El BCE proclama el fin de la gran rebaja de los tipos de interés

BruselasLa presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha proclamado un cambio de ciclo. Todo empezó después de la pandemia y con el inicio de la invasión rusa contra Ucrania: los precios se dispararon y, para tratar de aplacar la inflación, Fráncfort subió rápido y corrientes los tipos de interés –que llevaban estancados al 0% desde el 2016–. Poco a poco, la tasa de aumento de precios se ha ido reduciendo y la entidad bancaria ha recortado el precio del dinero al mismo ritmo. Ahora la inflación ya se ha estabilizado en torno al objetivo del 2% y, por eso, este jueves la entidad bancaria ha decidido por unanimidad mantener los tipos de interés al 2% en el encuentro del consejo de gobierno del BCE.

Es la segunda vez que el BCE no recorta el precio del dinero tras recortarlo hasta ocho veces consecutivas; y la dirigente francesa ha dejado entrever que el consejo de gobierno del BCE prevé mantenerlo en estos niveles en las próximas reuniones. Eso sí, la presidenta del BCE asegura que las futuras decisiones del órgano continuarán en base a los datos macroeconómicos del momento, si bien ha apuntado que no moverán ficha si se mantienen como hasta ahora. Y, de hecho, las previsiones económicas del organismo bancario pronostican que la inflación se mantendrá estable y que el crecimiento económico será incluso ligeramente mejor de lo esperado inicialmente. "Estamos en un buen momento", ha dicho Lagarde en rueda de prensa.

En cuanto a la inflación, la dirigente francesa se ha mostrado muy optimista y ha celebrado que se prevé que se mantenga estable en torno a los niveles actuales. "El proceso de desinflación ha terminado", ha dicho en rueda de prensa. Según las previsiones económicas del propio BCE, el aumento de precios se situará este año en el 2,1%, el próximo año en el 1,7% y en 2027 remontará ligeramente, hasta situarse en el 1,9%. En cuanto a la inflación subyacente, que es la que excluye los precios más volátiles de elementos como la energía o los alimentos, se situará todavía por encima del objetivo del BCE, en el 2,4% este año. Ahora bien, el próximo curso ya bajará hasta el 1,9% y en 2027, hasta el 1,8%.

En cambio, los expertos en el organismo bancario revisan bastante al alza las previsiones del crecimiento de la zona euro. Según sus cálculos, se situaría en el 1,2% en el 2025, tres décimas más de lo que pronosticaron el pasado junio. Sin embargo, las proyecciones del incremento de la actividad económica son ligeramente inferiores –tres décimas menos– y están ahora al 1%. En cuanto a 2027, el BCE las mantiene sin variación alguna, al 1,3%.

Cabe recordar que el incremento del precio del dinero es la principal herramienta de la que dispone el BCE para aplacar la inflación, que se disparó tras la pandemia y con el inicio de la guerra de Ucrania. Ahora bien, es un arma de doble filo y también provoca una desaceleración económica. Por eso, la entidad bancaria siempre busca el equilibrio y, frente a un aumento de precios estable en torno al 2% y una economía con mejor salud de lo esperado, ha decidido no mover ficha.

La eurozona puede con Trump y la crisis de Francia

Lagarde explicó en la rueda de prensa del último consejo de gobierno del BCE que optaban por no tocar los tipos para, en gran parte, tener margen de maniobra si Estados Unidos y la Unión Europea no llegaban a un acuerdo comercial. Así, la decisión de mantener los tipos en el 2% no deja de ser un síntoma de confianza en la economía de la eurozona y su capacidad para afrontar los aranceles del 15% que Donald Trump aplicará a todos los productos europeos. De hecho, Lagarde ha asegurado que a principios de verano existía "mucha más incertidumbre" que actualmente por el pacto comercial firmado entre ambas potencias, pese a que los retos geopolíticos que suponen la guerra de Ucrania y la de Gaza se mantienen.

Ahora bien, la dirigente francesa ha apuntado que prevén que los efectos de los aranceles en la actividad económica se empezarán a notar más a partir de ahora, pero cree que "se desvanecerán" a partir de aquí a un año. Sea como fuere, la presidenta del BCE considera que el crecimiento del producto interior bruto (PIB) será ligeramente superior al previsto inicialmente por las grandes inversiones públicas en materia de rearme y de renovación de grandes infraestructuras, así como por la buena salud del consumo interno y del mercado de trabajo –el paro se mantiene en mínimos históricos, al 6,2%.

Respecto a la crisis política y económica de Francia, Lagarde ha tratado de lanzar balones fuera y se ha limitado a enviar mensajes de confianza. Así, la dirigente francesa ha asegurado que confía en que los legisladores galos tomen decisiones que "reduzcan la incertidumbre lo máximo posible", y les ha vuelto a enseñar el camino de la austeridad, como en los viejos tiempos de la crisis económica. "Estoy segura de que todos los gobernantes operarán teniendo en cuenta el marco de las reglas fiscales de la Unión Europea", ha dicho la presidenta del BCE.