Barça

Messi lidera la fiesta de los jóvenes antes de recibir al PSG (5-1)

El argentino hace dos goles y marca el camino de un equipo en el que Trincão también hace un doblete e incluso Junior ve portería

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Albert Nadal
4 min
Los jugadores del Barça celebrando el 2-0 marcado por Messi

Con todas las urgencias que tiene el Barça por las bajas, Ronald Koeman decidió mantener el sistema táctico que le está funcionando pero haciendo un intercambio de cromos para dar descanso a algunos titulares habituales como Pedri, Jordi Alba o Dembélé. No fue el caso de Messi, que con dos goles se encargó de liderar el triunfo (5-1) de un conjunto azulgrana con muchos jugadores jóvenes, como Ilaix Moriba o Trincão, que también hizo un doblete. El centrocampista de ascendencia guineana, que jugó sus primeros minutos en la Liga, sirvió la asistencia del primer gol a Trincão, pero también cometió un error en el pase que le hizo salir en la foto de la diana del Alavés. Ilaix no pudo cerrar una noche redonda de debut en la Liga, pero demostró que, a pesar de su juventud –tiene 18 años–, puede ser un futbolista de presente para Koeman.

Con Umtiti relegado de inicio en el banquillo después de su funesta actuación en Sevilla y su rodilla dudosa, el técnico neerlandés ubicó De Jong de central, mientras que la sorpresa fue la titularidad de Ilaix. Si a Riqui Puig se le encomendó el rol de hacer de Pedri, el debutante Ilaix era el encargado de pisar área tal como nos tiene acostumbrados últimamente De Jong. La perla del plantel no se escondió a la hora de sumarse al ataque cuando Messi caía en la zona de tres cuartos con su rol de quarterback, y Trincão abría el campo en la banda derecha, a pesar de que sin la capacidad intimidatoria de Dembélé. Los estadios, sin público, son silenciosas estructuras de hormigón y el espectáculo es desalmado, sin embargo, para los más jóvenes, es una oportunidad para demostrar su valía sin la presión ambiental que suponen miles y miles de ojos y gargantas a sus alrededores.

Este Barça, con tantas bajas y una planificación deportiva deficiente en las últimas temporadas, no tiene ningún otro remedio que ver las adversidades como oportunidades. Los ejemplos más recientes son Mingueza y Riqui Puig, futbolistas a los que las numerosas lesiones y la necesidad de hacer rotaciones les han permitido acumular minutos con el primer equipo. Ilaix, centrocampista de La Masía por quien el club hizo una apuesta económica sin precedentes para un jugador todavía en edad juvenil, también participó en la fiesta de los jóvenes. El equipo salió con ganas contra el Alavés e incluso Junior, que acabaría marcando un gol hacia el final, parecía más confiado con los espacios que dejaba Griezmann en el lado izquierdo. Pero en los primeros compases del partido, menos una buena oportunidad que no acertó el atacante francés apenas empezar, a los azulgranas les costó generar peligro ante un Alavés con la defensa muy avanzada y que amenazaba con salir al contraataque.

Los jugadores de Koeman intentaban ser profundos, pero durante un buen rato no consiguieron encontrar ni Griezmann ni Messi por el medio, ni Junior ni Trincão en los lados. Mientras el Barça buscaba una rendija en la elaborada muralla plantada por Abelardo, el Alavés intentó intimidar con un chute de Battaglia desde la frontal. A pesar de que el remate del centrocampista visitante no inquietó mucho a Ter Stegen, fue como una pequeña señal de alerta. Pocos minutos después, los azulgranas encontraron una grieta en el lado derecho, con las subidas de un Mingueza cada vez más atrevido. Un centrada del defensor catalán fue rechazada por los centrales del Alavés, pero la pelota cayó a los pies de Ilaix, que encontró a Trincão para que abriera la lata.

El gol sirvió al Barça para deshacerse del embudo en el que se había encontrado hasta entonces y, antes del descanso, Messi envió la pelota al fondo de la red después de una parada de Pacheco a Griezmann, que había buscado la espalda de los centrales, pero la ocasión quedó invalidada por un fuera de juego muy riguroso del francés señalado por el VAR y que provocó la ira de Koeman. Mientras el técnico neerlandés todavía renegaba consultando con sus ayudantes la jugada en una mesita, Messi volvió a coger la pelota después de un pase de Busquets y la clavó al fondo de la red con un cacao similar al gol que ya marcó hace una semana contra el Betis.

Pedri devuelve el fútbol al Barça

Lejos de parecer un trámite –Koeman dio descanso a Busquets e hizo entrar a Umtiti después de pasar por el túnel de vestuarios–, el Barça se tuvo que poner las pilas porque, en un exceso de relajación, Ilaix cedió un mal pase en horizontal que cortó Luis Rioja. El atacante del Alavés, que ya marcó en el duelo de la primera vuelta, avanzó y remató ante unos lentos Umtiti y Lenglet a contrapié. Los azulgranas reaccionaron, con oportunidades de Messi y Griezmann, pero no fue hasta la entrada de Pedri que el equipo encontró suficiente fútbol para sentenciar el partido. Trincão aprovechó un rechazo para hacer su primer doblete como azulgrana, Messi volvió a chutar un obús que el portero Pacheco solo pudo contemplar como si fuera una obra de arte y Junior cerró la goleada. El equipo sigue con la buena dinámica en la Liga. Martes llega el PSG. 

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