La industria no consigue romper el techo de cristal

Un estudio de la Zona franca constata que las mujeres, a pesar de tener mejor formación, no llegan a los lugares directivos

Blanca Sorigué, directora general del Consorcio de la Zona franca.
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BarcelonaLas mujeres no han conseguido romper el techo de cristal en la industria. Así lo constata un estudio que ha hecho el Consorcio de la Zona franca entre las empresas que hay en este gran polígono. La conclusión es muy clara: las mujeres tienen mejor formación que los hombres, pero laboralmente están en una situación de mayor precariedad y, además, les cuesta mucho más llegar a los lugares directivos de sus empresas. "Si a los 35 años no has llegado a un cargo medio-alto ya es imposible", explica Blanca Sorigué, directora general del Consorcio.

El estudio, llevado a cabo por Gesop, es concluyente. La plantilla de las empresas de la Zona franca es básicamente masculina: un 73,9% de hombres por un 26,1% de mujeres. Pero si se va a la formación, mientras que un 31,4% de ellas son universitarias, menos del 26% de ellos han cursado estudios superiores. A pesar de esta mejor preparación de las mujeres, solo un 12,5% ocupan lugares de dirección, mientras que entre los hombres los que tienen cargos directivos son el 18,3%. La precariedad se traduce en una proporción más elevada de trabajadoras que tienen contratos a tiempo parcial (el 9,4%) del total que trabajadores (el 5,7%). Una realidad que desmiente la apreciación que tienen de sí mismas las empresas, puesto que un 93% aseguran que están "muy comprometidas" con la igualdad de género.

El estudio también indica que cerca de la mitad de las empresas entrevistadas tiene un plan de igualdad entre hombres y mujeres, y un tercio cuenta con un protocolo para la prevención del acoso sexual, una herramienta que es más habitual en las compañías más grandes.

El Consorcio de la Zona Franca, explica Blanca Sorigué, ya ha tomado algunas medidas para potenciar la igualdad en este mundo industrial mucho masculinizado. Por ejemplo, se ha creado el Consejo Industrial de la Mujer. También ha impulsado esta semana, junto con la fundación Incyde de las cámaras de comercio, la Barcelona Women Acceleration Week (BWAW), un congreso paritario, con medio centenar de ponentes y 14 acontecimientos, con el objetivo de acelerar y dinamizar la igualdad de género para conseguir la plena participación de la mujer y la de oportunidades en el sector industrial, tanto a nivel local como global. BWAW no es un acontecimiento puntual, sino un congreso que tendrá continuidad año tras año, dice la directora del Consorcio.

"En el ámbito industrial no hay casi presencia de la mujer", explica Sorigué, que además remarca que su contratación "es bastante precaria". La directiva defiende el BWAW porque "hay que empoderar a las mujeres". También remarca el hecho de que no sea un congreso solo de mujeres, sino que la participación, tanto de ponentes como de asistentes, es bastante paritaria. "Para empoderar a la mujer hacen falta debates con toda la población, hombres y mujeres", argumenta Blanca Sorigué.

Esta directiva constata la poca presencia femenina en los consejos de administración de las empresas cuando, según dice, "la alta dirección en femenino es muy interesante e inspiradora". Y quiere que haya mujeres referentes para animar a las nuevas generaciones. Sorigué explica que a pesar de que son minoría en las carreras tecnológicas, en la incubadora de impresión 3D que tiene el Consorcio hay 51 start-ups, de las cuales la mitad han sido fundadas por mujeres, la mayoría ingenieras de menos de 30 años.

Sorigué tiene claro que "las que han llegado a lugares directivos han tenido que sacrificar mucha vida". Y se refiere claramente a la maternidad. "Todo el que no has podido hacer antes de ser madre ya no lo puedes hacer", afirma. "Te etiquetan y ya no puedes hacer más", dice esta directiva. "El mercado hace que tengas que escoger si quieres ser madre o hacer una carrera profesional —argumenta— y estaría bien no tener que elegir".

El retraso en la edad en la que las mujeres son madres no juega a su favor para llegar a ser directivas, añade Sorigué, que cree que se tendría que incentivar que lo fueran antes. "Las empresas lo tienen que potenciar", explica, a pesar de que reconoce que con el mercado laboral actual es difícil. Por eso, recuerda, "en muchos países se les ayuda". "El talento no tiene género, pero no facilitamos las cosas", concluye.

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