Un tribunal decidirá este lunes si Novak Djokovic puede jugar el Abierto de Australia
El número 1 mundial sigue encerrado en un hotel de Melbourne en plena tormenta por su decisión de no vacunarse
BarcelonaUn tribunal australiano decidirá este lunes sobre la deportación del tenista serbio Novak Djokovic, que está retenido en un hotel de Melbourne después de que las autoridades de Australia le revocaran el visado por incumplir las medidas contra el covid-19, una decisión que ha desatado las críticas de Belgrado.
El número 1 del mundo llegó el miércoles por la noche a Australia con una exención médica que le permitía defender su título en el Abierto de Australia a pesar de no estar vacunado, pero poco después las autoridades fronterizas de aquel país le cancelaron el visado. Después de una larga entrevista, lo trasladaron a un hotel de la ciudad de Melbourne esperando que se tome una decisión sobre su deportación. Los abogados del tenista recurrieron este miércoles la decisión de las autoridades y el Tribunal del Circuito Federal ha programado una vista para el lunes para decidir si Djokovic es deportado del país, según la cadena pública australiana ABC.
La defensa de Djokovic señaló que haría falta una respuesta definitiva para el martes por motivos de programación del Abierto de Australia, que se celebra en Melbourne entre el 17 y el 30 de enero, y el juez Anthony Kelly les respondió que en este caso "la cola no moverá al perro".
El primer ministro australiano, Scott Morrison, que afronta una crisis por el repunte del covid, ha subrayado hoy que "no hay casos especiales, las reglas son las reglas", en alusión a los requisitos para los viajeros que tienen que tener la pauta completa de la vacuna contra el covid-19 o una exención médica válida para entrar en el país. El político, que busca su reelección este año, sintonizó con la indignación de la sociedad de Australia, donde más del 90% de la población mayor de 16 años está vacunada y ha sufrido durante meses una de las políticas de confinamiento y cierre de fronteras más duras del mundo, que hizo que no pudieran viajar ni para ver a sus seres queridos que podían perder la vida.
"No es apropiado que yo vea el historial médico del señor Djokovic. No sería justo que lo hiciéramos [...]. Pero lo único que puedo decir es que la prueba de exención médica que se proporcionó se consideró insuficiente", manifestó Morrison, que recalcó que las reglas de control de fronteras "son claras y no discriminatorias".
Según el diario The Age, Djokovic argumentó que contrajo el covid-19 hace seis meses, uno de los motivos por los que se puede solicitar una exención médica en Australia, y que este permiso fue otorgado por Tennis Austràlia y el gobierno regional de Victoria, donde se juega el torneo, a pesar de las advertencias de las autoridades sanitarias australianas de que este tipo de permisos libres de cuarentenas serían rechazados. Ahora los abogados del jugador tendrán que demostrar que se han producido errores graves en la revocatoria del visado, puesto que Djokovic corre el riesgo de que se le prohíba la entrada durante tres años en el país, según expertos.
El Abierto de Australia, el primer gran torneo de la temporada, es su terreno preferido, porque lo ha ganado en un total de nueve ocasiones. El año pasado se impuso en la final ante el ruso Medvédev, uno de los jugadores jóvenes que poco a poco aspiran a dominar el circuito. Este año Djokovic buscaba la décima corona en una pista en la que siempre recibe el apoyo de los miles de serbios que viven en tierras australianas. De hecho, muchos se han reunido a las puertas del hotel donde está el tenista ahora mismo. Hasta ahora, solo un jugador ha sido capaz de ganar uno de los cuatro torneos más grandes un total de 10 veces, Rafa Nadal. El jugador de Manacor, de hecho, ha ganado en 13 ocasiones en Roland Garros. Ahora Djokovic intentará llegar a los 10 triunfos en la pista central Rod Laver. Además de las nueve coronas australianas, el jugador de Belgrado, de 34 años, ha ganado 6 veces en Wimbledon, 2 veces en Roland Garros y 3 veces en el Abierto de los Estados Unidos.
Los serbios, indignados
La decisión australiana ha causado la ira de Sdran Djokovic, padre del jugador, que calificó la vigilia a su hijo como el "símbolo y líder del mundo libre" que no "tolera la injusticia, el colonialismo ni la hipocresía", mientras que el presidente de este país balcánico, Aleksandar Vucic, ha asegurado que su gobierno está trabajando para que pare "el acoso al mejor tenista del mundo cuanto antes mejor".
La batalla legal en Australia puede servir como precedente de lo que pasará el resto de la temporada si Djokovic sigue sin vacunarse, puesto que puede tener problemas en el torneo parisiense de Roland Garros, después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, haya declarado que quiere "joder" a los no vacunados.