El bolsillo

Tasa de residuos: ¿quién más contamina más paga?

Los kilos de residuos no afectan al importe de este nuevo tributo

Ha llegado el momento de aprobar las ordenanzas municipales de 2025, y después de tres años de plazo de carencia por parte de Europa, es obligatorio implementar una nueva tasa en todos los municipios: la tasa de recogida de residuos. Lo primero que nos vendrá a la cabeza es: ¿pero que no pagábamos ya por la basura? Hasta ahora, el concepto era el tratamiento de residuos, y ahora se añade (porque no es una sustitución) la recogida.

Esta nueva tasa se defiende desde la Comisión Europea como la financiación del reciclaje y se ampara en la sostenibilidad: quien más contamina, más paga. ¿La verdad? No deja de ser una excusa para incrementar las tasas en las familias. El planteamiento de la tasa es variado: existen unos municipios que tienen una tarifa plana y otros que tienen un rango de precios en función, por ejemplo, del valor catastral de tu vivienda. Su valor y rango puede ser amplio, pero irá de 100 a 400 euros al año por cada familia.

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En el resto de Europa también deben aplicarlo. Ahora bien, los distintos gobiernos han ofrecido rebajas en la tasa para todos aquellos que reciclen o generen menos residuos que la media de su zona. Como siempre, en España no se ha aplicado ninguna. Pero la verdad, tampoco es ninguna sorpresa: en el 2023 ya teníamos una presión fiscal un 18% por encima de la UE (según el Instituto de Estudios Económicos), y preparémonos para pagar, porque acabamos de empezar.

A su vez, deberíamos reflexionar sobre cómo aplicamos la excusa de la sostenibilidad. Quien más contamina, más paga. Ahora bien, todos generamos residuos, y en modo alguno el indicador que debería ser central para la tasa (kilos de residuos) afecta al importe que deberemos pagar. En cualquier caso, ahora que la inflación ha dado un respiro a los presupuestos familiares, qué mejor que inventarnos nuevas tasas.