Cinco metros cuadrados y sin ventilación: intervenidos 116 'pisos colmena' en Santa Coloma de Gramenet
La policía local y el Ayuntamiento detienen dos proyectos ilegales que querían convertir locales comerciales en decenas de infraviviendas
BarcelonaLa moda de los pisos colmena no ha terminado. La policía local de Santa Coloma de Gramanet, con la colaboración del consistorio, ha intervenido dos proyectos ilegales que pretendían convertir a un par de locales comerciales en más de un centenar de infraviviendas. La actuación se llevó a cabo después de recibir una denuncia vecinal que alertaba sobre obras sospechosas en uno de los locales.
Los locales, ya clausurados, contaban con un total de 116 habitaciones –79 en uno de ellos y 37 en el otro–, todas sin ventilación y de unos cinco metros cuadrados, aproximadamente. También había habilitadas zonas comunes como cocinas, baños y espacios para lavar. Este tipo de construcciones son conocidas como pisos colmena por ser espacios muy reducidos que no cumplen con los requisitos mínimos de habitabilidad. Su construcción supone un riesgo para la seguridad de los futuros residentes y también para la convivencia en el entorno vecinal.
En la actuación, los agentes detectaron que las obras no contaban con los permisos requeridos y, en coordinación con los técnicos del área de disciplina urbanística, se comprobó que las modificaciones infringían las normativas urbanísticas vigentes, lo que resultó en la paralización inmediata de las obras y el precinto de los locales. Así, no se llegó a alquilar ninguna de las habitaciones. De momento, hay una persona investigada, y ahora el promotor tendrá que destruir toda la obra hecha para estar fuera de normativa, según han explicado fuentes del Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet al ARA.
Un viejo conocido
Los pisos colmena cogieron vuelo hace seis años, cuando en Barcelona una compañía construyó cápsulas de 2,6 metros cuadrados, dirigidas a personas con pocos ingresos, que disponían de zonas comunes. La empresa era Haibu 4.0 y se proponía construir entre 10 y 30 habitáculos, pero se topó con el rechazo frontal del Ayuntamiento, entonces liderado por Ada Colau, que detuvo sus obras.
Pero no acabó aquí: la misma compañía quiso volver a la ofensiva en el 2022 para implantar este tipo de infraviviendas en furgonetas sin motor aparcadas en la vía pública, manteniendo los servicios básicos como duchas y aseos en pisos. Entonces, la compañía admitía que tenía algunos pisos colmena activos y sin licencia en Barcelona y el área metropolitana.