Preservar la capacidad de decisión empresarial en Cataluña: un reto urgente
Cataluña ha sido históricamente tierra de emprendedores. Nuestro tejido empresarial, formado mayoritariamente por empresas familiares, 88,3% (540.000 empresas), ha sido clave en la construcción de un modelo económico arraigado en el territorio, competitivo y resiliente. Sin embargo, este modelo se encuentra hoy en riesgo. En los procesos de sucesión, cada vez más a menudo las nuevas generaciones optan por no continuar el proyecto familiar; sólo el 30% sobreviven al paso de la segunda generación. Varios factores contribuyen a esta tendencia: las cargas reputacionales asociadas a la figura del empresario, la creciente complejidad del mundo actual, la normativa excesiva y poco clara, y la comodidad de desarrollarse profesionalmente en grandes corporaciones. Todo ello hace que muchos jóvenes decidan no asumir el liderazgo empresarial.
Pese a que no hay datos oficiales, el resultado se intuye preocupante: demasiadas empresas catalanas acaban vendidas a fondos de inversión oa grupos extranjeros, con lo que se pierde la capacidad de decidir desde Catalunya. Esta pérdida comporta riesgos a largo plazo, porque a menudo los grupos extranjeros no buscan hacer crecer a la compañía, sino mantenerla en una política de continuidad o, en el caso de los fondos de inversión, incrementar su valor a corto plazo para vender el activo con plusvalía. Estas operaciones incluyen demasiadas veces cláusulas de arrastre que acaban diluyendo la identidad empresarial. Casos como los de Endesa, Codorníu, Celsa, Freixenet, Pronovias, Ausa y Cirsa son paradigmáticos. Empresas históricas que han pasado a manos de multinacionales o fondos internacionales, con la consiguiente deslocalización de la toma de decisiones. Aunque estas operaciones pueden aportar capital, hemos visto cómo de forma recurrente conllevan la pérdida del arraigo territorial y del compromiso con el país.
Por suerte, también hay ejemplos inspiradores de empresas que han sabido preservar el liderazgo familiar dentro del territorio: Casa Tarradellas, Kave Home, Grupo Tramuntana, Mango, Girbau, Metalquimia, Comexi y Encofrados Alsina, entre otros. Estos casos demuestran que la continuidad generacional, bien gestionada, puede garantizar el crecimiento y la permanencia de la capacidad de decisión en Cataluña. Hay que ser propositivos y dar herramientas para revertir la tendencia, menciono cuatro:
1. Promover la vocación empresarial entre las nuevas generaciones que valoran la reputación de su posición. Por eso es importante dignificar la figura del empresario y reconocer su papel clave en la sociedad. Y es esencial fomentar el liderazgo empresarial como cauce para aportar valor y contribuir al desarrollo del país.
2. Simplificar y clarificar la normativa vigente, una medida urgente para desarrollar la actividad empresarial. La burocracia no puede ser un freno que bloquee el crecimiento y desenciende las capacidades innovadoras de los jóvenes empresarios.
3. Promover productos financieros para facilitar la sucesión y el crecimiento empresarial. Un ejemplo: el Instituto Catalán de Finanzas, dotándole de recursos suficientes, puede jugar un papel estratégico entrando temporalmente en el capital de las empresas para facilitar la transición generacional, sin la presión de salida a corto plazo que caracteriza a los fondos de inversión.
4. Revisar el sistema fiscal. No tiene sentido que fiscalmente sea más favorable invertir en fondos de inversión o en family offices que reinvertir en la propia compañía. Propuestas como la deducción en el impuesto de sociedades por beneficios reinvertidos pueden favorecer la consolidación y crecimiento de las empresas dentro del territorio o ampliando el grado de parentesco, como otras comunidades han hecho, para beneficiarse de los incentivos fiscales de las empresas familiares.
Preservar la capacidad de decisión empresarial en Cataluña no es sólo una cuestión económica, es una cuestión de soberanía, de modelo de país y de futuro. Hacemos un llamamiento a las instituciones, a los agentes sociales ya la sociedad civil para trabajar juntos en ese objetivo compartido.