Navidad

Esto es lo que cobra por hora Papá Noel

Actores y figurantes trabajan durante las fiestas de Navidad para empresas de animación o por cuenta propia

Es jueves por la mañana. Pero, a pesar de ser un día laborable, la calle Rogent, en el barrio del Clot de Barcelona, ​​está llena de quienes aprovechan para adelantar las compras y llenar la nevera para las comidas en familia que les esperan. Falta muy poco para la primera fecha clave, en Nochebuena. Las dos niñas con coletas tensas que pasean con la abuela y su perrito lo saben muy bien. Por eso, son las primeras en señalar rápidamente con el dedo en el momento en que ven bajar por la calle a un hombre vestido de rojo, al que apenas se le ven los ojos tras unas gafas redondas y una gran barba blanca. Le acompaña un duende, que lleva una gorra verde y carga una bandolera llena de caramelos para repartir.

Cuando no está de servicio, la persona bajo el vestido rojo se llama Eudald, y su ayudante es Susana. Ya hace varios años que ambos tienen estas fechas bloqueadas. Si se avecina el 25 de diciembre saben que tienen unos días de trabajo asegurado poniéndose en la piel de los protagonistas por excelencia de Navidad. Pajes, elfos, duendes, hadas, Reyes Magos, Padres y Madres Noels... Susana se formó en teatro musical y lleva 14 años trabajando en vacantes similares por estas fechas. También ha interpretado ese mismo papel y otros muchos en centros comerciales, casinos o, como le toca esta vez, para asociaciones de tenderos –ahora es el Eix Clot– que buscan animar a sus compradores. "Soy bailarina y me gusta más cuando son bolos con espectáculo, pero de éstos no salen tantos", admite. Aún así, prefiere pasearse por el barrio –este año están geolocalizados a través de un mapa de la fundación Barcelona Comerç para seguir los pasos de Papá Noel– que permanecer tres horas encerrada dentro de un centro comercial. "Es como una paga extra y la remuneración es correcta", dice Susana sobre estos encargos.

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Eudald también es actor, pero no sólo. Durante el resto del año trabaja igualmente como artesano, payaso o animador, entre otras muchas ocupaciones. Cada año siempre piensa que será la última Navidad de enfundarse un relleno con forma de barriga, maquillarse las mejillas de color rojo y ponerse las botas negras, pero de momento sigue apareciendo por estas fechas con una pequeña maleta donde lleva todo lo indispensable para ayudar a Papá Noel.

"Durante muchos años he hecho todo un mes entero encerrado en un centro comercial y era mucho más duro. Desde el puente de la Purísima hasta Navidad con Papá Noel, y de Navidad hasta Reyes, de paje . Tres horas por la mañana y tres horas por la tarde sentado en la silla, sin días de fiesta", explica Eudald. Reconoce que lo que cobra por este tipo de trabajos "no es por ir sobrado", pero que le sale a cuenta pese a tener que venir expresamente desde fuera de Barcelona. "Yo no dependo sólo de eso. Si cuentas los días y las horas que haces, es correcto", apunta. Cuando se transforma, Eudald se lo toma como un "juego" sin guión, en el que toca improvisar la conversación con la que interroga a los niños y niñas que quieren saludarle por la calle y les pregunta por sus bondades.

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¿Cómo se llenan vacantes como la de Eudald o Susana? Algunos de estos ayudantes de Navidad llegan a estos trabajos a través de empresas de animación que los contratan por días o por horas, pero también de los ayuntamientos que organizan las cabalgatas y otras actividades en espacios municipales.

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Dando un vistazo a los portales de trabajo online encontramos otra vía: las multiservicios. En Zaragoza, una compañía externalizadora busca a un rey Baltasar para un centro comercial. Por ocho días de trabajo –son cuatro horas al día, a excepción del 31 de diciembre y el 5 de enero, que son tres– pagan 200 euros. Hay un plus de 26 euros si el candidato acepta realizar toda la campaña. Es decir, que a lo sumo cobrarán 7,5 euros la hora. Es lo mismo que recibe en esta empresa Papá Noel, con turno de mañana y tarde los fines de semana y un plus de 30 euros si ocupa el trono todos los días exigidos. En Madrid, una empresa de eventos también quiere contratar a un rey Baltasar "simpático y responsable" durante tres horas con un sueldo de 60 euros netos. En todas las ofertas, el principal requerimiento no es tanto la experiencia como, precisamente, ser capaz de mantener la ilusión de los más pequeños.

