por Frenkie de Jong y Memphis Depay –golazo para estrenarse en la Liga del ex del Lyon– sirvió para arrancar un puntito después de un partido bastante gris que deja la lesión de Piqué y señala a Eric García y a Antoine Griezmann.

Se permiten los retratos. Eric García es un central exquisito en la salida de la pelota y un gran alumno del estilo que se cultiva en La Masía. Ha vuelto a casa para quedarse y, con solo 20 años, tiene margen y crédito de sobra para mejorar todo aquello que se proponga. Por eso hay que tener paciencia con él cada vez que algún delantero incansable como Iñaki Williams le busque las cosquillas. Seguro que de vez en cuando le retratarán. Piqué, en quien se refleja, no adquirió toda la jerarquía en dos días. Así que calma y que no cargue la etiqueta de central blando que condenó a Bartra hace unos años. Como mínimo tuvo oxígeno para ganarse una roja en un momento crítico.

Obligado a destacar. Eric García, que, por cierto, jugó en San Mamés pocas horas después de conocer la muerte de su abuelo materno, tiene margen y recorrido para equivocarse. No se puede decir lo mismo con Antoine Griezmann, que ha heredado la condición de futbolista mejor pagado de la plantilla y está obligado a demostrarlo en el campo. El galo es poco de excusas y siempre intentó tejer complicidades con Messi. Sin embargo, sin el argentino en la órbita culé, tiene que ser él el encargado de conducir los ataques y aportar el talento necesario para el desequilibrio. Si no, un Barça en crisis no se lo puede permitir. Basta de partidos intrascendentes como el de Bilbao.

¿Y los porteros de la casa? Si realmente el Barça se cree el discurso de Joan Laporta con La Masía, se hace difícil entender por qué se malgasta una ficha del primer equipo con porteros como Neto Murara. Dos veranos después de su llegada, ya ha quedado muy claro que el brasileño no mejora las prestaciones de Cillessen como recambio habitual de Ter Stegen. Pero es que ahora, además, el mensaje de la nueva junta directiva no concuerda con su permanencia en la plantilla. Y menos todavía si se considera que el de Mönchengladbach –ahora lesionado– continúa siendo indiscutible bajo palos y que en la base no hay uno, sino dos porteros que piden: Iñaki Peña y Arnau Tenas.

Un mérito espectacular. Espoleado por su afición después de más de 500 días de silencio en San Mamés, el Athletic volvió a demostrar que es un pequeño milagro en días de máxima mercantilización del deporte. Competir como lo hace el equipo vizcaíno, íntegramente formado por jugadores de la tierra, tiene un mérito enorme temporada tras temporada. El resultado de empate es más o menos justo, pero si un equipo se mereció vencer fue el local, que solo perdió energía en el tramo final, cuando las fuerzas empezaron a fallar. Antes de la última media hora de partido, los de Marcelino sometieron a un Barça sin recursos ni intensidad para gobernar.