Un resbalón desafortunado frustra el coliderado del Espanyol

BarcelonaPor segundo domingo consecutivo, Pere Milla desató el éxtasis entre los aficionados blanquiazules. En el País Vasco, el icónico delantero leridano, con peines de cantante de culto, volvió a ver portería y en pocos minutos de partido declaró el estado de felicidad al Espanyol, que tuvo a la Real Sociedad contra las cuerdas en una primera hora de juego brillante. Fue efímero porque un accidente en defensa le dio la vuelta todo en un duelo de emociones fuertes que dejó con la miel los labios los de Manolo González, que solo se llevaron un punto de su visita a la Real Sociedad.

La tarde en San Sebastián arrancó cargada de sorpresas. En la presencia de Alan Pace al palco se sumó la presentación del nuevo esponsor principal del Espanyol, que aún no se había anunciado, y que es, de nuevo, Conservas Dani, y el color, rojo, de la camiseta de los pericos, que utilizaron la segunda equipación porque el árbitro no autorizó que vistieran de blanco. La enésima sorpresa de inicio la protagonizó Pere Milla, que como Rubio y Dolan fue una de las novedades del once.

Cuando apenas se habían disputado 10 minutos, el leridano, héroe contra el Atlético de Madrid, marcó el 0-1 con un cabezazo, lanzándose en plancha, tras una magnífica combinación con Roberto, en una acción iniciada por el eléctrico extremo inglés, el más veloz y desequilibrante de los visitantes. Antes del gol, en un comienzo vibrante, la Real había tenido tres claras que Dmitrovic había detenido.

Manolo González ha construido un bloque tan incómodo como competitivo, capaz de adaptarse a cualquier guión de partido, y que de inicio en lugar de arrugarse con el ímpetu txuri-urdin, fue muy agresivo y fue a buscar al rival a campo contrario, recuperando y corriendo a correr. Resultó ser la mejor primera parte desde que el gallego es entrenador del Espanyol, puro rock'n'roll de un equipo de autor de lo más enérgico y efectivo, que con sólo un tercio de la posesión chutó nueve veces en los primeros 45 minutos. El último remate acabó con el 0-2 de Puado, tras un segundo lanzamiento de penalti –el primero lo falló y se repitió por invasión del área– que había forzado al incansable Roberto.

El resbalón que lo cambió todo

Un desafortunado resbalón de Omar El Hilali en el minuto quince de la segunda parte empañó el gran partido del Espanyol y propició que Barrene marcara el 1-2, devolviendo al partido a la Real Sociedad, que a partir del gol puso cerco a la portería blanquiazul. Minutos después, Oskarsson hizo el empate después de una deliciosa asistencia de Oyarzabal.

Demasiado castigo para los catalanes, que se deshicieron como un azucarillo y que fueron sostenidos desde entonces por Dmitrovic. Con sus paros, el guardameta serbio frustró la remontada de los vascos y salvó un punto valioso para un Espanyol, que se mantiene invicto y al que un inoportuno resbalón le alejó del coliderado de la Liga.