La reconquista de las abarcas Riudavets

José Riudavets era un campesino de Alaior (Menorca) que para protegerse los pies de la tierra que trabajaba ideó un calzado hecho con piel de vacuno y suela de neumático cosida a mano. Sus compañeros de profesión empezaron a pedirle réplicas y, lo que había comenzado como una necesidad, su hijo lo convirtió en un negocio de éxito. Las menorquinas Riudavets celebran este 2020 90 años y lo hacen con una inyección en el negocio. Su auge lo vivieron sobre todo en las décadas de los 80 y 90. "Si no tenías una Derbi y unas Riudavets, no estabas a la moda", recuerda Míriam Reyes, la nueva directora comercial que se ha puesto al frente de la compañía junto con la familia propietaria. Sin embargo, el negocio se fue descuidando y pasó de producir 19.000 pares de zapatos anuales a sólo 9.000 en el 2019, con una facturación de medio millón de euros.

Volver a recuperar al cliente que ha perdido es el objetivo que se ha puesto para este año la nueva directora comercial. De hecho, como cliente sufrió ese abandono del negocio. Cada verano compraba al menos un par de modelos para sus hijas. "En los últimos años tenía dificultades para encontrar números diferentes en tiendas de Barcelona", explica. Para resolverlo, envió un correo electrónico a la empresa solicitándolos y el pasado año directamente se ofreció para reactivar el negocio en Catalunya y España. Su idea -explica- no es hacer una venta masiva, sino que los clientes perdidos (que son los que rondan la cuarentena o cincuentena de años) las vuelvan “a querer”. “Son consumidores de nivel adquisitivo medio-alto, ya que el precio medio del par de zapatos es de 59 euros, muy por encima de lo que tienen los que se pueden comprar en bazares chinos”, apunta Reyes.

Para ello ampliarán su presencia en tiendas físicas en Cataluña y Madrid, además de potenciar la venta por internet. También intensificarán su distribución en la compañía de multimarcas De Toujours (Marsella), y esperan seguir abriendo mercado en el resto de Francia y los Emiratos Árabes. De momento, uno de los primeros cambios realizados por la compañía, donde trabajan una decena de empleados, es instalar en Cabrera de Mar un almacén para gestionar los pedidos, mientras que la fábrica la mantendrán en Zaragoza. Riudavets prevé cerrar el año con una producción de 12.000 pares de zapatos y rondar una facturación de 600.000 euros. Sin embargo, su capacidad es mucho más elevada, porque puede llegar a 50.000 pares. Es una cifra a la que esperan llegar a medio plazo.