Desconfíe de las inversiones demasiado atractivas
El profesor Boar alerta de las estafas disfrazadas de rentabilidades estratosféricas
Esta semana he visto un anuncio por las redes que decía "Invierte con nosotros y obtendrás un rendimiento del 35% anual garantizado". No he podido hacer más que ponerme las manos en la cabeza. Un consejo: si alguna vez ve una inversión que es demasiado atractiva, desconfíe. Como base de cualquier inversión, a mayor riesgo, mayor retorno.
Para tener una referencia: el retorno histórico de la bolsa es del 10% anual y sabemos que es de los activos con mayor riesgo. En ningún caso está garantizado: un año será de un –7% y otro del 13%. Pues bien, ¿cómo es posible que el rendimiento de esta inversión fuera del 35%, si además es garantizado (es decir, sin riesgo)? Por ejemplo, los bancos ofrecen menos de un 2% para las inversiones garantizadas.
A lo largo de la historia, la gran mayoría de inversiones similares han acabado siendo estafas piramidales. El funcionamiento es simple: a medida que entran nuevos miembros en la inversión, se utilizan sus fondos para retribuir a las personas que estaban antes. Todo funciona hasta que dejan de aparecer nuevos miembros o los antiguos quieren recuperar su inversión inicial y no recibir sólo los intereses generados. Sospeche también si en lugar de pagarle el regreso, le dicen que se va capitalizando (acumulando) y así es más rentable dejarlo invertido.
Tienen razón, siempre que los fondos existan de verdad. No piense que estas estafas sólo pasan con importes pequeños. El mayor caso de la historia lo protagonizó Bernie Madoff, que orquestó un fraude en Wall Street con un valor de 68.000 millones de dólares. Durante casi 30 años fue considerado el inversor con los mejores resultados del mundo. Pero así cualquiera, puesto que sus beneficios eran ficticios. En el 2008, cuando estalló la crisis financiera, los clientes quisieron retirar un dinero que simplemente no existía. Madoff acabó condenado a 150 años de cárcel.