Infraestructuras

Los contratistas acusan al Estado de incumplir la ley con las infraestructuras

Cifran en 5.000 millones de euros la inversión necesaria en Catalunya

Carlota Serra Llagostera
2 min
Un trabajador en una obra pública en Cornellà.

BarcelonaIndignación (de nuevo) a la Cambra de Contractistes d'Obres de Catalunya (CCOC). Según su informe presentado este jueves sobre el sector de la construcción en Catalunya en 2021 y las previsiones para el 2022, este año será "un año complicado" –a pesar de que los datos registrados durante el primer trimestre "fueron buenos"– ya que debido a la guerra en Ucrania "la situación es de incertidumbre total". Así lo ha expresado su presidente, Joaquim Llansó, quien ha criticado duramente el déficit de inversión en infraestructuras en Catalunya por parte del Estado: la ejecución en 2021 ha sido del 35,8% de lo presupuestado.

Según Llansó, "el Estado está incumpliendo la ley de presupuestos generales del Estado" en materia de inversión. Con todo, la licitación aumentó un 97% en 2021 y logró 2.957,9 millones de euros, lo que supone un 52% más respecto al 2019. Este importe todavía se sitúa por debajo de la licitación media de los últimos 20 años (3.700 millones de euros anuales) y, según los contratistas, queda lejos de las necesidades de la economía catalana. Según Llansó, la inversión del conjunto de las administraciones tendría que ser "de aproximadamente unos 5.000 millones anuales, que es el equivalente al 2,2% del PIB, según la tendencia de los principales países europeos durante los últimos 20 años", ha explicado.

A su vez, desde la Cambra han asegurado que "es una casualidad que justamente haya este déficit tan grande cuando, el mismo año, en Madrid se ha ejecutado más del 180% de lo presupuestado". Según Llansó, "puedes tener problemas con una obra o dos, pero no tantos y de manera recurrente. Es curioso que en Madrid no pase", ha concluido.

Preocupación por los precios

Los contratistas también han alertado de la situación "incierta" para este 2022, principalmente provocada por el conflicto entre Rusia y Ucrania y el aumento generalizado de precios de las materias primas y la energía. Según su informe, "hay un aumento exponencial de obras públicas que quedan desiertas o que, una vez adjudicadas, no se quieren hacer por culpa de los altos precios".

El principal problema, según la Cambra, es que no se están aplicando los mecanismos existentes de adaptación de precios a las obras que salen a concurso, de forma que acaba siendo "inviable para los constructores" llevar a cabo obras que mantienen los precios de hace 3 o 4 años. "Estamos operando con presupuestos totalmente desfasados", critican.

Pese a las incertidumbres que hay, las expectativas son positivas. Las previsiones de los principales actores económicos apuntan que la inversión en construcción podría crecer en España alrededor del 4% en 2022, y crecer de manera más intensa en 2023 (5,5%). En cuanto a las previsiones en construcción residencial, se estiman crecimientos entre el 7% y el 8% para el 2022. Se prevé que se incremente el número de viviendas de nueva planta en Catalunya, particularmente las viviendas de promoción pública y privada de alquiler social, aunque no será, sin embargo, hasta el 2023 que se recuperarán los niveles previos a la pandemia.

Por otro lado, para la edificación no residencial la previsión es que la recuperación no sea tan rápida cómo en la residencial, debido a los cambios que experimentan y las características propias de ciertos sectores económicos.

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