El Espanyol protagoniza una remontada alocada en Eibar que puede cambiar su destino (2-3)

BarcelonaEn Eibar el Espanyol desapareció durante 90 minutos y tocó el cielo de forma agónica en el último suspiro (2-3). No exhibió un buen juego y se vio dominado en todos los sentidos, pero un penalti de Braithwaite le reavivó y acabó remontando en un final frenético con dos goles en tres minutos. En ese duelo se jugaban la segunda posición y el asalto al ascenso directo. Además, minutos antes del inicio del partido, los pericos recibían una noticia que les iba a espolear: el Leganés, líder de la clasificación, había perdido ante el Racing de Santander. Luis Miguel Ramis no quiso cambiar la fórmula del éxito ante el Mirandés y presentó un once idéntico al de la última jornada. Quizás no pensó que Etxeberría le había espiado la pizarra.

El Eibar tomó el control de la pelota en breve para proponer un juego muy vertical. Durante los primeros minutos ambos equipos exploraron el terreno, pero los locales imponían el ritmo y la dirección. Stoichkov, sin apenas ángulo, estuvo cerca de sorprender a Pacheco y hacer un gol imposible, pero el balón pasó a un palmo de la línea de portería. Calcó la acción pocos minutos después, y de nuevo los de Ramis tuvieron suerte. Omar El Hilali estaba siendo el mejor de la defensa blanquiazul, uno de los pocos que no se dejaba marear. Braithwaite y Puado no recibían balones y su equipo sólo podía obedecer a las órdenes de los locales. La victoria ante el Mirandés quedaba ya muy lejos.

Tras 45 minutos, el Espanyol había tenido algo más del 30% de la posesión. El dominio vasco halló recompensa. Aprovechando un pase en profundidad de Mario Soriano, Bautista dejó atrás la defensa con dos toques rápidos y sutiles y definió a la perfección para marcar el 1-0. Tras algunos minutos de valentía españolista en la segunda parte, Stoichkov volvió a encender las alarmas con un disparo al palo. Braithwaite, que no se entendió con sus compañeros, agravó la situación con una pérdida catastrófica que se convirtió en asistencia para un inspirado Nolaskoain (2-0).

Los blanquiazules aún tendrían una oportunidad para reconducir este partido de pesadilla. Una de las pocas llegadas al área provocó un penalti y el danés pudo redimirse marcando desde los once metros. Y, por increíble que pareciera, el Espanyol encontró la valentía y el corazón de darle la vuelta a la tortilla gracias a los cambios. En medio de unos minutos finales frenéticos, el Eibar acabó perdiendo el control y Salvi Sánchez decidió que ya era suficiente. Su chut cruzado hizo el 2-2 y, en el último suspiro, Lazo aprovechó una jugada de Gastón Valles para hacer el tercero y provocar el éxtasis de los pericos. Ni siquiera ellos saben muy bien cómo, pero se llevan tres puntos en un partido sin juego ni ideas, salvados por la insistencia y la magia que caracteriza remontadas como ésta.