Las DO del vino catalán ganan terreno a pesar de la pandemia

Las bodegas aumentaron ligeramente la cuota de mercado, pero las ventas cayeron un 10%, sobre todo a la hostelería

3 min
Un tractor en una viña del Segrià, el pasado mes de mayo.

BarcelonaLos vinos catalanes aumentaron ligeramente su cuota de mercado en Catalunya en 2020, en un ejercicio marcado por la caída de ventas fruto de la pandemia y la plaga de mildiu que ha afectado a las viñas.

Concretamente, los vinos de las denominaciones de origen catalanas representaron el 41,5% del total de vino vendido en Catalunya el año pasado, 0,3 puntos porcentuales más que el año anterior. En cuanto al valor de las ventas, la cuota de los vinos catalanes subió 1,7 puntos, hasta el 32,1%.

Las DO catalanas consiguieron aumentar ligeramente su peso en el mercado local a pesar de la bajada generalizada de ventas y los problemas en la producción de uva. Concretamente, la venta de vino cayó un 10,5% en Catalunya en 2020, a pesar de que si se cogen únicamente las ventas de vino con DO catalana, la reducción es menor, del 8%. En cambio, el vino catalán sin sello de origen disminuyó un 15,5%.

La principal causa de la caída de ventas es la pandemia del coronavirus, que ha comportado el cierre o la aplicación de restricciones de horarios y aforos en bares, restaurantes y hoteles. El canal de venta a la hostelería, que antes del estallido de la epidemia representaba cuatro de cada diez ventas para las DO catalanas, ha pasado a representar solo un 26% del total vendido en 2020. Esto supone que las compras de vino catalán por parte de la restauración se redujeron un 40%, según el Institut Català de la Vinya i el Vi (Incavi).

En el otro lado, sin embargo, están las ventas al llamado canal de alimentación, es decir, las que se hacen a través de tiendas y supermercados a particulares, que crecieron un 13%, aunque este aumento es insuficiente para compensar la caída en la hostelería.

A pesar de la reducción de ventas, el director general del Incavi, Salvador Puig, ha destacado este miércoles que el sector es "fuerte" y tiene una "resiliencia muy importante" en momentos de crisis como la actual. Según Puig, el instituto que dirige no tiene constancia de que ninguna bodega catalana haya cerrado en el último año. En este sentido, el director del Incavi ha recordado que la anterior recesión, iniciada en 2007 y 2008, tampoco hizo que bajara la persiana ninguna empresa, lo cual lo lleva a pensar que los productores catalanes "trampearán" de nuevo la situación actual hasta que vuelva a crecer la economía.

Menos producción por el mildiu

Si el 2020 fue malo para las bodegas, también lo fue para los viticultores por culpa de la plaga de mildiu, que afectó duramente a gran parte de las viñas del país, así como por los bajos precios, según Puig. La Generalitat y el Estado pusieron en marcha una línea de ayudas de 15 millones para compensar las pérdidas.

La producción de uva el año pasado fue de 311,2 millones de kilos, un 27,6% inferior a la del 2019. No obstante, Puig ha asegurado que ha sido "mejor" que el mildiu afectara a las viñas el año pasado más que otro año con más normalidad, puesto que una parte de la caída de la producción ha sido absorbida por la bajada de ventas.

De toda la producción de uva, casi la mitad (un 47,7%) se ha destinado a la DO Cava, seguida por la DO Catalunya, con un 13,8%; la Penedès, con un 10,3%; la Terra Alta, con un 6,5%, y Costers del Segre, con un 5%. El resto de sellos recibieron entre un 0,1% y un 3% del total producido, mientras que un 6,2% se destinó a vinos sin DO.

stats