Cultura deportiva

Llega a Catalunya el cómic futbolero que ha triunfado en Francia

'La otra historia del fútbol' ignora al PSG y habla del deporte como herramienta política

30/10/2025

BarcelonaA Jean-Christophe Deveney (Hyères, Francia, 1977) le rondaba una idea por la cabeza: hacer un buen cómic sobre fútbol en el que se pudiera criticar la parte oscura de este deporte y al mismo tiempo expresar el amor que despierta un juego en el que el idealismo todavía tiene un sitio. Pero este escritor y guionista de cómics solía encontrarse las puertas cerradas, y eso que Francia es la tierra en la que más se cuida el cómic. Pero el fútbol perdía ese partido y no lograba perforar la defensa de la industria del cómic europeo, más allá de viejos productos como Eric Castle.

Hasta hace dos años, cuando uno de los cómics más vendidos fue La otra historia del fútbol (Garbuix Books), el trabajo con guión de Deveney inspirándose en Una historia popular del fútbol (Tigre de Paper), un ensayo de Mickaël Correia del 2019 en el que se exploraba las relaciones entre este deporte, el poder, la política y los movimientos de resistencia. "Yo tenía un proyecto de cómic centrado en la vida de futbolistas que permitía aprender de la historia del fútbol, ​​pero me cerraban las puertas. No lo conseguía. El fútbol siempre ha formado parte de mi vida, mi abuelo fue jugador. Y siendo nacido cerca de Marsella... es normal querer al fútbol, ​​ya que el Olympique es un mismo año un divertido paseo en un club que sin ser perfecto ha unido población. hacer llegar el libro de Correia y me preguntó si podía hacerse un cómic. Y, efectivamente, se podía: permitía contar bien la historia del juego y cómo ha servido de herramienta política.

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El fútbol permite contar historias, aunque "mucha gente académica, por esnobismo o por lo que sea", lo ha ignorado, como se queja Correia, de que en su libro une hilos entre los movimientos políticos y el deporte. Por ejemplo, "Manchester era una de las ciudades más industriales del mundo a principios del siglo XX, con movimientos para defender los derechos de los obreros. Y en 1907 nació el primer sindicato de futbolistas". No era una casualidad.

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El fútbol cuenta la historia, pero también nos sirve para contar la vida de personas como Deveney, que recuerda a aquel abuelo que "era de origen español y había emigrado al sur de Francia, donde jugó a rugby y fútbol. Un deportista con compromiso político, por eso casi participa en los Juegos antifascistas organizados en Barcelona en 1936". El cómic explora los casos de un fútbol militante, contrapuesto a un fútbol convertido en negocio. "El París Saint-Germain es el ejemplo paradigmático de fútbol ultracapitalista, un club creado por el Ayuntamiento de París con el apoyo de empresarios, pensando siempre en crear una marca. En el libro, sin embargo, queremos mostrar especialmente modelos que escapan del discurso predominante establecido sobre el fútbol. Parece que el fútbol negocio sea la única obra posible, pero no es así", no es así, el PSG, el gran rival de su amado Olympique, ganaba la Champions.

El PSG no aparece en el libro, ya que han preferido "hablar de quien ha querido hacer del mundo un sitio mejor". El libro habla de la lucha contra el colonialismo francés en Argelia, de las pioneras del fútbol femenino o de cómo los jóvenes que luchaban a favor de la democracia se organizaban en las gradas de los estadios de Egipto hace pocos años. "Hemos tenido jugadores como el brasileño Sócrates, que luchaba contra la dictadura. Era una época en la que la juventud estaba muy politizada y soñaba con una sociedad más democrática y más libre. Ahora vivimos en una sociedad neoliberal, individualista, y la gente joven quiere ser como Cristiano Ronaldo", dice Correia.

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Para convertir un ensayo en un cómic, Deveney añadió un capítulo al inicio y otro al final que no aparecen en el libro de Correa. En el capítulo inicial se ve a un grupo de personas en una cafetería que discuten sobre los valores del fútbol. Mantienen el debate sobre si vale la pena seguir ese deporte cuando sabes la corrupción que esconde. "Se basa un poco en experiencias reales. Cuando se jugó el Mundial de Qatar, la gente hablaba de hacer boicot a un torneo que no respetaba los derechos humanos. Muchos lo decían, pero pocos hicieron boicot. Correa y yo no nos conocíamos, entonces, pero ninguno de los dos miró la final. una película. Sí, me perdí un gran partido, pero creía que había que hacerle boicot", admite.

El beso de Rubiales a Jenni Hermoso

En la parte final del cómic, Deveney y Bonaccorso reanudaron la conversación de los jóvenes del inicio, que entre cervezas siguen sin ponerse de acuerdo sobre las contradicciones de ser una persona con valores y amar el fútbol, ​​momento en el que citan el famoso beso de Luis Rubiales a Jennifer Hermoso. "El beso pasó cuando estábamos terminando el cómic y estuvimos a tiempo de ponerle una referencia, ya que nos pareció una imagen muy potente. Un momento que mostraba cómo un hombre con actitudes incorrectas puede estropear el gran momento de mujeres que llevan años luchando. Aquel gesto esconde un hombre que quiere un hombre que quiere su dosis de protagonismo." De hecho, el fútbol jugado por mujeres ocupa un puesto central del trabajo, que recupera a las pioneras británicas que triunfaron en los años 20, llenando estadios, antes de ser silenciadas.

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Bonaccorso ha jugado con los colores para recrear las diferentes épocas que aparecen en un libro que va del deporte medieval al actual. "Había jugado al fútbol y ha hecho algo muy interesante para recrear las escenas de juego: jugar con la perspectiva y los ángulos de visión para que te sientas como los porteros o jugadores", comenta Deveney. "Estamos contentos con la recepción. En Francia ha costado entender que el deporte también es un espacio de lucha, a diferencia de Estados Unidos o Reino Unido. Después de Mayo del 68, las universidades francesas y nuestras luchas se convirtieron en muy espirituales, muy intelectuales, alejadas de espacios como el deporte. Así que ver a muchos adolescentes triunfo", concluye Deveney. Ahora su obra llega a las librerías en catalán, con el reto de sumar a jóvenes lectores. Y otros no tan jóvenes.