Tenis

Rafa Nadal escribe una nueva página épica en Roland Garros destronando a Djokovic

En un partido que acaba de madrugada, el manacorí se clasifica por decimoquinta vez para las semifinales

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Rafa Nadal vuelve a ser a las semifinales de Roland Garros

BarcelonaPasada la 1 de la madrugada, Rafa Nadal miraba hacia el cielo de la pista central de Roland Garros. Miles de personas lo ovacionaban. Y todavía más aficionados al deporte se emocionaban en casa después de ver un nuevo episodio de su larga rivalidad con Novak Djokovic, a quien ha derrotado en el 59º duelo entre los dos. A las puertas de cumplir 36 años, Nadal se ha clasificado por decimoquinta vez para las semifinales del torneo en el que ha escrito las páginas más increíbles de su leyenda. De las anteriores 14 ocasiones en las que ha llegado a semifinales, en 13 ha acabado siendo campeón. Solo perdió una vez, hace un año, contra Djokovic. Este año le ha vuelto el golpe. Nadal ha conseguido un hecho sorprendente: ser un español ovacionado por el público francés. De hecho, los primeros años más de uno le silbaba. Ahora le piden que vuelva una temporada más. "Esta es la pista más importante de mi carrera. Siempre es especial jugar aquí", decía el manacorí.

Rafa Nadal ha superado a Novak Djokovic en cuatro sets (6-4, 2-6, 6-2 y 7-6) que han parecido cuatro días. Un partido que ha acabado de madrugada después de cuatro horas de juego . Los organizadores del torneo tenían claro que el partido tenía que acabar sin interrupciones, aunque tocara jugar hasta que saliera el sol. Y por instantes parecía que haría falta un quinto set entre dos jugadores que llevan toda la vida enfrentados, como los duelistas de la novela de Joseph Conrad. Ahora se citan en duelos sobre hierba, ahora sobre tierra batida. Ahora gana uno, ahora gana el otro. Djokovic, que después de convertirse en el mejor jugador del mundo carga la cruz de sus pecados por no querer vacunarse y mentir a las autoridades australianas, ha visto cómo Nadal le deja sin la corona que tuvo sobre su cabeza hace un año en París. El serbio, número 1 mundial, quería revalidar el título en Roland Garros para dejar claro que sigue siendo el rey, pero Nadal tenía una idea diferente. Mientras el público francés ovacionaba a Nadal, Djokovic marchaba sin saludar, enfadado con una afición que le ha girado la espalda más por su posición sobre las vacunas que por su juego, que sigue siendo delicioso.

El alemán Alexander Zverev será el rival del manacorí en las semifinales. Un Nadal que no quería jugar en turno de noche porque no le gusta ni cómo bota la pelota ni tener menos tiempo para descansar. De hecho, había llegado a decir que este podía ser su último partido a Roland Garros, por cómo sufre por las lesiones. Pero jugará uno más, de momento. Y tal como lo hace, parece complicado que Zverev lo deje fuera de la final. A pesar de los problemas físicos que el jugador de Manacor ha tenido esta temporada, una vez más ha llegado en un buen estado de forma a la cita francesa. Y eso que Nadal llegaba más cansado, después de haber necesitado cinco sets para clasificarse para los cuartos de final, sufriendo contra el canadiense entrenado por su tío Toni Nadal, Félix Auger-Aliassime. Lo mismo da. Nadal ha sacado de tino a un Djokovic que venía de ganar el torneo de Roma y no había perdido ni un solo set ante del partido. De hecho, llevaba 22 sets consecutivos ganados, entre el torneo de Roma y Roland Garros.

16 años de rivalidad

Ha sido un nuevo episodio de una rivalidad que llevaba un año sin vivir ningún duelo. La rivalidad empezó precisamente aquí, en unos cuartos de final de Roland Garros, cuando el 7 de junio del año 2006 Nadal derrotó ael serbio Novak Djokovic, que se retiró por problemas físicos. Ahora quien llegaba tocado era Nadal, que hace pocas semanas tenía problemas para andar, pero se ha recuperado a tiempo para jugar como si todavía tuviera 20 años. Cuando llegan las citas importantes, el mallorquín sufre una metamorfosis. De hecho, Djokovic ha ganado más duelos directos (30 a 29), pero en partidos de los cuatro torneos grandes, manda Nadal (11 a 8).

Djokovic, uno de los dos únicos jugadores que han derrotado al manacorí en el torneo francés junto con el sueco Robin Söderling, que lo hizo en 2009, no ha conseguido sentirse cómodo en un primer set en el que Nadal ha empezado ya con un break. En el segundo Djokovic ha elevado su juego, en un maratón que no parecía acabar nunca, puesto que un solo juego ha llegado a durar 18 minutos. 18 minutos para conseguir decantar un juego en una lucha titánica en la que los dos han desplegado en la pista central su mejor repertorio de golpes. Pero ha sido Nadal quien ha conseguido estar más centrado y quien se ha apuntado un tercer set en el que ha tirado más de estrategia que de fuerza. Djokovic ha empezado el cuarto set visiblemente nervioso, golpeando la red con la raqueta, pero se ha situado 5 a 2 a favor. Aun así, el jugador de Manacor le volvía todos los golpes y hacía mucho daño con los golpes en paralelo. Como otras veces, Nadal ha encontrado una vía de fuga cuando parecía encarcelado. Ha demostrado ser alérgico a la derrota y siempre ha encontrado una forma para levantarse cuando ha recibido un golpe. Al final, ha ganado el partido en el tie-break del cuarto set. El mallorquín, que hace unos meses en Australia consiguió ser el primer jugador en llegar a los 21 títulos de Grand Slam y deshizo así el empate que tenía con Djokovic y Federer, ahora aspira a ganar por decimocuarta vez sobre la tierra batida francesa. Nunca ningún jugador ha ganado diez veces un mismo torneo de Grand Slam. Solo lo ha hecho él, 13 golpes. Y ahora busca la decimocuarta. El próximo rival será el verdugo del joven Carlos Alcaraz, Alexander Zverev. Sin Djokovic, Alcaraz ni Medvédev, el favorito vuelve a ser Nadal. Como siempre.

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