La advertencia del catedrático Pol Antràs: “El covid tendrá unos efectos muy importantes sobre la desigualdad”
El economista de Harvard lamenta que los beneficios de la globalización no se repartan de manera igualitaria porque esto genera más populismos
La crisis económica provocada por la pandemia del covid-19 tendrá “unos efectos sobre la desigualdad muy muy importantes”, según ha alertado Pol Antràs, economista y catedrático de Harvard. Especialista en comercio internacional, Antràs ha asegurado que la crisis es preocupante porque “muchos saldrán con una pérdida de renta muy importante”. Esto provocará una sucesión de acontecimientos indeseables, ha avisado: primero un aumento del populismo y, posteriormente, más presión contra el comercio internacional y la globalización. Así lo ha explicado durante una conferencia que ha impartido telemáticamente durante la inauguración de la jornada anual del Colegio de los Economistas de Catalunya.
Antràs también ha mostrado “una preocupación muy grande” por el “choque dramático” que se está produciendo en las cadenas de suministro globales. La escasez de materias primeras y el encarecimiento del transporte marítimo están alterando todo el sistema de abastecimiento mundial y muchas fábricas se quedan sin los materiales que necesitan para fabricar.
A pesar de esto, Antràs no cree que toda la experiencia del último año y medio incentive una relocalización –o retorno– de fábricas de Oriente en Occidente, como en algunos momentos se ha especulado. “Hay muy poca evidencia que esto esté pasando. Siempre podemos encontrar una empresa que ha decidido volver a casa, pero a nivel agregado estas parecen decisiones muy puntuales”, ha dicho antes de reiterar: “La gente que defiende que estamos viviendo una desglobalización se basa en ejemplos puntuales”. Con todo, ha reconocido que “esto no quiere decir que no pueda pasar en el futuro”, justamente por el aumento de los populismos.
El economista considera que la relocalización de fábricas es mucho más cara para las empresas de lo que puede parecer en un principio. “A pesar de que el covid y otros casos te puedan llevar a replantearte la estrategia, cuando te sientas a hacer números seguramente no lo haces”, opina. El motivo es que, cuando quieres devolver una planta, el coste que tuviste montándola fuera “no lo recuperas” y, en cambio, sí que tendrás un coste añadido para volver a hacer la fábrica en tu país de origen. Según Antràs, los choques puntuales difícilmente serán un argumento suficientemente sólido para que las empresas tomen esta decisión. Lo que sí que las convencería son los choques persistentes como por ejemplo, una vez más, la existencia de "un porcentaje muy alto de población que se sienta alienada y siga votando a partidos antiglobalización". “Eso sí que lo veo un choque persistente –ha dicho– que puede hacer que las empresas cambien de opinión”.
Más globalización, más desigualdades
A juzgar por las palabras de Antràs, el aumento del populismo no es un capricho de la ciudadanía, sino que se explica con datos. El experto se ha preguntado por qué la gente no veía los beneficios de la globalización que pregonaban los economistas. La respuesta la ha ofrecido él mismo: “A pesar de que el PIB mundial y de casi todos los países ha crecido, brutalmente en el caso de China, los beneficios no se han repartido de manera proporcional en todo el mundo: algunos se han beneficiado mucho y otros han perdido en este proceso. Tenían trabajos que se han deslocalizado y, si han encontrado uno nuevo, sus salarios han bajado”.
De hecho, el catedrático ha mostrado un gráfico de un estudio que él mismo ha hecho en el que se muestra cómo la apertura del comercio de los Estados Unidos ha crecido de manera casi calcada al índice Gini (que refleja la evolución de las desigualdades). Al mismo tiempo, en cambio, la progresividad de los impuestos ha caído con mucha fuerza en la primera potencia mundial. “Se han reducido los impuestos a los ricos y los subsidios a los pobres”, ha resumido Antràs.
Para acabar, el economista ha avisado a aquellos que esperen que los adelantos tecnológicos (como la robotización, la impresión 3D o el blockchain ) reducirán la globalización. En su opinión, “históricamente, la tecnología fomenta el comercio y la globalización”, y esta vez no será diferente. “Las empresas que han adoptado robots [en sus fábricas] han tendido a aumentar sus importaciones y exportaciones. Y con el 3D y el blockchain también pasará”.