Viajar con niños y sin trastos ya es posible

Viajar con niños implica una logística familiar considerable, que la empresa catalana KangApp se ha propuesto solucionarlo. Oriol Torres y Luis Miguel Cifuentes pusieron en marcha ya hace más de dos años este proyecto, como un blog, y en marzo del año pasado decidieron sacar adelante la web y convertirla en un negocio. La idea es sencilla: viajar de forma más cómoda, sólo con el equipaje más indispensable para los pequeños y alquilar lo que falte en el lugar de destino. “En lugar de cargar el cochecito en el tren, en el avión o en el coche, ofrecemos la posibilidad de alquilarlo allá donde vas de vacaciones; esto es útil para las familias viajeras y también para todos los que quieran sacar un provecho del material que ya no utiliza”, explica Oriol Torres, el fundador de KangApp.

Según los cálculos de Torres, una familia con hijos puede conseguir unos 2.000 euros al año poniendo en alquiler el material que no utiliza: “Piensa en todo lo que acumulamos -remarca Torres-. En KangApp se pueden alquilar desde cochecitos de paseo hasta tronas, sillitas para el coche, camas de viaje... de todo”. El negocio se dirige a familias jóvenes que tienen niños pequeños o bebés, y el funcionamiento es bastante parecido al modelo de Airbnb, un mercado virtual entre particulares en el que la rentabilidad del negocio radica en las comisiones para hacer de intermediarios: KangApp es queda un 15% de la transacción.

“El material se alquila por un precio cerrado y un período de días determinado”, explica Torres. De esta forma, por 20 euros se puede alquilar un cochecito para pasear de uno a tres días, 25 euros si el alquiler se extiende entre cuatro días y una semana, 35 euros por 15 días o hasta 60 euros en el caso de alquilar el material un mes entero. Un precio muy parecido al que tienen otros dos artículos más solicitados en la web, las sillitas para el coche y las camas infantiles de viaje. En todos los casos, además, el alquiler requiere una fianza, que se mueve entre los 25 y los 75 euros (en función del producto) y que se devuelve al cliente en el momento en que finaliza el alquiler, siempre que el producto se devuelva en condiciones.

“Nosotros mismos nos habíamos encontrado con este problema cuando viajábamos; cuando conocí a Luismi ambos teníamos niños pequeños y pensamos que sería una buena idea de negocio”, explica Torres. Estos dos emprendedores se conocieron a través de la red social profesional LinkedIn: “Yo tenía una web dedicada al intercambio de servicios entre emprendedores y start-ups y él una empresa de intercambio de artículos, que acabó cerrando; empezamos a crear la idea desde un blog, y cuando vimos que tenía aceptación empezamos a trabajar en la plataforma web”, recuerda Torres.

La inversión inicial fue de 7.500 euros, que pusieron junto a un tercer socio que se apuntó. Con la web en marcha y más de 500 usuarios, ahora el objetivo es consolidarse y equilibrar su propia oferta y demanda: "Nos estamos encontrando que tenemos muchos más clientes que piden los servicios y no tantos que ofrecen el material de alquiler, hay una cierta descompensación que queremos equilibrar", admite este emprendedor. Actualmente este equipo de jóvenes está terminando la aplicación para móviles que esperan que esté disponible en septiembre: “Para hacerlo nos está ayudando el Nicolás Pascual, un estudiante de informática de la Universidad de Barcelona que se ha sumado al proyecto convirtiendo nuestra aplicación en su proyecto de fin de grado; cuando esté en marcha también se sumará al proyecto como socio”, explica Torres, que espera que los clientes y la facturación -que de momento es simbólica- se tripliquen con ese lanzamiento. “Si funciona como esperamos enseguida sacaremos también la aplicación para iPhones”, asegura.

El segundo objetivo a corto plazo de KangApp es encontrar un socio capitalista antes de que acabe el año: “Primero debemos consolidarnos, porque hasta ahora hemos crecido sólo a través del boca-oreja; pero en septiembre ya queremos empezar a buscar a un socio que nos aporte dinero para poder escalar el negocio”, explica Torres. Estos emprendedores quieren llegar lo antes posible a los clientes europeos. “Ahora mismo tenemos una red hecha sobre todo en Cataluña y España, pero también estamos en Holanda e Inglaterra y estamos en proceso para entrar en Francia; la idea es atraer tanto a los turistas que vienen a Catalunya como a los catalanes que se marchan al extranjero”, insiste Torres.

KangApp se suma, pues, a la larga lista de empresas que han aprovechado el modelo y la estela de Airbnb para exprimir el negocio de convertirse en intermediarios entre particulares, en este caso, apelando a la comodidad: "Es viajar sin preocupaciones", resume Oriol Torres.