La UE vuelve a la austeridad con el acuerdo de las nuevas reglas fiscales

BruselasSe acabó la época de vacas gordas. Los Veintisiete acordaron este miércoles en un encuentro ministerial extraordinario las nuevas reglas fiscales y la Unión Europea volverá a la austeridad precovido. De esta forma, los socios europeos ponen punto final al período excepcional de estos últimos cursos, en los que se ha permitido a los gobiernos estatales sacar adelante políticas económicas expansivas para afrontar las consecuencias derivadas de la pandemia.

Aunque en un principio España, Italia o Francia se veían capaces de conseguir unas normas fiscales más flexibles, la posición de Alemania y sus socios habituales, los conocidos como los frugales (Países Bajos, Austria, Suecia y Dinamarca), se han impuesto y han alcanzado unos límites tan o más estrictos que los que condenaron el bloque europeo a una larga y lenta recuperación económica de la crisis de 2008. Así pues, se devuelve al máximo de un 3% del déficit y del 60% sobre el PIB de deuda.

Los estados más creyentes en el dogma de la austeridad, sin embargo, no han tenido suficiente con volver a imponer estos topes. A partir de 2024, los estados miembros más endeudados, como España, tendrán que reducir obligatoriamente esta deuda cada año. Concretamente, los países que tengan una deuda por encima del 90% de su producto interior bruto (PIB, el indicador que mide la actividad económica) tendrán que reducirlo de media cada curso un punto porcentual, y los que lo tengan entre el 60% y el 90% tendrán que disminuirlo en 0,5 puntos porcentuales.

De hecho, esta cláusula adicional es la que evitó que la semana pasada se llegara a un acuerdo y que Francia, harta de ceder en esta cuestión ante Alemania y los frugales, se echa atrás a última hora. Sin embargo, este martes el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, ya aseguró en una rueda de prensa con su homólogo alemán, Christian Lindner, que las dos grandes potencias de la UE estaban cerca "de un consenso del 100 %". A su vez, Lindner también se mostró "optimista" al cerrar el acuerdo antes de fin de año, pero advirtió de que su ejecutivo no daría el visto bueno a unas normas fiscales "que no fueran estrictas".

Alemania ha aprobado hace pocos días un recorte de 17.000 millones de euros en el presupuesto del 2024 que, según Commerzbank –el segundo banco del país–, reducirá medio punto porcentual el crecimiento de la economía germánica el próximo año, lo que la situará en el límite de la recesión, si se cumplen los pronósticos de la mayoría de instituciones económicas.

Otro de los puntos principales de discusión y que estaba abierto hasta el último momento es la velocidad a la que los Estados miembros que tengan un déficit por encima del máximo del 3% deben reducirlo. Y, una vez se esté por debajo de este tope, la Comisión Europea también deberá asegurarse de que los ajustes fiscales de los Estados miembros continúan hasta alcanzar un déficit del 1,5%. Aunque todavía no se ha hecho público el texto definitivo del acuerdo, todo apunta a que este ajuste deberá ser del 0,5% del PIB cada curso.

Sanciones más asumibles para los incumplidores

Uno de los puntos en los que sí habrían cedido los socios europeos más favorables a la austeridad es el de las sanciones económicas que puede aplicar Bruselas a los países incumplidores, tal y como pedían España, Francia o Italia. Así pues, se impondrán multas más bajas y que se tendrán que pagar de forma semestral.

De hecho, con las anteriores normas fiscales las sanciones eran tan elevadas que en la práctica al final no se aplicaban y los dossieres sancionadores se quedaban en amenazas. Eso sí, pese a ceder en las cantidades de las multas económicas, Berlín, Viena y Amsterdam han logrado retirar el límite de sanciones acumuladas que en un principio había puesto sobre la mesa la Comisión Europea.

Por otra parte, a la hora de evaluar si es necesario o no abrir un expediente sancionador a un estado miembro se tendrá sobre todo en cuenta el exceso de déficit y la deuda será sencillamente un factor agravante. Uno de los mitigadores será, por ejemplo, la inversión en defensa, que hace tiempo que la Comisión Europea trata de potenciar, especialmente desde el inicio de la invasión rusa y la necesidad de seguir apoyando armamentístico a Ucrania.

La última medalla de Calviño

La vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, ha hecho manos y mangas para tener un acuerdo antes de que acabe la presidencia española del Consejo de la UE y abandone el gobierno para convertirse en la primera presidenta del Banco Europeo 'Inversiones. De hecho, el encuentro de este miércoles ha sido convocado por el gobierno español de forma extraordinaria y telemática para tratar de tener un consenso in extremis, después de múltiples fracasos que se han ido repitiendo desde septiembre, cuando ya se preveía cerrar las nuevas normas fiscales.

Con el acuerdo de este miércoles, sólo faltará que el Consejo (estados miembros) lo negocie con el Parlamento Europeo y las dos instituciones lo ratifiquen definitivamente a lo sumo el próximo marzo, antes de que se detenga la actividad antes de las elecciones europeas que se celebrarán en junio. De este modo, las nuevas reglas no entrarán en vigor hasta el 2025 y el próximo año todavía se aplicarán las viejas.

Sea como fuere, antes de marcharse a Luxemburgo, la titular española de Economía se ha puesto la última medalla antes de marcharse y ha defendido que se trata de unas normas "equilibradas" y "más claras, realistas y fácilmente aplicables" que las anteriores, si bien devuelven a la Unión Europea a la austeridad. "Es la guinda del pastel de la presidencia española del Consejo de la UE", celebró Calviño.