Las comarcas de Lleida, Girona y el Pirineo lideran el crecimiento económico en Cataluña
La Segarra lideró la creación de actividad en 2024, mientras que el Moianès fue la única comarca con cifras negativas
BarcelonaLas comarcas de Girona, Ponent y el Pirineo encabezaron el crecimiento económico en Catalunya el pasado año, según el Anuario Económico Comarcal publicado por el BBVA este lunes. El estudio concluye que en 2024 la mayoría de las regiones catalanas ya habían superado los niveles de actividad previos al estallido de la pandemia, con la excepción de las Terres de l'Ebre.
Por comarcas, en 2024 la Segarra fue la que más creció, con un incremento del 6,1% del valor añadido bruto (VAB), un indicador similar al producto interior bruto (PIB) que sirve para medir la actividad económica de un territorio. Le siguieron el Noguera y el Alt Urgell, con un 5,7% y un 5,5%, respectivamente.
En el otro extremo, el Moianès fue la única comarca que cerró el pasado año con una caída de la actividad, del 1,1%. La Terra Alta fue la segunda que menos creció, con un 0,8% positivo.
En este sentido, el Camp de Tarragona y las comarcas de Ponent superaron los niveles de antes de la pandemia en cuanto al VAB y ahora ya sólo las Terres de l'Ebre tienen un nivel de actividad aún por debajo de los del 2019. En el caso de estas comarcas se debe sobre todo al fuerte peso del sector, turbulencias geopolíticas, después, por la invasión rusa en Ucrania y los diversos conflictos en Oriente Próximo, sobre todo en Gaza.
El director del informe, el catedrático de economía de la UAB Josep Oliver, ha destacado en la presentación la "fortaleza" de la economía catalana estos últimos años, con crecimientos claramente superiores a los de las economías de la zona euro. Sin embargo, el anuario señala que los servicios personales –como el comercio, el turismo o las actividades de ocio– fueron el principal motor de crecimiento durante el pasado año y representan más del 40% de la actividad económica del país, un peso "mucho más elevado que en regiones comparables de Italia o Alemania", como el Véneto o Baviera.
Este crecimiento de los servicios se debe a la mejora de la renta disponible de las familias y, por tanto, al crecimiento del consumo, gracias al buen momento que atraviesa el mercado de trabajo, que el año pasado registró récords de empleo y una caída de la tasa de paro, tanto en Cataluña como en el conjunto de España. Esta mejora del mercado laboral se ha producido en buena parte con la incorporación de mano de obra extranjera, como demuestra el crecimiento de la población catalana en los últimos años, que ha tenido lugar casi exclusivamente con la llegada de inmigración de otros países.
Sin embargo, destacó también el crecimiento de la industria manufacturera, los servicios profesionales –logística, transporte, profesiones liberales–, los servicios colectivos –educación, sanidad y administraciones públicas– y la recuperación del sector primario. De hecho, la buena marcha de la industria es, según Oliver, "la mejor noticia" después de "algunos años en los que el sector manufacturero había tenido dificultades".
Por el contrario, 2024 fue "un año de frenado para las exportaciones", apuntó el catedrático, aunque se vio compensado en parte por el crecimiento del turismo, que superó las cifras de gasto y visitantes de 2019, el año antes de la pandemia, aunque por un margen.
Cambio de modelo incipiente
El gran peso de los servicios en el VAB, sobre todo los servicios personales, hace que Catalunya sea "básicamente un país terciario cuyo sector manufacturero está creciendo un poco". Esta es la principal diferencia con regiones europeas como Lombardía, Baviera, el Véneto o Ródano-Alpes, que arrancaron el siglo XXI con unos niveles de peso de la industria similares en Cataluña y que han sido capaces de mantenerlos, lo que no ha ocurrido en el Principado.
Sin embargo, Oliver ve indicios de cambio de modelo económico en los últimos años, aunque opina que con los ritmos actuales puede tardar "décadas" en ser lo suficientemente importante como para que cambie sustancialmente la "estructura productiva del país". Entre estos cambios se encuentra el hecho de que los servicios profesionales crecen más rápido que los personales y que la industria vuelve a aumentar su proporción sobre el total del VAB. También la fuerte subida de la inversión, especialmente la productiva por parte de las empresas, puede mostrar un cambio de modelo hacia actividades económicas de mayor valor añadido en Cataluña.