La Cellnex de los fondos ya vislumbra los dividendos
La compañía no tiene sobre la mesa el regreso de la sede social a Cataluña
MADRID"No es una revolución, sino una evolución natural de la historia de Cellnex". Así resumió el consejero delegado de Cellnex, Marco Patuano, el momento por el que pasa el gigante europeo de origen catalán de las infraestructuras de telecomunicaciones. Después de años de una fuerte expansión, pero también de fuerte crecimiento de la deuda que apenas empieza a secar (actualmente se sitúa en 17.300 millones de euros), ahora la cotizada tiene entre ceja y ceja la "consolidación" de su negocio.
Cellnex ha decidido alejarse de la agresiva estrategia de crecimiento que había seguido la dirección anterior para centrarse en lo que le permita dibujar un horizonte robusto y, sobre todo, saneado en términos financieros. Esto ocurre, principalmente, por poner el foco en los países donde ya opera y "focalizar los recursos y esfuerzos en las oportunidades de crecimiento que puedan ofrecer estos mercados". Una estrategia que, de rebote, le permitirá encarar una "política de remuneración que resulte atractiva para los accionistas", ha defendido la presidenta de la compañía, Anne Bouverot, durante la junta general de accionistas celebrada este viernes en Madrid. "Pronto será el momento de recoger [los frutos la inversión]", reiteró Bouverot ante los accionistas.
De hecho, el cónclave de este viernes no sólo ha servido para reafirmar el objetivo de repartir dividendos a partir de 2026 (500 millones de euros anuales, que aumentarán un 7,5% a partir de 2027 y hasta el 2030), sino también para abrir la puerta –como anticipó la compañía este jueves, durante la presentación de los resultados del primer trimestre del 2024– a ampliar esta remuneración a los accionistas, sea a través de mayores dividendos o de la recompra de acciones.
Adiós a Irlanda, dudas con Austria
Para materializar una posible mejora de esta retribución a los accionistas será clave la decisión de la compañía sobre Austria. Cellnex está analizando si se desprende del negocio en el país. Por ahora sólo lo está analizando, pero la compañía confía en tener ofertas "no vinculantes" a partir de mayo, ha recalcado Patuano en un encuentro con la prensa previa a la junta general. En cualquier caso, el consejero delegado ha dejado claro que todo dependerá de los precios de las ofertas. Donde sí se ha firme la desinversión es en Irlanda. El pasado mes de marzo la compañía anunciaba la venta del 100% del negocio por 971 millones de euros.
Por el contrario, Cellnex quiere seguir haciéndose fuerte en sus principales mercados: España, Francia, Polonia, Reino Unido e Italia. En el caso español en particular, la compañía trata de reojo la fusión entre MásMovil y Orange, que ha dado lugar a MasOrange. Patuano recalcó que el mapa de las telecos en el Estado después de este matrimonio es más pequeño: se pasará de cuatro a tres grandes operadoras. A ojos de la compañía, esto no encaja del todo con que sean cuatro las grandes empresas que gestionan las torres de telecomunicación (Cellnex, Totem, Vantage y American Tower). "Uno mercado que se va consolidando por el lado de los operadores imagino que también se consolidará por el lado de las empresas de torres", ha dicho el consejero delegado, que no ha querido anticipar hacia qué dirección: "¿Cómo se hace? ¿Cuándo se hace?" Ésta es una muy buena pregunta", ha añadido.
2023, un año de cambios
Sin embargo, Cellnex ya saca pecho de este cambio de estrategia y sostiene que se está notando en sus cuentas, así como en el cumplimiento de los objetivos. "Fue gracias a una prudente gestión de las inversiones ya un estricto y riguroso control de nuestra estructura de costes", recalcó Patuano durante la junta.
De hecho, la junta de este viernes también ha servido para poner de relieve los aires renovados, no exentos de polémica. 2023 fue un año de cambios. De entrada, supuso la marcha forzada de Bertrand Kan y el nombramiento de Bouverot como presidenta no ejecutiva. Poco después aterrizó a Patuano como consejero delegado, tras la renuncia de Tobías Martínez. En cambio, donde por ahora no se prevé ningún movimiento es en torno a su sede social. Cellnex ha reiterado durante el acto que sigue descartando devolver su sede social a Barcelona.