Las tarjetas 'revolving' que no acabamos de pagar nunca

Mucha atención con las tarjetas de crédito que no acabamos de pagar nunca. Se llaman revolving y se caracterizan por permitir realizar pequeños pagos mensuales fijos o de un porcentaje del total. El gran problema es que por muchas cuotas que pagamos, parece que la deuda no se reduce o más aún, sigue aumentando. ¿Por qué?

El tipo de interés de estas tarjetas suele ser de alrededor del 20%. Para tener una referencia, una hipoteca ronda el 3% y un préstamo personal, el 8%. Por tanto, estamos hablando del tipo más alto de financiación. Cada mes, se calculan los intereses que debemos pagar de acuerdo con el capital que tenemos pendiente. Imaginemos que nos toca pagar 80 euros de intereses y la cuota fija mensual es de 50. En este caso, la deuda pendiente se incrementará en 30 euros cara al mes siguiente y además, producirá intereses y hará que el valor de la deuda se dispare con el tiempo.

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En España se efectúan anualmente operaciones que rondan los 300.000 millones de euros con tarjetas de crédito. Este tipo de tarjeta es práctica cuando queremos fraccionar pagos elevados o en situaciones puntuales de tesorería, pero debido a su alto importe es relevante conocer sus riesgos. Es habitual utilizar la tarjeta por pequeños pagos recurrentes (supermercado, gasolina, suscripciones), que parecen insignificantes, pero que, sumados, hacen que la deuda se mantenga estable o incluso crezca a pesar de pagar cada mes.

Existen numerosas sentencias en España que declaran el interés de las tarjetas revolving como usura por desproporcionado obligando a recalcular el tipo de interés ya devolverte el dinero que has pagado de más. Si te encuentras en esta situación no dudes en hacer la reclamación.