Todo lo que se sabe (por ahora) del acuerdo comercial entre la Unión Europea y Estados Unidos
A falta de la declaración oficial conjunta, que vendrá con la letra pequeña, los partes de Bruselas y la Casa Blanca tienen contradicciones
BarcelonaEl terremoto comenzó el domingo por la noche y todavía no se sabe a ciencia cierta qué ha pasado. Tras meses de amenazas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en su complejo de golf en Escocia para sellar "el mayor acuerdo de todos", en palabras del mandatario republicano, y evitar la guerra comercial. Una vez se encajaron las manos, los detalles exactos del acuerdo dependían de quien respondía la pregunta, con un Trump muy contundente en aspectos como la afectación a productos como el acero y el aluminio, y una Von der Leyen que matizaba lo que muchos estados europeos han visto como una derrota.
Dos días después aún no se conoce la letra pequeña sobre un acuerdo que afecta a los 4.200 millones de euros de productos y servicios que atraviesan el Atlántico a diario, pero empiezan a conocerse más detalles, después de que tanto la Comisión Europea como la Casa Blanca hayan difundido más por separado, contradiciéndose. Para añadir más confusión, la Comisión Europea ha defendido este martes que "el acuerdo político no es jurídicamente vinculante" y la UE y EEUU "seguirán negociando para aplicarlo plenamente".
Arancel máximo del 15%
El principal dato del entendimiento comercial cerrado entre EEUU y la UE es la imposición de un arancel general del 15% en las exportaciones europeas a partir del 1 de agosto. "Es lo mejor que hemos podido obtener", reconoció Von der Leyen, que dejó atrás la amenaza de un 30% general que había hecho Washington y se alejó de la voluntad original de evitar nuevas trabas comerciales. Todo ello sin olvidar que, desde el pasado abril, Washington aplica ya un 10% general, una tasa que se sumaba al 4,8% que anteriormente la administración estadounidense ya había establecido. La Comisión habla ahora de un "límite arancelario" del 15% a la gran mayoría de exportaciones, con excepciones como cuando el arancel a la nación más favorecida –un impuesto básico para las importaciones entre los estados miembros de la Organización Mundial del Comercio para evitar discriminaciones– supera el 15%, cuando será éste último el que se aplique.
Sectores más afectados
Trump tenía en el punto de mira productos concretos como los productos farmacéuticos –llegó a amenazar con aranceles del 200%–, semiconductores y automóviles. Estos últimos pagaban ya un impuesto del 27,5%, tasa que se rebajará hasta el 15% general. "Proporciona un alivio inmediato", remarca la Comisión. En cuanto a fármacos y semiconductores, el ejecutivo comunitario señala que los aranceles adicionales que podrá imponer Washington serán de un máximo del 15% y que, mientras esto no ocurra, continuarán como ahora, con una carga fiscal muy baja o nula, aunque la Casa Blanca asegura que aplicará el 15% a partir del 1 de miércoles.
No han tenido la misma suerte el acero y el aluminio, que se han quedado tal y como estaban, con un arancel del 50%, pero la Comisión ha podido arañar una promesa de un sistema de cuotas por las exportaciones europeas que reducen la tasa actual, sin especificar ningún calendario. Con el nuevo acuerdo, también se ha añadido una tasa del 50% en el cobre. Según la Casa Blanca, esta tasa generará "decenas de miles de dólares en ingresos".
Asimismo, la UE facilitará la entrada de sectores como la pesca y la agricultura, en productos como la merluza de Alaska, el salmón del Pacífico, las gambas, el aceite de soja, los cereales y los frutos secos, todos ellos sujetos a cuotas. También se hará al comer procesado como el ketchup y las galletas.
Productos estratégicos
Von der Leyen habló de eliminar los aranceles a productos estratégicos, entre los que mencionó los aviones y sus componentes, algunos productos químicos y los recursos naturales. Según la Comisión, se les dará un tratamiento especial con "aranceles cero a cero" y volverán a los niveles previos a la llegada de Trump al poder, con la voluntad de agregar más productos en esta lista. Aún no se sabe que va a pasar con los vinos y los licores.
Inversiones millonarias
El acuerdo con EEUU llegó acompañado con el compromiso de la UE de realizar inversiones millonarias en la economía más rica del mundo, en línea con los desembolsos que también realizará Japón, uno de los otros países con los que ha llegado a un acuerdo. Se habló de comprar energía por 750.000 millones de dólares (700.000 millones de euros en el tipo de cambio actual), con el objetivo de reducir la dependencia energética con Rusia, así como invertir 600.000 millones de dólares (550.000 millones de euros). Si bien se puede entender que estas inversiones serán con dinero público, fuentes europeas aseguran que "gran parte del dinero" será privado, y que estas cifras son estimaciones de lo que costará desacoplarse de Rusia y de las inversiones que las empresas europeas podrán realizar en Estados Unidos.
Aquí también hay una de las principales desavenencias: la Comisión dice que se ejecutarán de aquí a 2029, mientras que la Casa Blanca dice que estará hecho un año antes. Y, de hecho, en la rueda de prensa de este martes al mediodía, uno de los portavoces de Comercio de la Comisión Europea (CE), al preguntársele sobre esta diferencia, se remitió al comunicado de Bruselas y dijo que se ejecutarán en un plazo de tres años. Europa tampoco habla de la compra de material militar, mientras Trump dice que comprarán "cantidades significativas".
Ahora la Comisión detalla que también se prevé una compra extra de 40.000 millones de euros en chips de inteligencia artificial para mantener "la ventaja tecnológica de la UE". Según fuentes europeas, estas cifras también responden a los cálculos de desembolsos que se calcula que realizarán las empresas europeas en los próximos años. En este sentido, la Comisión habla de "promover y facilitar la inversión mutua", aunque la Casa Blanca no ha hablado en ningún momento de inversiones por su parte.