El lento camino del Barça hacia la paridad
El papel de la mujer en los altos estamentos del club es residual, a pesar de la apuesta firme por el equipo femenino de fútbol
Hace 122 años que se fundó el Barça y decenas de juntas directivas han ocupado el palco del Camp Nou. Desde entonces ha habido cuarenta presidentes –todos hombres– que han tomado las decisiones para el futuro del club asesorados por sus hombres de confianza. Sí, de nuevo, mayoría agobiante de hombres. La zona noble del estadio siempre ha estado reservada para ellos. Si hacemos un repaso por la historia centenaria del club, solo trece mujeres han conseguido tener un lugar en las altas esferas azulgranas, y no todas han ostentado un poder de decisión real. A pesar de que algunos candidatos tengan problemas para reconocer a las jugadoras del Barça femenino, la presencia de las mujeres en el día a día del club ha conseguido un espacio en los temas a debatir durante esta campaña. El ARA ha reunido algunas de las pioneras que han abierto camino en un mundo claramente masculinizado.
A pesar de las barreras que se han encontrado para acceder a los cargos, la historia del Barça está marcada por mujeres que han querido romper con el statu quo impuesto en el mundo del deporte. La precursora fue Edelmira Calvetó. Ella derrumbó el primer gran muro en convertirse en socia del Barça en 1913. En un tiempo en que no había espacio para las mujeres en el mundo del deporte, ella dio un paso adelante e inició el viaje hacia una nueva realidad. Gracias a su valentía, muchas más se han podido sumar a lo largo de los años, como lo hizo Anna Maria Martínez Sagi. En 1931, la periodista y atleta catalana consiguió romper el techo de cristal y fue la primera directiva de la entidad. Después de ella, sin embargo, no han sido muchas las que han conseguido seguir sus pasos.
"En la sociedad está instaurada la idea que el mundo del fútbol es masculino. Hay gente que se cree que las mujeres no sabemos de deporte o de fútbol. ¿Qué quiere decir esto? Creo que es un pensamiento de persona de las cavernas", dice Susana Monje, vicepresidenta económica de la junta de Josep Maria Bartomeu hasta su dimisión en 2016. "La falta de mujeres en los lugares de responsabilidad es una evidencia que sufrimos y que, de hecho, con el movimiento del Me Too y la reivindicación feminista, se presenta como la gran revolución del siglo XXI. Nos está sirviendo para darnos cuenta que la situación no puede continuar así. Es una cuestión de las instituciones, de la cultura, de las normas que nos imponemos y de hacer una apuesta valiente en esta lucha", afirma Maria Teixidor, directiva también de la junta de Bartomeu.
Si la presencia de la mujer en los órganos de decisión ha sido hasta ahora residual, la paridad es directamente una quimera. "El club está muy lejos [de la paridad]. Hay muchos órganos que toman decisiones en los que tendría que haber mujeres. En la junta, el porcentaje está entre el 5% y el 10%. E incluso diría que a veces su presencia, en algunos comités, es inexistente", explica Noelia Romero, que fue compliance officer (o responsable de cumplimiento) del Barça en la última junta directiva.
¿Una mujer presidenta?
Con estar, sin embargo, no hay suficiente. Que las mujeres estén sentadas en la mesa es un gran paso –viendo de donde venimos–, pero es necesario que se valore su voz. Magda Oranich, directiva en 2009 en la junta de Joan Laporta, ve ahora con perspectiva como ha evolucionado la condición de las mujeres en el club: "Es un mundo masculino, para no decir machista, que todavía no se ha abierto del todo. Las mujeres están ahí pinchando y pidiendo. Estoy segura que en la junta de un gran club como el Barça llegará un momento que habrá tantos hombres como mujeres".
Las mujeres consultadas aseguran que, una vez en el cargo, hay que aprender a ejercer el poder en un entorno tan singular. "Hay que conocer los límites y las resistencias y encontrar las vías para superar estos obstáculos. Es una tarea de convencer y batir los prejuicios", añade Teixidor, que fue clave en la apuesta reciente del club por el fútbol femenino. Con el apoyo explícito del entonces presidente Bartomeu y su vicepresidente Jordi Mestre, la ahora ex directiva promovió la profesionalización del equipo hasta el punto que las jugadoras fueron finalistas de la Champions disputada en 2019. "La profesionalización del fútbol femenino ha demostrado que, si dedicamos recursos a las mujeres, no hay límite", añade.
Ya se sabe que el próximo mandato no tendrá una mujer al frente, pero las fuentes consultadas anhelan esta opción en un futuro próximo. "Se dan todas las condiciones para que una mujer pueda ser candidata a la presidencia del Barça. Los estatutos del club son perfectos en este sentido. No hay ninguna limitación, no se tiene que luchar para cambiar ninguna ley. Es un claro ejemplo que lo que hay es una barrera psicológica", argumenta la ex directiva Monje. A pesar de que la reglamentación del club no ponga ninguna pega, aquí también entra en juego la idiosincrasia del socio. "Requiere mucha dosis de coraje presentarse, sobre todo porque el colectivo social del Barça es singular. Hablamos del Barça como si pudiera votar todo el mundo y no es verdad. Son 150.000 socios que forman un ecosistema peculiar, de edad elevada y quizás más conservador de lo que podamos imaginarnos", dice Teixidor. En el último censo actualizado del Barça constan 37.488 socias, que representan el 26,7% de la masa social. En los boletines que podrán elegir los socios el próximo domingo habrá 46 nombres: solo ocho son de mujer.