La Generalitat presentará alegaciones a la nueva planificación de la red eléctrica del ministerio
El plan para los años 2026-2030 contempla una inversión de 13.600 millones y dispara la demanda eléctrica
MadridEl camino para que una parte de la industria sustituya a los combustibles fósiles que hoy utiliza implica de lleno la electrificación, o al menos ésta es la apuesta del Estado. Ahora bien, esto requiere que las infraestructuras que posibiliten el consumo de energía eléctrica estén preparadas para este cambio, pero también para la llegada de nuevas actividades industriales que presionarán al alza la demanda eléctrica. Por eso será clave la propuesta de planificación de la red eléctrica 2026-2030, con una inversión de 13.600 millones de euros (aún no hay una distribución por territorios). Este jueves el ministerio para la Transición Ecológica ha puesto el documento a audiencia pública, y estará ahí hasta el 16 de diciembre, y de entrada la Generalitat presentará alegaciones, según confirman fuentes del Govern.
En concreto, desde la Generalitat no ven con malos ojos la propuesta, aunque creen que se puede "mejorar". De hecho, antes del paso de este jueves, el ministerio que pilota Sara Aagesen ha mantenido reuniones con los gobiernos autonómicos, entre ellos el catalán, para conocer sus demandas. Esta planificación es, básicamente, el mapa de cómo debería mejorar y crecer toda aquella infraestructura que tiene que ver con la red eléctrica en el Estado para dar respuesta a la demanda eléctrica futura, lo que incluye la red eléctrica de transporte, distribución y nuevos accesos. Además, se establece cuánto dinero destinará el Estado (13.600 millones de euros). Sin embargo, el documento final no se prevé que esté listo hasta el próximo año.
Desde la conselleria de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica empezarán ahora a analizar el documento, de más de 60 páginas, pero una de las primeras carencias detectadas tiene que ver con las redes eléctricas de distribución. Se trata de la red o cableado de media y baja tensión que permite que la energía vaya de las subestaciones de transporte hasta el cliente final, es decir, que llegue a las casas o empresas. En este caso, las principales eléctricas del Estado (Endesa, Iberdrola, Naturgy y EDP), así como algunas pequeñas distribuidoras, son las encargadas.
Más demanda industrial
En las anteriores planificaciones, el gobierno español había puesto el foco en la integración de las energías renovables –como la energía eólica y la solar– en la red eléctrica, de modo que pudieran abastecer la demanda de electricidad. Asimismo, en el mix eléctrico ha ido desapareciendo el papel de las energías fósiles, como las centrales de gas. Pero la transformación de una parte de la industria, así como la proliferación de nuevas actividades altamente demandantes de electricidad, como es el caso de los centros de datos, han obligado a dibujar una hoja de ruta con mayor demanda que nunca: 27 gigavatios (GW) en comparación con los 2 GW de la planificación actual.
De hecho, desde la Generalitat ven que la propuesta planteada por ahora no resuelve los problemas de las empresas industriales que están buscando, precisamente, dejar de lado los combustibles fósiles y dar el salto a la electrificación, lo que les obliga a estar conectadas a la red. Según datos preliminares del Govern, Catalunya ampliaría en 5,7 gigavatios (GW) la capacidad de conexión a la red eléctrica (demanda nueva que debería atenderse), de los que 1,8 GW son para dar respuesta a la demanda industrial.
Desde el ministerio para la Transición Ecológica dicen que la propuesta de planificación hasta el 2030 que se ha puesto sobre la mesa "incorpora las prioridades definidas por la Generalitat". Entre estas prioridades destacan el refuerzo del acceso a la red eléctrica del polígono petroquímico de Tarragona para nuevos desarrollos industriales; también el acceso de diferentes desaladoras (Tordera y Cubelles), en consonancia con la transición hídrica que prevé la Generalitat; un refuerzo de la zona cercana a la ciudad de Barcelona, donde el crecimiento poblacional presiona al alza a la demanda; cambios en la red eléctrica para el desarrollo del proyecto Cataluña media City, y, por último, un refuerzo de las conexiones a los puertos y de la electrificación ferroviaria.
Para el horizonte de después del 2030, el ministerio prevé reforzar la zona de Olvan-Vic para incorporar la nueva central de bombeo reversible. "Durante este proceso de audiencia pública se trabajará para que se identifique la viabilidad técnica [del proyecto] y se pueda incorporar formalmente en el escenario de 2030", indican desde el gobierno español.
Cambio de paradigma
Hay que tener en cuenta que esta propuesta de planificación hasta 2030 es importante para dar respuesta a los objetivos que el gobierno español se ha marcado en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) 2023-2030, entre los que destacan reducir un 55% las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a 2005; que las renovables supongan el 48% sobre el uso final de la energía (incluye electricidad, gas natural y petróleo), y que la tasa de electrificación de la economía sea del 35%.