Las dudas ferroviarias de la conexión El Prat - Girona - Reus
Pese a los históricos retrasos en las obras del AVE, el acuerdo entre el Estado y el Govern prevé empezar a construir las estaciones antes del 2026
Barcelona"Siempre me dices lo mismo y todos los años igual...". El estribillo de esta sevillana ha sonado estos días de nuevo en la cabeza del presidente de la Cámara de comercio de Reus, según explica, después de que el lunes el acuerdo entre el Estado y la Generalitat blindara una promesa que oye desde hace doce años. Las dos administraciones se han comprometido a completar la conexión ferroviaria de los aeropuertos de Girona y Reus en el marco de la negociación para ampliar El Prat. Para Jordi Just, este pacto significa que en cinco años podría ver empezadas las obras de la estación intermodal que tiene que acercar el AVE al aeropuerto de la capital del Baix Camp. "Estamos escaldados con este tema y vigilaremos con mucha precaución que realmente se cumplan los plazos", avisa el dirigente de la institución. El anuncio de la estación de alta velocidad para Reus, de la cual se habla desde 2009, la ha recibido con un punto de alegría y otro de escepticismo. "Hemos pasado años con excusas sobre la economía y la crisis, mientras hay zonas de 1.400 habitantes que inauguran paradas de AVE. ¿Por qué tiene menos peso una región de 480.000 personas?", cuestiona Just.
Este equilibrio entre el escepticismo y la celebración es lo mismo que expresa Jaume Fàbrega, presidente de la Cámara de comercio de Girona. "Lo consideramos una muy buena noticia, pero aquí el tema de los plazos es capital, no tanto por los anuncios como por la ejecución. Tenemos experiencia en grandes anuncios que se han hecho, pero después las obras públicas se alargan inexplicablemente en el tiempo", añade. Según lo que han acordado el gobierno español y el catalán, las estaciones para enlazar los aeropuertos de Girona y Reus con el AVE y la ciudad de Barcelona estarían en construcción antes del 2026, año que tiene que marcar un antes y un después en la red de aeropuertos catalana. "Ojalá sea real, pero en Girona todavía tenemos obras como el desdoblamiento de la N-II que no se han acabado. Desde esta óptica, se nos hace difícil creer en el 2026", advierte Fàbrega.
Fuentes del Govern remarcan que el objetivo de tener las estaciones en construcción en 2026 es "100% realista". Para los técnicos, insisten estas mismas voces, es posible cumplir los plazos pactados con el Estado, pero hará falta voluntad política por parte de Adif. La parada en Reus ni siquiera está proyectada, mientras que la de Girona ya se preveía en las inversiones de Aena para el Dora (el documento regulador que fija las actuaciones en los aeropuertos para los próximos cinco años) que tiene que aprobar el consejo de ministros antes de que se acabe septiembre. El coste de estas nuevas infraestructuras se podría situar en una horquilla de entre 40 y 55 millones de euros cada una, aseguran estas fuentes. Esta conexión, matizan, se haría en el horizonte más próximo con la ciudad de Barcelona y no con el aeropuerto de El Prat, como se había interpretado inicialmente, después de algunas declaraciones del vicepresidente de la Generalitat y conseller de Territorio y Políticas Digitales, Jordi Puigneró.
Los retrasos del alta velocidad
"El objetivo de la conexión ferroviaria era no tocar las pistas de El Prat, sin embargo, ahora que la Generalitat lo ha permitido, ¿cuál es?", se pregunta el catedrático de economía de la UB y experto en infraestructuras Germà Bel. El experto considera que este planteamiento es "muy absurdo" y que el trayecto desde un aeródromo como el de Vilobí de Onyar hasta Barcelona continuará siendo más rápido en autobús que con el alta velocidad, si se tienen en cuenta los tiempos de espera y los desplazamientos de la terminal hasta la estación del AVE. "Era una barbaridad decir que Girona podía servir de tercera pista y conectarla directamente con el AVE hasta El Prat, esto no lo tiene ningún aeropuerto del mundo", espeta el académico. Además, advierte que la conexión de Reus y Girona supondrá "centenars de millones en inversión y déficit público" para después acabar "subvencionando" los trayectos en caso de que no funcione el plan.
Las dudas sobre la situación ferroviaria de los aeropuertos catalanes se basan en un precedente peligroso. El AVE ya ha protagonizado retrasos ruidosos como el de la estación de La Sagrera. La ejecución de las obras se empezó a adjudicar en 2009 y, después de varias paradas, se llegó a proyectar la finalización para 2020. La fecha de inauguración, sin embargo, se ha vuelto a desplazar hasta el 2023.
- ¿Qué han acordado la Generalitat y el Estado sobre la conexión con el AVE de los aeropuertos de Reus y Girona?El entendimiento anunciado el pasado lunes explicitó que el Estado se compromete a construir estaciones de alta velocidad para conectar los dos aeropuertos con Barcelona. “Un hecho que permitirá apostar por la intermodalidad y mejorar la operativa de El Prat”, defendía entonces la Generalitat.
- ¿En qué punto se encuentran actualmente?La parada del AVE en Vilobí d'Onyar ya estaba proyectada en las inversiones de Aena, pero es una deuda pendiente con el aeropuerto desde hace años. En Reus ni siquiera se ha llegado a licitar esta obra, que el territorio considera indispensable para reavivar el aeródromo. El acuerdo implica que la construcción esté en marcha antes de 2026, es decir, en los próximos cinco años. Fuentes de la Generalitat calculan que las estaciones costarían entre 40 y 55 millones cada una.
- ¿A qué nivel de detalle se ha concretado esta inversión?“De momento, cero”, afirman fuentes del Govern. Estas voces aseguran que hay un margen de cuatro años para concretar los detalles del plan director en el marco de la mesa institucional que estudia la ampliación de El Prat (y su impacto en Girona y Reus). En este sentido, insisten que el acuerdo actual tampoco concreta si afectará a la zona de la Ricarda o cuántos metros se alargaría la tercera pista por encima de este espacio natural protegido.