El turismo se consolida como la prioridad del gasto familiar

MadridTras el confinamiento más grave por la pandemia de la Covid-19, y una vez levantadas las fronteras y restablecida la circulación, las familias españolas no dudaron en hacer las maletas y viajar. Las restricciones sanitarias no sólo hicieron que algunos hogares acumularan una bolsa importante de ahorros después de haber dejado de hacer muchas cosas del día a día, sino que la recuperación de la movilidad dio alas al turismo. Aunque en el caso español, pero también europeo, la actividad turística siempre ha sido uno de los motores de la economía, el boom poscovide del gasto turístico entre las familias españolas, y por tanto el cambio en sus hábitos de consumo, se leyó como una cuestión pasajera. Sin embargo, ahora algunos organismos lo ven diferente.

"El repunte [turístico] entre las familias españolas que se registró a principios del 2021 era un reflejo de la demanda embalsada; como no se pudo viajar por la cóvid-19, se hizo de forma más intensa en los años siguientes. Pensábamos que era un fenómeno transitorio y que se recuperaría el gas no fue así –reflexionaba hace dos semanas el director económico del Banco de España, Ángel Gavilán, durante la presentación de las últimas proyecciones macroeconómicas–. Pero si ahora preguntas [a las familias] a qué destinarán el grueso del gasto en los próximos meses, en España y en la Unión Europea lo tienen claro: en las vacaciones”, añadía Gavilán.

Para llegar a esta conclusión, el ente supervisor se aferra a los últimos datos del Banco Central Europeo (BCE) sobre las expectativas de consumo de los hogares. En esta encuesta se pregunta a las familias en las que tienen previsto gastar gran parte del dinero en los próximos 12 meses. En abril, en el último mes con datos disponibles, una gran mayoría (más de la mitad) respondió que en las vacaciones, tal y como puede verse en el gráfico que acompaña al artículo. "En la cesta de consumo de los hogares, parece consolidarse una recomposición notable del gasto hacia los servicios turísticos", concluye el Banco de España.

Pero el hecho de que los hogares destinen las grandes partidas de su gasto a esta actividad, hace que se resientan otros elementos de la cesta de consumo, que también requieren un desembolso elevado. El BCE destaca la adquisición de un vehículo o productos para el hogar, desde muebles a electrodomésticos. A diferencia del turismo, en el que se puede observar cómo la expectativa de gasto se dispara, en estos otros dos casos se mantiene e incluso desciende ligeramente.

Los efectos de la covid-19 se constatan cuando se observa que la brecha entre estos tres productos respecto a las expectativas de consumo de las familias empezó a crecer en abril del 2021, coincidiendo con las vacaciones de Semana Santa ya las puertas de una nueva temporada estival. Sin embargo, desde entonces no ha dejado de ampliarse. Sin embargo, desde el Banco de España no se abandona el tono de prudencia que suele acompañar sus análisis y Gavilán recomendaba darse algo más de tiempo para "entender bien" si es un patrón estructural o si se siguen arrastrando los efectos de la cóvid-19 (ahorro acumulado y ganas de viajar).

Impacto en los precios

El boom del turismo tiene un impacto claro en los precios de todo lo que rodea a la actividad –aquí, hay que tener en cuenta que los costes no sólo se ven presionados por el turismo interior, sino también por la llegada de turistas internacionales, que se prevé que en 2025 vuelva a registrar cifras récord–. A modo de ejemplo, los datos del mes de abril de la inflación subyacente (sin tener en cuenta la energía ni los alimentos), "sorprendieron" al Banco de España en cuanto a los servicios turísticos como la restauración o la hostelería.

Aunque es cierto que se acaba de dejar atrás un periodo en el que la inflación estaba por las nubes, ya se han recuperado ciertos niveles de normalización, al menos a ojos del BCE, pero en el caso de esta actividad siguen presionando al alza. Suele ser habitual que en el mes de abril repunten porque coincide con las vacaciones de Semana Santa, pero si se compara este abril con el del 2017 se observa cómo los precios de algunos bienes concretos están muy por encima; por ejemplo, mientras que los precios de los paquetes turísticos se dispararon un 8% en abril de 2017, este año lo han hecho un 13,7%. Lo mismo ocurre con el transporte aéreo (un 2,8% hace siete años y un 16,5% en abril de 2025). "No es una particularidad de España. Los precios [de los servicios turísticos] también se dispararon en la Unión Europea, pero confiamos en que en mayo se revierta", indicaba Gavilán.