Werfen rompe el techo de los 2.000 M€ de facturación en 2023 pero reduce un 32% los beneficios
La compañía gana 169 millones de euros y registra un ebitda un 15% superior al de 2022
BarcelonaLa multinacional catalana Werfen, controlada por la familia Rubiralta, cerró el 2023 con una facturación superior a los 2.100 millones de euros –un 14% más que el año anterior– gracias al crecimiento de los principales negocios de la compañía ya la integración de las divisiones de transfusión y trasplante por la adquisición de la compañía estadounidense Immucor.
La compañía de material médico registró un ebitda (beneficio antes de impuestos, intereses y amortizaciones) de 517 millones de euros, un 15% más alto que en 2022, pero redujo su beneficio neto un 14%, hasta los 169 millones de euros, según se desprende del informe anual de resultados publicado por Werfen este jueves. La deuda financiera se sitúa en 3,5 veces el ebitda a cierre de año.
"Ha sido un año de récord en lanzamiento en el mercado de nuevos productos, y significa una oportunidad de crecimiento y solidificación de nuestro liderazgo en las dos líneas principales de negocio para los próximos años", explica el consejero delegado de la compañía, Carlos Pascual. Durante el pasado año, Werfen invirtió 169 millones de euros en I+D+i, un 26% más.
Un año entre dos grandes operaciones
Para Werfen, el año 2023 queda comprendido entre dos operaciones importantes: la adquisición de Inmucor se produjo a finales del 2022 por unos 2.024 millones de euros –la mayor de la historia para el grupo–, mientras que hace pocas semanas, el gigante de material médico vendió sus negocios de distribución de dispositivos médicos e instrumentación científica en España y Portugal en Palex por más de 100 millones de euros. "Las recientes operaciones corporativas refuerzan nuestro foco en diagnóstico y nuestro propósito de contribuir al adelanto de la atención al paciente mediante la innovación en el diagnóstico especializado", explica Pascual.
Werfen ha sido comandada en las últimas dos décadas por una de las dos ramas de la familia Rubiralta, desde que los hermanos Francisco y José María Rubiralta materializaron la separación de sus negocios –hasta entonces eran copropietarios, por un lado, de Barna Steel y Compañía Española de Laminación (Celsa), y por otra, de CH Werfen–. Entonces lo que se quedó Celsa compensó económicamente al otro por quedarse con un negocio mucho mayor, y ahora Celsa ya no pertenece a la familia Rubiralta, mientras que la multinacional de dispositivos médicos ha sobrepasado los 2.000 millones de euros de facturación.