Jaguar Land Rover: primer rescate financiero al Reino Unido por un ciberataque
El gobierno avala 1.500 millones de crédito para sostener a los proveedores después de un mes largo de paro de la producción
LondresAlgunos de los nombres más conocidos del mundo empresarial del Reino Unido –marcas también conocidas en todo el mundo– se han visto afectados en 2025 por grandes ciberataques que les han ocasionado graves consecuencias desde el punto de vista operacional y enormes pérdidas económicas. Marks & Spencer, Co-operative Group, Harrods –que ha sufrido dos, uno en mayo y segundo la semana pasada– o HM han sufrido los efectos del asalto de los piratas. Quien también ha sufrido dos ha sido la compañía automovilística Jaguar Land Rover (JLR): el primero, el pasado mes de marzo, a cargo de un grupo llamado Hellcat. Sin embargo, la empresa pudo continuar su actividad sin grandes disrupciones.
Pero el 31 de agosto, Jaguar Land Rover fue objetivo de otro ciberataque. Y en esta ocasión, tuvo que detener su producción en tres de sus plantas en Reino Unido –en las West Midlands y Merseyside (alrededor de Birmingham y Liverpool)–, y también en Eslovaquia, Brasil, India y China. Unos hackers de otro grupo conocido como Scattered Lapsus$ Hunters se han atribuido la violación de la seguridad. En principio, Jaguar había apuntado que no podría reanudar la producción hasta noviembre. Pero este mismo lunes ha informado que la producción se recuperará el 6 de octubre en la planta de motores de Wolverhampton, y se extenderá de forma gradual a otras factorías.
Jaguar Land Rover emplea directamente a 34.000 trabajadores. Pero son unos 200.000 quienes viven de las pequeñas y medianas compañías que contribuyen a la cadena de suministro. Muchas de las afectadas sólo disponían de días de liquidez. Para evitar su colapso, este pasado sábado el gobierno ha garantizado un préstamo de 1.500 millones de libras –el primero en la historia del país por un hecho de estas características– para mantenerlas flotando mientras no se recuperan los canales de pagos, también afectados por la caída de los sistemas informáticos.
Impacto económico
A largo plazo, el impacto económico del ataque sobre Jaguar es imprevisible. Pero algunos especialistas han realizado cálculos. El profesor de economía de los negocios de la Universidad de Birmingham David Bailey sostiene que "los beneficios de Jaguar Land Rover sin duda se verán afectados, como ocurrió en M&S y Co-op cuando fueron víctimas de ciberataques a principios de este año". Normalmente, apunta, JLR fabrica unos mil vehículos al día, con un precio medio de unas 72.000 libras. "Eso significa que JLR pierde unas ventas diarias de unos 72 millones de libras y unos beneficios de cinco, también al día".
Las características del negocio de Jaguar complican la situación. Porque la compañía sólo produce por pedido confirmado. Al menos durante todo el mes de septiembre no ha podido aceptar ninguna. Por tanto, el propio profesor Bailey asegura que, en el mejor de los casos, si la actividad devuelve a las plantas el día 6, a 1 de octubre las pérdidas directas habrán ascendido a no menos de 2.000 millones de libras. Llueve sobre mojado porque la producción de vehículos eléctricos se ha estancado y ha aplazado el lanzamiento de dos modelos, y porque la errática política arancelaria de Donald Trump ha abierto más interrogantes que ha ofrecido certezas a la industria.
Y si se toman como referencia los datos oficiales del 2024, cuando Jaguar Land Rover produjo 401.303 vehículos durante el ejercicio fiscal hasta el 31 de marzo, cuyas ventas minoristas alcanzaron las 431.733 unidades, el bache económico sería aún más grave.
Lo que también se ha podido cuantificar grosso modo es el impacto del paro de la producción en las empresas que abastecen a la cadena de suministro, que la semana pasada lanzaron un grito de alarma. Con la producción parada, sin trabajo en sus pequeñas o medianas factorías, algunas tuvieron que empezar a despedir o suspender los contratos de sus trabajadores. Por ejemplo, Webasto, que emplea a 350 trabajadores en Birmingham. La empresa, que fabrica techos solares de vidrio que se utilizan en los Range Rover, informó de que no podía mantener a la plantilla a tiempo completo a consecuencia del cierre.
A raíz de la serie de graves episodios de este año, el centro de ciberseguridad del Reino Unido ha puesto el foco en la fragilidad de un sistema que va muy por detrás de los delincuentes y, además, en las coincidencias de los asaltos. Porque el asalto de Marks & Spencer y el de Jaguar Land Rover han sido posibles a través de Tata Consultancy Services (TCS), la multinacional india de servicios tecnológicos que gestiona buena parte de los programas informáticos de ambas empresas. TCS, por cierto, pertenece al grupo de la India Tata, que a su vez es el dueño de JLR.
No hay datos exactos sobre el coste total de los pirateos informáticos en las empresas del Reino Unido. Pero la encuesta realizada por el Departamento de Ciencia, Innovación y Tecnología (DSIT) y por el ministerio del Interior de este año ofrece una radiografía detallada del estado de la ciberseguridad en el país. Según el informe, el 43% de las empresas y el 30% de las entidades benéficas han sufrido algún tipo de ciberataque o brecha de seguridad en los últimos doce meses. En total, 612.000 empresas y 61.000 organizaciones afectadas. Jaguar Land Rover y Marks & Spencer se han llevado la peor parte. Por el momento.