RCD Espanyol

La imagen viral hecha con IA que el Espanyol hizo realidad hace 60 años

Aficionados pericos recrean virtualmente a Messi y Cristiano de blanquiazules, recordando cuándo lo hicieron Kubala y Di Stéfano

BarcelonaLa llegada de algún fichaje ilusionante que ayude a conseguir la permanencia será uno de los regalos más pedidos entre los aficionados del Espanyol a los Reyes Magos. En las redes, de hecho, algunos de ellos incluso han utilizado la ironía vistiendo con los colores blanquiazules estrellas mundiales como Leo Messi y Cristiano Ronaldo utilizando Grok, la inteligencia artificial generativa de X. tener 37 y 39 años, respectivamente, la presencia de cualquiera de ellos dos en Cornellà-El Prat sería un aliciente de peso para pensar en la salvación.

De momento, sin embargo, esta posibilidad se limita a las imágenes creadas por la IA. Unos montajes que son totalmente utópicos en la actualidad, dada la situación económica de la entidad espanyolista, pero que puede llegar a resultar familiar para los más viejos de la sala. Y es que hace 60 años el Espanyol llegó a fichar a dos de los entonces considerados mejores futbolistas del mundo, Ladislau Kubala y Alfredo Di Stéfano. Dos futbolistas superlativos que habían marcado una época en el Barça y el Real Madrid, respectivamente, y que pese a llegar a Sarrià con edades bastante avanzadas acabaron siendo claves para que el Espanyol se mantuviera en Primera. ¿Pero cómo llegaron ambas leyendas a la entidad espanyolista?

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El primero de ellos, Kubala, fichó por el club perico en septiembre de 1963, con 36 años. Hacía dos que se había retirado como futbolista en activo –justo después de la final de Copa de Europa de Berna–, y de hecho llegó a dar el salto al banquillo para dirigir al club azulgrana. Una etapa fugaz, ya que el siguiente curso de conseguir un subcampeonato fue destituido en enero. Kubala pidió entonces volver a jugar, compaginando los roles de futbolista y técnico, pero la directiva azulgrana no lo aceptó. Una negativa que siguió con atención al Espanyol, que en 1963 había regresado a Primera después de sufrir el año anterior su primer descenso.

Un directivo perico, Joan Vilà, junto a Ricardo Zamora y el entrenador Alejandro Scopelli, le consiguieron convencer para cambiar de bando ciudadano. "Ficho por el Espanyol porque me lo ha pedido mi amigo Scopelli, pero también porque de ese modo no me muevo de Barcelona ni me separo de mi familia. Es un gran club catalán y quiero devolverle la confianza depositada ", dijo entonces el propio Kubala, que rechazó ofertas de Italia, Francia y Portugal y de otros tres equipos españoles, tanto para jugar como para entrenar.

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El húngaro firmó a cambio de un salario simbólico, de 500 pesetas mensuales, que dio a un centro benéfico. Pese a llegar después de dos años de inactividad, se preparó físicamente para dejar atrás el calvario de lesiones y problemas físicos, casi una veintena, que condicionaron las once temporadas que había vivido como azulgrana. Su fichaje por el Espanyol provocó un terremoto emocional en la afición del Barça, que le recibió con una sonora pitada cuando visitó el Camp Nou como blanquiazul.

Con todo, Kubala hizo su trabajo: durante la temporada 1963-64 disputó unos 35 partidos, en los que marcó ocho goles. El último de ellos, por cierto, marcó el camino de la permanencia, ya que sirvió para iniciar la remontada blanquiazul en el partido de vuelta del play-off para mantenerse en Primera que el Espanyol jugó contra el Sporting Gijón. En la ida, derrota por 1-0. En la vuelta, triunfo por 3-0, con gol inicial suyo en el minuto 13. Fue la estrella de ese duelo, el último como futbolista profesional en activo de su carrera.

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Eternos rivales, pero también amigos

Pocos días después aceptó la oferta de continuar en Sarrià, haciéndose cargo del banquillo del Espanyol. Aquel mismo verano, en Madrid, Di Stéfano y Miguel Muñoz protagonizaron un divorcio tras el descalabro de los blancos en la Copa. de Europa contra el Inter de Milán de 1963, que acabó con la salida del argentino, ya con 38 años. disputaron, entre ellos el Betis, el Milan y el Celtic, pero fue el Espanyol quien le convenció. fue decisiva. El Espanyol le mejoraba la ficha que le ofrecía el club italiano, tal y como le aseguró el ex azulgrana en una reunión en la Costa Brava. Di Stéfano dio el sí definitivo al Espanyol, Kubala fue a recibirlo en la misma pista del aeropuerto de El Prat. empezar a amortizarlo ese mismo verano, en una gira por Alemania y Austria en la que su presencia elevó el caché de los blanquiazules. amistoso en Múnic, acabó en empate con gol de Di Stéfano, que durante el curso 1964-65 tuvo a Kubala como entrenador Su paso como jugador españolista se alargó hasta dos temporadas, en las que disputó 60 partidos. y marcó 14 goles. Unos registros inferiores a los que había tenido en Madrid, pero que sirvieron a los blanquiazules para finalizar las temporadas 1964-65 y 1965-66 dos puntos y un punto por encima del play-off de descenso, respectivamente. Colgó las botas con casi 40 años.

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Ya sin Kubala ni Di Stéfano, el Espanyol se reinventó con la delantera de los cinco delfines (Amas, Pina, Re, Rodilla y José María). Un equipo que acabó tercero en la temporada 1966-67, sólo por debajo de Madrid y Barça. blanquiazul.