Camisetas que adoctrinan: “Todo está yendo de puta madre”

Antes de continuar leyendo este artículo es imprescindible que active el sentido del humor. Los protagonistas son dos amigos, independentistas, que se dedican a la comunicación sobre todo política y que prefieren no desvelar su identidad. De vez en cuando se hacían, a nivel de aficionados, camisetas con lemas en las que ironizaban sobre la actualidad y “haciendo coña” de la línea política que ellos mismos defienden. "Cada vez tenían más éxito en nuestro entorno", explica uno de los creadores. Y es ahí donde decidieron convertir a la afición en un negocio, que bautizaron como La Doctrina. Empezaron a idearle poco antes del confinamiento, pero estar encerrados en casa durante tres meses les ayudó a darle el impulso final. Salieron al mercado en julio, prácticamente en el mismo momento en que lo hacía el resto de la sociedad de su casa. Y lo hicieron a través de la venta online (Ladoctrina.cat) y con una idea clara: "No les damos la camiseta que quieren". El punto de partida es que las frases que estampan en las camisetas “sonaran mucho y tuvieran un punto de cuñadismo”, puntualiza el impulsor. “De hecho, son un fail porque son frases que han hecho mucha fortuna por vender cosas que después no han pasado”, añade.

Empezaron vendiendo seis doctrinas. Desgranamos algunas. En diciembre del 2017, en plena campaña electoral, Puigdemont prometía desde Bruselas que si ganaba las elecciones volvería a Catalunya para ser investido presidente. Sus palabras exactas fueron: "Yo volveré al Palau de la Generalitat, que nadie tenga ninguna duda". Las elecciones las ganó, pero sigue en Bruselas. La doctrina que aprendieron estos jóvenes empresarios de aquella promesa fue: “Abrázame hasta que vuelva Puigdemont”. Más ejemplos. En octubre de 2019 sale la sentencia del Proceso y estallan las manifestaciones en la plaza Urquinaona. La imagen que se repitió durante días fue la de contenedores quemados. La lección de La Doctrina: "Barcelona ponte guapa".

La pandemia tampoco ha escapado de sus ironías. El 25 de febrero, el que era secretario de Salud Pública, Joan Guix, aseguraba sobre el cóvido-19: "Si nos ponemos a contar, la gripe es mucho más grave", una afirmación avalada también por numerosos epidemiólogos. La lección de La Doctrina: "Es como una gripe".

Dos ejemplos más. En pleno confinamiento surgió la campaña Todo irá bien. Cada vez se veían más pancartas en balcones y ayuntamientos con el arco iris y con ese lema que intentaba buscar la parte positiva de la peor crisis sanitaria vivida en los últimos años. La lección de La Doctrina: "Todo está yendo de puta madre". A la última en incorporarse tras el revuelo que se ha generado con la aprobación de la ley Celaá necesita pocas explicaciones: “Perdón por hablar catalán en Cataluña”, con el emoji de las manos que piden disculpas.

“La que está teniendo más éxito es la de Barcelona ponte guapa”, explica el empresario. El negocio empezó con camisetas y bolsas pero ahora ya lo han ampliado con nuevos productos, como mascarillas o sudaderas. Sus canales de comunicación son Instagram y Twitter. "En esta última red social el tipo de crítica que hacemos funciona muy bien entre los usuarios", explica. El público es joven, no supera los 40 años y catalán. "El 100% de sus ventas se hacen en Cataluña, no nos hemos planteado hacer nada en castellano", deja claro.

El despacho de la empresa es su casa y, aunque todavía no lo han explorado, no descartan la apertura de una tienda física. De hecho, alguna de ellas ya se ha puesto en contacto con ellos para vender sus productos. La inversión que realizaron para impulsar el negocio fue “mínima” (inferior a 5.000 euros) y su objetivo para este año es recuperar esa cantidad. Cómo defienden en otra de sus doctrinas : “Lo tenemos a la vuelta de la esquina”.