El banquero catalán que probó el 'posibilismo' durante el franquismo
Fèlix Escalas lideró al Urquijo en Cataluña y presidió la Cámara de Comercio
Hace cuatro años y medio dedicamos este mismo espacio a glosar la figura de Josep Suñol Garriga (1898-1936), personaje fundamental de la historia del país en su calidad de empresario de prensa, diputado de Esquerra Republicana y presidente del Barça, que acabó sus días fusilado por los golpistas durante los primeros días de la Guerra Civil. La fortuna familiar de los Suñol procedía de las explotaciones de azúcar de remolacha, producto estrella desde la pérdida de las colonias en 1898. Como las élites catalanas están muy entrelazadas entre ellas, se da la circunstancia de que en el despacho de abogado de Ildefonso Suñol Casanovas (1866-19 Félix Escalas Chamení, que con los años sería un personaje clave del mundo empresarial y político del país.
Félix Escalas Chamení Banquero e industrial
- 1880-1972
El protagonista de hoy había nacido en la ciudad de Palma y durante su juventud se dedicó a escribir colaboraciones periodísticas en algunos medios locales, como La Almudaina, La Voz de Mallorca y El Correo de MallorcaMás tarde se trasladó a Barcelona para estudiar derecho y fue durante la época de pasante cuando puso los pies en el despacho de los Suñol. de industria y navegación).En los catorce años que ocupó el cargo a menudo fue el representante de la entidad en los congresos y las asambleas internacionales, hecho que le procuró una agenda de contactos de mucho peso. de la división catalana que se acababa de fundar (en la práctica, era una entidad separada y autónoma de la matriz). Para este nombramiento también fueron claves los ocho meses que pasó en Madrid junto a Francesc Cambó, que había sido nombrado ministro. de Escalas en el banco se prolongó hasta 1944 y llegó a ser su consejero delegado. de la Academia de Jurisprudencia y Legislación de Barcelona (hoy, de Catalunya). El salto al mundo de la empresa industrial vino de la mano de las participadas del Urquijo, por lo que pudo intervenir en los órganos de gestión de grandes empresas catalanas donde el banco había invertido, como la Maquinista Terrestre y Marítima, la Maquinista Terrestre y Marítima.
En el terreno político, pronto se vinculó a la Liga Regionalista, y por eso tenía la relación estrecha con Cambó que hemos comentado antes. Esta conexión le llevó a publicar artículos en La Voz de Cataluña y en la revista Economía y Finanzas. Ambas publicaciones estaban relacionadas con la Liga: el diario como órgano de comunicación y la revista porque pertenecía a Editorial Catalana, la empresa que había fundado Francesc Cambó en 1917. En 1919 logró ser diputado provincial en la Diputación de Barcelona, un cargo que ocupó cuatro años, para después ser designado vicepresidente de la Mancomunitat. No volvió a la política hasta los tiempos de la República, cuando ocupó varios cargos en la Generalitat inmediatamente posterior a los hechos del 6 de octubre de 1934. También por aquel entonces ejerció como presidente de la Cámara de Comercio (1934-1938), una posición que reeditaría muchos años después (1954-1963). En 1960 fue elegido miembro de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras, y su discurso de ingreso se tituló El turbellino económico universal, un enunciado inspirado en el libro Confusión de confusiones de Joseph de la Vega, publicado en 1688 y considerado el primer manual de bolsa de la historia. En virtud de sus buenas relaciones con el franquismo, intentó encontrar rendijas para que la burguesía catalana tuviera voz en las decisiones de la dictadura, lo que se llamaba "posibilismo". En algunas ocasiones le funcionó.