Eureka

La familia donde todo el mundo se llama Oscar Mayer: el origen del imperio de los 'hot dogs'

La primera vez que el nombre apareció en uno de los envases de la marca fue en 1929

Ni uno, ni dos, ni tres. Detrás del nombre de la famosa marca de frankfurts no se esconde un único hombre. El primer Oscar Mayer nació el 29 de marzo de 1859 en el pueblecito de Neresheim, en el sur de Alemania. El segundo, e hijo del primero, abrió los ojos el 10 de marzo de 1888 en medio del zumbido de Chicago, en Estados Unidos. El tercero llegó el 16 de marzo de 1914, en la misma ciudad. Así podríamos continuar hasta llegar a la actualidad. Como si de un codiciado título nobiliario se tratara, la familia Mayer se ha asegurado que en cada generación haya, como mínimo, un chaval que se llame Oscar. Como el nombre del fundador del imperio de las salchichas, la marca ha sabido pasar con éxito de generación en generación.

"Tiene una identidad fuerte, que conecta tanto con los jóvenes como con las personas mayores", asegura Neus Soler, profesora experta en marketing de la UOC. Cada día, de las fábricas de Campofrío –el grupo que explota la marca en España– salen camiones llenos de frankfurts. Hoy, Oscar Mayer es propiedad de Kraft Foods, un gigante americano que facturó 24.800 millones de euros en el 2023 y que también tiene en la cartera los quesos de untar Philadelphia y los ketchups Heinz. Sin embargo, durante más de un siglo fue propiedad exclusiva de la familia Mayer. ¿De dónde salieron y cómo lo hicieron para conducir el nombre y apellido de su patriarca hasta el Olimpo charcutero?

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De Alemania a EE.UU.

El origen de la marca hay que ir a buscarlo hace más de un siglo, en Estados Unidos. En 1873, un adolescente de 14 años emigró con su familia de Baviera a Detroit. Caminando por el mercado de George Weber, se fijó en un cartelito que colgaba del mostrador de una carnicería. "Se busca aprendiendo", leyó. Éste fue el primer contacto de un Oscar Mayer con el mundo de las salchichas. Al cabo de unos años trabajando, dio el salto a otra parada, en el mercado de Kohlhammer, en Chicago. Los contactos que hizo le acabaron llevando a trabajar para Armour and Company, una de las cinco fábricas productoras de carne más importantes de Estados Unidos.

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En 1900, ya bregado en el oficio, se aventuró a abrir su primer negocio propio. Gottfried, uno de sus hermanos, que ya regentaba una fábrica de salchichas en Nuremberg, en Alemania, viajó hasta Chicago para ayudarle a levantar la persiana y dirigir la producción de salchichas. También se unió Max, otro hermano, que se encargó de la contabilidad. Oscar lo coordinaba todo. Al poco tiempo, palabras como bockwurst, liverwurst y weisswurst –tres tipos de salchichas– ya se habían vuelto populares en los suburbios de Chicago. Entonces, las salchichas aún no se llamaban Oscar Mayer. Primero, utilizaron el nombre de Edelweiss. Luego, el de Moose. La primera vez que el nombre de Oscar Mayer apareció en uno de sus envases fue en 1929.

Los reyes de la publicidad

Hasta la década de 1930, la publicidad en la industria cárnica era testimonial. Sin embargo, todo cambió cuando Oscar Mayer decidió envolver sus salchichas en un envase amarillo, con el logotipo de la marca y un sello del gobierno que aseguraba su seguridad. En comparación con las de la competencia, que se vendían a granel, las de Oscar Mayer se volvieron inconfundibles. Si se suma que, en 1936, puso en circulación un vehículo en forma de frankfurt para vender el producto en todos los rincones del país, y que, en 1963, inundó las televisiones y radios estadounidenses con espots y jingles, el resultado es que Oscar Mayer se convirtió en una de las marcas de alimentación más famosas del mundo.

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"Ha sabido jugar muy bien las cartas publicitarias para captar a un público muy amplio", analiza Soler. Por ella, la estrategia de la compañía ha pasado por realizar campañas publicitarias apelando a valores tradicionales como el de la familia, pero también conectando con los jóvenes a través del humor y la creatividad en las redes sociales. Para su internacionalización, en vez de abrir filiales, la compañía optó por licenciar la marca a varios fabricantes. La estrategia salió bien. Hasta 1977, al frente de la empresa hubo un Oscar Mayer. Cuando el nieto del fundador se jubiló, la empresa terminó en manos de General Foods, que después fue comprada por Philip Morris y fusionada con Kraft Foods. Actualmente, el gigante está estudiando poner a la venta la marca para centrar sus esfuerzos en los productos más saludables, una tendencia de consumo al alza.

Las fechas clave de la compañía

1873

Oscar Mayer, un chico alemán de 14 años emigra a EEUU y aprende el oficio de charcutero

1900

Tras pasar por varias empresas, funda su propio negocio, con dos hermanos


1929

Las salchichas que fabrican se etiquetan, por primera vez, con el nombre de Oscar Mayer


1963

Radios y televisiones de todo el mundo emiten sus espots yjingles: invierten fuerte en publicidad


1981

La compañía deja de ser propiedad de la familia y pasa en manos de Kraft Foods


2024

El gigante estudia vender la marca para centrarse en la alimentación saludable