Wallapop busca en los pagos móviles la clave para ser rentable

Es uno de los misterios mejor guardados del ecosistema digital barcelonés. ¿Cuándo generará ingresos Wallapop? La compañía fundada por Miguel Vicente y Gerard Olivé ha logrado inversiones por valor de más de 150 millones después de tres años sin desvelar sus planes para empezar a llenar la caja. En septiembre pasado, sin embargo, Wallapop puso en marcha un formato de anuncios destacados de pago para empezar a facturar. A este primer paso ha seguido otro: esta semana la start-up barcelonesa ha estrenado Wallapay, una plataforma de pagos móviles integrada en la aplicación para que sus usuarios puedan realizar y recibir transacciones de forma segura. Detrás de esta apuesta, la empresa también ve una oportunidad para explotar una nueva fuente de ingresos. No es un servicio gratuito, sino que Wallapop queda una comisión que varía en función del precio del producto. Desde 0,90 euros por transacciones de 40 euros hasta 5,99 por las que lleguen a los 500.

La compañía ha probado este sistema en Valencia, su tercera ciudad más importante en número de anuncios, y pronto lo implementará en todo el Estado. Así pues, Wallapop encuentra una vía para decir adiós al efectivo en sus compraventas y, de paso, para dar gas a sus ingresos. Hasta ahora las transacciones de la aplicación se hacían de forma informal entre el comprador y el vendedor. De hecho, este modelo había permitido que otros start-ups encontraran una oportunidad de negocio para garantizar la seguridad de estas operaciones. Por ejemplo, la empresa catalana Tripacto hace de intermediario entre dos particulares que comercian productos en la plataforma de segunda mano a través de un depósito de garantía que queda almacenado hasta que el comprador verifica la calidad del artículo.

Aparte de los pagos móviles, Wallapop empezará a tantear un terreno que aún no había pisado, aunque es habitual en el sector de los clasificados. El proyecto incorporará de forma progresiva publicidad en su aplicación. La propia empresa reconoce que esta estrategia forma parte de una nueva fase "hacia la rentabilidad". Wallapop no comparte sus datos económicos y, de hecho, los últimos disponibles en el Registro Mercantil son del 2014, muy lejos de la realidad actual de la compañía, que navega entre rumores de compra.