"Carglass cambia, Carglass repara": ¿de dónde ha salido el gigante de los parabrisas?

Ronnie Lubner era un hombre de negocios pero también un hombre sencillo. Solía ​​vestir camisa de cuadros, mirar los partidos de fútbol desde el televisor y bromear de todo. "Antes de empezar una reunión, siempre soltaba varios chistes", recordaba hace tan sólo cuatro meses Marc Lubner, su sobrino. Lo contaba ante una sala llena a rebosar de familia y amigos que habían querido despedirse por última vez de uno de los grandes nombres del sector del vidrio. Ronnie Lubner y su hijo Gary lideraron durante décadas al grupo Belron. Es la multinacional propietaria de marcas de repuesto de parabrisas como Carglass –que opera en una treintena de países, entre ellos España– y de una decena larga de marcas más, esparcidas por los cinco continentes. Hoy la compañía emplea a más de 30.000 personas, atiende a 15 millones de clientes al año y factura 6.460 millones de euros por ejercicio. Todo esto, sólo cambiando y reparando parabrisas.

La historia tras el éxito de Carglass viene de mediados del siglo pasado, cuando Doulton Glass, una empresa inglesa especializada en vidrio y cristalería, contrató al joven Ronnie Lubner. La compañía buscaba a alguien que conociera bien el sector para relanzar la marca, que pasaba por tiempo de vacas flacas. Lo primero que hizo fue cambiarle el nombre por Solaglas para evitar la confusión con una empresa histórica de cerámica: la Royal Doulton. Cambiaron el rótulo del centenar de tiendas que tenían en Reino Unido y de todos los camiones. Este reposicionamiento fue clave para despegar la marca, que acabó de triunfar cuando compró James Clark, la segunda mayor cadena de vendedores de cristal de Gran Bretaña, fundada en 1851. Esto situó a Solaglas al frente del sector británico, que estaba muy atomizado: pasó a controlar el 20%.

En 1987 Solaglas ya se estaba expandiendo por Europa y, para ello, compró una pequeña compañía belga llamada Carglass. La habían fundado dos hermanos en 1938, Jean y Arthur Leroi. Poco a poco, se había ido haciendo un hueco en el centro de Europa. Cuando Solaglas compró el negocio, tenía 13 centros en Bélgica, dos en los Países Bajos y uno más en el norte de Francia y Mantuvo la marca y Hugo Leroi, al frente de los talleres, un año después. en Portugal e Italia, bajo la marca Autoglass. En 1990 Solaglas se pasó a llamar Belron, el nombre del actual grupo, que desde 1999 está controlado por la empresa de inversión belga D'Ieteren.

La conquista de España

La compañía aterrizó en España en 1998 y abrió talleres en Barcelona y en Tres años más tarde, ya los tenían en el norte de la Península y en el País Valenciano. crecer, se quedó con Servicristal, una empresa que operaba en Vitoria, Valladolid, Santander y Valencia. Fue a finales de la primera década de los 2000, y con 105 centros en toda España, que la empresa se estrenó en el mundo de la publicidad.

"Han sabido trabajar el marketing con dos objetivos muy definidos: crear conciencia sobre la necesidad de reparar los parabrisas del coche para evitar riesgos en la conducción e impulsar el reconocimiento de la marca", analiza Neus Soler, experta en marketing de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). En el segundo aspecto, Soler cita al famosojingleque todavía suena hoy en radios y televisiones tanto catalanas como españolas: "Carglass cambia, Carglass repara". "La suma de todo ello da como resultado un posicionamiento top of mind: cuando debe pensar en ese segmento de mercado tan especializado, al consumidor sólo le viene a la cabeza esta marca", asegura la experta.

En 2013 la empresa había acelerado hasta los 136 centros en España y se había aliado con marcas como Bosch para realizar promociones de escobas para los parabrisas. En 2016 eran ya más de 211 talleres y 1.100 trabajadores en España. En 2023, sólo en España, Carglass movió 226 millones de euros, según datos del Registro Mercantil.