MWC día 4: negocios que no salen en las fotos
BarcelonaCómpreme este algoritmo. La ausencia de los grandes expositores habituales ha facilitado que pequeñas firmas muy especializadas fueran más visibles en el MWC. La suiza Vay ofrece a los creadores de aplicaciones de salud y ejercicio físico un conjunto de algoritmos de visión por computador que analizan en la imagen de la cámara los movimientos del cuerpo humano y detectan posibles disfunciones. La catalana Mediktor ha entrenado una inteligencia artificial de triaje y prediagnóstico a partir de las respuestas a un cuestionario de salud que algunas mutuas europeas ya usan en sus webs para dirigir a los pacientes al especialista más adecuado de sus servicios de telemedicina. En otro ámbito, el centro tecnológico alemán Fraunhofer –el equivalente a nuestro Eurecat, pero bien lubricado con fondos públicos– ha creado el nuevo codificador LC3plus de audio Bluetooth, que mejora la calidad de audición de los archivos musicales de alta definición con auriculares y altavoces inalámbricos, sin incrementar proporcionalmente el consumo de batería. Lo veremos en nuestros dispositivos cuando los fabricantes de chips lo incorporen.
Localización de precisión. Otra tecnología que los consumidores no podemos comprar directamente pero de la que iremos disfrutando cada vez más es el Ultra Wide Band (UWB) que Apple incluye desde el iPhone 11 Pro y Samsung desde el Galaxy Note 20 para habilitar aplicaciones que requieran localización con más precisión que la del Bluetooth, sea usar el smartphone para abrir el coche o bien el seguimiento de personas y objetos. La catalana Mobile Knowledge ofrece herramientas para desarrollar aplicaciones basadas en UWB, y la Fundació y2Cat ha mostrado en el estand del Mobile World Capital cómo sería un sistema de rastreo de contactos estrechos con personas infectadas del próximo covid cuando los chips UWB sean lo suficientemente baratos como para incluirlos en la credencial que los congresistas de un futuro MWC llevaremos colgada del cuello.
La nube misteriosa. A pesar de haber pasado bastantes ratos trabajando en la sala de prensa de la Cloud City, casi el único estand que ha acogido en condiciones a los periodistas durante esta edición, reconozco que acabo el MWC sin saber del todo de dónde sale el dinero con el que Danielle Royston ha pagado el lujoso despliegue para promover que las operadoras de telecomunicaciones trasladen a nubes públicas como la de Amazon las aplicaciones que hasta ahora ejecutan en las nubes privadas de sus suministradores tradicionales. Eso sí, ha tenido el don de la oportunidad en un momento en el que la industria busca desesperadamente abaratar sus despliegues de nuevas redes.