Barça

Laporta tiene prisa para cerrar la renovación de Messi

El presidente quiere tenerla terminada antes del 30 de junio, el día que se acaba el contrato que firmó en 2017

BarcelonaHace semanas que las conversaciones en las oficinas del Camp Nou van en la misma dirección. "¿Cómo tenemos la renovación de Messi?" La incógnita se había mantenido hasta esta semana, cuando el jugador dio el sí al presidente, confirmando que aceptaba la propuesta para seguir dos años más en el Barça. Ahora bien, con la palabra de Messi no hay suficiente. Hay que redactar y cerrar los últimos flequillos del contrato. Un proceso muy complejo que está en manos de los abogados especialistas, bajo la supervisión del club y del futbolista. No hay fecha fijada para el anuncio, pero en Barcelona hay prisa para cerrar el tema lo más pronto posible. Primero, para acabar definitivamente con uno de los pilares del proyecto deportivo de cara a la temporada próxima. Y, también, porque hay otros contratos y patrocinios que están pendientes de que se oficialice que Messi seguirá vestido de azulgrana.

"Todo va bien, pero todavía no está cerrado del todo", mantienen en las oficinas de Arístides Maillol. A principios de junio la situación se vivía con más nerviosismo porque pasaban los días y la renovación, una de las promesas que hizo Joan Laporta durante la campaña, parecía estar en punto muerto. Se ha alargado demasiado, ya hace semanas que tendría que estar cerrado del todo. No es que haya ido mal, sino que pensábamos que los timings serían más cortos", explica al ARA una voz cercana al presidente, que confirma que el contrato es de una "complejidad extrema", por la fórmula que se utiliza (cinco años, pero solo dos jugando en el Barça) y por el precedente de Messi con Hacienda. "Se tiene que ir con cuidado con los detalles", justifican.

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Sin fecha para el anuncio

¿Cuándo se cerrará definitivamente? Esta pregunta no tiene respuesta, de momento, en el Camp Nou, donde se intenta llevar la renovación con la máxima discreción posible. "Si fuera por nosotros ya lo habríamos terminado al día siguiente de las elecciones", comentan desde la directiva, sacándole importancia a la tensión que se está viviendo alrededor de este acuerdo. Lo único que tienen claro Laporta y los suyos es que tan solo se informará oficialmente de la renovación una vez estén firmados todos los documentos. En otros casos, a menudo se informa de un pacto pendiente de firmar –como en las renovaciones de Melanie, Falcón y Crnogorčević, del femenino– y se emplaza a las partes a rubricar formalmente el acuerdo en el despacho del presidente. Esta vez, no se dirá nada hasta que no esté del todo seguro.

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En el club hay mucho interés para que la renovación se cierre antes del 30 de junio. Básicamente porque este día expira el contrato que firmó Messi con el club, en 2017. A efectos prácticos, no cambia nada si Messi renueva antes o después, pero la junta quiere ahorrarse el ruido mediático que se produciría si se llega al día 1 de julio con la renovación todavía en los despachos. Hay confianza de que será así, pero las fuentes consultadas no se atreven a poner la mano en el fuego. En paralelo, cerrar el acuerdo y tener todo el papeleo firmado también permitirá desencallar otras operaciones que cuelgan de la renovación de Messi, como son algunos contratos de patrocinio. A pesar de que la política del Barça es que este tipo de acuerdos publicitarios no vayan ligados a un futbolista –nunca se puede garantizar que seguirá en el club–, es evidente que hay una diferencia notable entre contar con Messi o no contar con él. "Un Barça con Messi es una marca más atractiva que no si se va", argumentan.

Discrepancias

Ahora bien, la renovación de Messi, deseada y liderada por el presidente Joan Laporta, no ha generado unanimidad en el seno de la directiva. Antes de las elecciones, todo el mundo veía necesaria la renovación del delantero rosarino y la defendía. Pero una vez dentro del club, y cuando han visto la magnitud de la tragedia a nivel económico, han surgido algunas voces escépticas con la decisión de prorrogar el acuerdo. Al final se ha impuesto la tesis de Laporta y de la secretaría técnica. Renovar a Messi se ha acabado convirtiendo en un clamor popular, pero como no se podía hacer a cualquier precio, se han tenido que buscar todas las curvas posibles para ofrecer al jugador lo máximo posible pero sin pasar los límites presupuestarios –continuará siendo, de largo, el mejor pagado del vestuario–. Además, el jugador tampoco ha tenido prisa para renovar, y se ha esperado a ver cómo iba la planificación deportiva de la temporada próxima antes de aceptar quedarse. "Él quiere un equipo competitivo, un equipo que aspire a ganar la Champions", comentaba hace unos días el presidente.

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La fórmula definitiva para la renovación es tan imaginativa como poco convencional. Cinco años de contrato, pero solo dos jugando de azulgrana. La idea es que Messi siga hasta el 2023 en el Camp Nou y después esté tres años más en una liga menor, posiblemente en los Estados Unidos, pero vinculado contractualmente con el Barça. De este modo se consiguen tres objetivos. El primero, y el más importante, una dilación salarial que permite a la junta ofrecer la máxima retribución posible a Messi pero sin pasarse del límite salarial que impone la Liga. En segundo lugar, Messi estará compitiendo en un equipo de primer nivel a finales de 2022, que es cuando se disputa el Mundial del Qatar, la última oportunidad que tendrá para coronarse campeón del mundo con la selección argentina. Y, por último, Leo Messi podrá despedirse con todos los honores del Barça. Pronto habrá fumata blanca.