Marta (es un nombre falso para garantizar su anonimato) es actriz y desde hace cuatro años se convierte en un personaje navideño durante los actos que organiza un ayuntamiento metropolitano. Sin embargo, hasta ahora nunca la han contratado con el régimen de artistas, sino con el convenio de animadores. Aparte de hacer de presentadora y participar en un pequeño espectáculo y la cabalgata de los Reyes, en las primeras ediciones también le tocaba permanecer durante tres días en la carpa donde Sus Majestades recogen todas las cartas de los niños. "Para el trabajo de hacerse fotos no hace falta un actor, para eso podrían poner un pedazo de cartón", bromea. Lo peor, admite, era permanecer durante horas al aire libre pasando frío, a pesar de llevar una camiseta y unas mallas térmicas bajo el traje de licra. "Para mí no era una experiencia buena, los primeros días no querían ni hacer pausas; yo sólo necesitaba un rato para ir al lavabo oa beber durante las cinco horas que estaba allí, y alguna vez había oído a una madre quejándose de que cogiera la botella de agua un momento", explica Marta.

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Aun así, con los años las condiciones han ido mejorando. También las económicas: empezó cobrando unos 135 euros al día y este año recibirá 175. "Todo ha ido subiendo un poquito", asegura. Además, ha conseguido no tener que echar caramelos durante la cabalgata para evitarse el dolor de espalda de agacharse a cosecharlos y los insultos de algunos niños mayores (y adultos) enojados porque no les llegaban. suficientes.

A Marta le encanta Nadal y, de hecho, se describe como ese tipo de persona que empieza a escuchar los discos de versiones de Michael Bublé en noviembre. Sin embargo, durante el resto del año se gana la vida con otros trabajos, como hacer de actriz en un parque de atracciones, o de dobladora.

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aunque empezó trabajando para otros, Antonio ha terminado convirtiendo su doble vida en una ocupación por cuenta propia. Es un hombre orquesta. Ha sido monitor de comedor y de extraescolares, profesor particular de guitarra, animador en un camping y en residencias de ancianos, educador social en un centro de menores, profesor de castellano online para extranjeros, director de un corazón... y Papá Noel. Muchos de estos trabajos los realiza en jornada parcial, pero combinados le permiten conseguir un sueldo"resultón ". Fue a finales del año pasado cuando decidió dar el paso y fundar Ocioedúcate, su propio y pequeño proyecto de eventos infantiles para particulares.

El ritual de este servicio navideño es el siguiente: llega al domicilio en cuestión, aparca en un sitio algo escondido y se cambia dentro del coche, mientras los adultos ya están avisados de alejar las miradas indiscretas de las ventanas. Antes de llamar al timbre de la puerta, se repite siempre la misma frase, "alea jacta este [ [La suerte ha sido echada].

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A partir de ahí, ha generado y vivido infinidad de anécdotas. Como la vez que un padre le preguntó si le gustaba la fiesta, mientras dejaba un paquete de contenido dudoso dentro de su bolsillo en forma de agradecimiento. Él contestó educadamente que prefería un vaso de agua. "La parte más complicada es cuando se acaba el evento y tienes que ser muy sigiloso con la salida", dice. ~ Antonio es de Valls, pero ya ha visitado domicilios en las cuatro demarcaciones catalanas. Además de los encargos navideños, también anima comuniones y todo tipo. de actos y espera poder empezar a hacerlo también en Madrid. "Ahora mismo me siento bien a nivel laboral porque he tenido un cliente a nivel estatal y parece que vamos a mantener el contacto", explica esperanzado. que cobra por cada actuación, pero comparte una horquilla orientativa de entre un mínimo de 50 euros y un máximo de 200. Cuando responde a la llamada delEmprendemos, Antonio ya tiene la agenda del 24 de diciembre prácticamente llena. Antes de que sea la medianoche, tres domicilios catalanes recibirán su visita.