"Quiero pararme un momento para decir que soy gay"

BarcelonaCon naturalidad y decisión. Carl Nassib, jugador de los Riders, se ha convertido en el primer jugador en activo de la historia de la NFL que anuncia públicamente su homosexualidad. "Quiero pararme un momento para decir que soy gay. Hacía tiempo que quería decirlo, pero ahora por fin me siento lo suficientemente cómodo para decirlo. Realmente tengo una muy buena vida. Tengo la mejor familia, los mejores amigos y el mejor trabajo que podría pedir. Soy una persona bastante reservada, así que espero que sepáis que no lo hago para llamar la atención, sino porque creo que la visibilidad es importante", ha dicho a través de un mensaje que ha hecho público en las redes sociales.

Nassib también ha anunciado que hará una donación de 100.000 dólares al Proyecto Trevor, que busca ayudar a las personas de la comunidad LGTBQ + en la prevención del suicidio. Tanto su franquicia, Las Vegas Riders, como la NFL han emitido un comunicado para celebrar su anuncio y mostrarse orgullosas, a la vez que esperan que en el futuro este hecho deje de ser noticia.

El año 2014, Michael Sam salió del armario cuando estaba a las puertas de la NFL, pero nunca llegó a jugar a la competición. El hecho de que no encontrara equipo estuvo rodeado de polémica, puesto que algunos consideraron la decisión homófoba y otros la justificaron deportivamente.

El año 2013 Jason Collins se convirtió en el primer deportista de una de las cuatro grandes ligas norteamericanas que hacía pública su homosexualidad. "Juego en la NBA, soy negro y soy gay", dijo. Otro de los precedentes es el de John Amaechi, que habló sobre su orientación sexual cuando ya estaba retirado. "Es una parte de mi vida y todavía estoy sorprendido de que a la gente le parezca interesante. Soy un ejemplo más de normalidad, pero es verdad que soy algo más conocido que otras personas", explicó en una entrevista al ARA. La mayoría de deportistas siguen escondiendo su condición sexual. "Es tiempo de evolucionar. Esto no es una cuestión de religión o de educación, es un ejemplo más de cómo es nuestra sociedad hoy en día. Todos los individuos somos diferentes, esto tendría que estar superado, pero... No pretendo que todo cambie pronto, pero espero que un día todo sea más normal", añadió.

¿La sociedad necesita más ejemplos de deportistas de élite? "No estoy de acuerdo. Necesitamos más maestros, más políticos, más de todo... Hay pocos políticos, por ejemplo, que hayan dado el paso. No tenemos que permitir que todavía haya gente en nuestra sociedad que ataque a alguien por su condición sexual. Soy un gran fan de buscar retos ambiciosos y de conseguir hacerlos realidad. La gente tendría que mirar mi ejemplo. Yo soy negro, gay y he llegado a jugar en la NBA y a convertirme en uno de sus embajadores europeos. Si yo he podido, todo el mundo tiene que poder hacer realidad sus sueños", resumió.

Miedos en un entorno heteronormativo

Víctor Gutiérrez, jugador del CN Terrassa, denunció hace unas semanas que había recibido insultos homófobos por parte de un rival del CN Sabadell, Nemanja Ubovic, durante un partido de la División de Honor de waterpolo. "He vivido un episodio de homofobia. Un jugador del equipo rival me ha llamado maricón durante el partido. No he querido darle importancia porque todos decimos cosas a 200 pulsaciones de las que después nos arrepentimos. Pero al final del partido yo no he querido darle la mano por eso que me había dicho y me ha vuelto a llamar maricón. Lo ha oído la grada y algún compañero mío y estoy bastante afectado. Estoy orgulloso de ser quien soy, de ser homosexual, de ser gay, de ser maricón, que para mí no es un insulto, pero me ha tocado la fibra", explicó el jugador.

"Esto me ha pasado otras veces, pero no había querido compartirlo porque pensaba que era más positivo mandar un mensaje conciliador. El mensaje de perder el miedo y mostrarse cómo se es es más poderoso que las cosas negativas, pero no quiero dejarlo pasar más. Basta", dijo Gutiérrez, que no pudo contener las lágrimas. El jugador explicó a los árbitros lo que había pasado. "Como no lo han oído, no han podido recogerlo en el acta. Tenemos que tener una tolerancia cero con estos comportamientos", añadió.

Marc Fortuny es un judoka que para poder salir del armario tuvo que dejar el deporte de competición. “No tenía ningún referente gay en el deporte de alto rendimiento y esto quizás me habría ayudado a ver las cosas de una manera diferente. No me sentía identificado con los estereotipos que hay en la sociedad. No podía ni dormir, no me aceptaba, y mi rendimiento se vio afectado. No podía avanzar y decidí dejar el judo -un deporte que practicaba desde los cinco años- para aceptarme”, dijo al ARA Fortuny, que tenía 23 años cuando abandonó el deporte de élite.

“Sus propios miedos y prejuicios lo afectaron hasta el punto de costarle mucho aceptarse. No se sentía seguro y creía que era culpa suya. El entorno en el que estaba tenía un lenguaje despectivo con las otras orientaciones sexuales. Tenía muchos miedos. Me decía que quería ser normal y yo le decía que ya lo era”, explicó Anna Vilanova. La profesora de sociología del deporte al INEFC de Barcelona vivió todo el proceso. “En la vida de Marc no había ningún referente gay. Cuando decidió hacer el cambio, todo fue fluyendo y no le pasó nada de todo lo que le preocupaba”, recordó. “Todo lo que temía que podía pasar, incluso ser rechazado, no se cumplió, fue todo lo contrario. No sabía cómo reaccionaría mi entorno y la respuesta fue y es muy buena. Las preocupaciones que tenía eran irreales, la realidad es mucho más fácil. Me daba miedo mi relación con los compañeros y me hacía preguntas absurdas, como si me harían el vacío o si me mirarían mal”, añadió Fortuny. Vilanova tiene claro el origen de las dudas de Marc. “Son miedos que te vienen dados por un entorno heteronormativo que no lo facilita porque no habla de ello”.